El reconocido cineasta aclaró que también recibe mucho respaldo por sus opiniones sobre el kirchnerismo. Habló de la designación de Teresa Parodi en Cultura y descartó dedicarse a la política en el futuro. Hizo un repaso por su trabajo como director.
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La noticia de la creación de un Ministerio de Cultura sorprendió a todo el ambiente artístico yJuan Campanella no fue la excepción. El reconocido director de cine admitió que no se hubiera imaginado la renuncia de Jorge Coscia a la secretaría y aclaró que aún no tiene una opinión formada sobre la decisión, pero deseó que la cantante Teresa Parodi tenga un buen desempeño como ministra: "Es una gran artista, esperemos que sea tan buena en la gestión como lo es como artista".
El director de El secreto de sus ojos pidió que el nuevo ministerio tenga "una gestión plural" en la que
"no importe lo que opine cada uno como ciudadano". "No creo que el Estado tenga que pagar una (obra que sea una) apología del delito, viole la Constitución o sea una apología de la dictadura, pero creo que debe ser plural", indicó.
"No soy político ni me voy a dedicar a la política", aclaró en otro tramo de la extensa entrevista que concedió a InfobaeTV, pero reivindicó su derecho y el de la ciudadanía en general a expresar sus opiniones. "Me llama mucho la atención que por decir lo que pienso haya gente que se me acerque y me diga: \'Gracias por tu valentía\'. Que en una sociedad haya la impresión de que por decir una opinión haya que tener valentía ya me parece problemático", advirtió.
A quienes le sugieren "si no te gusta, no te metás" o "mejor dedicate al cine", Campanella les recordó: "Soy director en el horario de filmación, que suele ser de 8 a 19, pero ciudadano soy todo el día. Nada
más que por carga horaria tengo más derecho a hablar en mi condición de ciudadano que por mi condición de director".
El cineasta ganador de un Oscar reconoció que, desde que comenzó a criticar al gobierno kirchnerista, tuvo todo tipo de insultos y cuestionamientos, pero también un buen número de muestras de respaldo. Sobre todo, en las redes sociales: "Recibo más apoyos que críticas.Las críticas son bastante violentas, son casi una carnicería. Uno lo puede ver en todos lados, como en los comentarios anónimos de los diarios. Pero a mí ya no me molesta, los bloqueo automáticamente. El dedo me sale solo. Es rápido y sencillo".
"Antes se tomaba como un logro el retorno de la política, pero parece que no lo es tanto cuando implica una crítica. Parece que solo es bueno cuando implica aplauso", recordó. Pero, en líneas generales, reivindicó la política cultural del oficialismo. "Soy un gran defensor de Encuentro, lo considero como uno de los logros de este gobierno. (...) Es muy trasparente, siempre por licitaciones. Hemos perdido algunas, pero no ha habido una queja", confirmó.
Además, destacó que el Estado en el circuito teatral casi no tiene injerencia porque es principalmente
privado y en el cine nunca tuvo ningún tipo de problemas. "Quizás en la TV Pública es donde existe más eso, pero diría que es el único lugar donde lo puedo ver notablemente. He oído algunas otras cosas, pero como no me constan, no las puedo decir", señaló.
Campanella también tuvo elogios para la gestión cultural del PRO, pero recordó que en las últimas elecciones fue fiscal de mesa para UNEN, por lo que no puede ser considerado como macrista. "Hernán Lombardi (ministro de Cultura porteño) hace una gestión muy plural. Una mujer como Ana Katz, que es manifiestamente pro gobierno nacional, está con una obra en el Teatro San Martín", ejemplificó.
Su trabajo como director y la calidad del trabajo argentino
Durante la entrevista, Campanella también repasó algunos de sus trabajos más importantes. Aunque aclaró que considera que graba "poco" ("en los últimos 15 años hice cinco películas, nada más"), explicó que todo lo que hace tiene que ver con lo que le sucede en su vida en ese momento: "Son todos temas que me están obsesionando un poco, preocupando, y escribo sobre eso para exorcizarlo, para estudiarlo, para meterme un poco".
Por ejemplo, El Hijo de la Novia, film en el que dirigió a Héctor Alterio, Norma Aleandro y Ricardo Darín, es una historia que nació a partir de su vida cotidiana: su mamá padeció el mal del Alzheimer, como la protagonista de la película. Pero ese trabajo nació de otra manera. "Nosotros veíamos a El Hijo de la Novia como una comedia, como una comedia muy graciosa, incluso. Me acuerdo que Fabián Bielinsky nos vino a visitar al set. Él había estado en el comité que aprobaba los guiones y me dijo: \'Es uno de los guiones que más me hicieron reír en mi vida\'. Nadie pensaba tanto en el aspecto emocional. Como a mí la comedia me gusta actuarla en serio, surge todo esto en el material, todo este subtexto que estaba ahí; uno, leyendo, veía los chistes nada más. Y sale una película que nos sorprendió a todos", explicó.
El director se formó en Estados Unidos y tuvo oportunidad de encargarse del rodaje de grandes series como Doctor House y La Ley y el Orden. ¿El director puede influir en ese tipo de proyectos y meterse en el guión? "En la televisión americana hay una cadena de mandos en cuanto al guión muy compleja. Cada cambio de una coma hay que hablarlo por todos lados, sobre todo por el tema de la censura, aprobación, lo que puede salir al aire, lo que no. Si surge algo en el set, hay que llamar al autor, el autor tiene que llamar a su jefe, su jefe a la cadena... Un cambio de línea puede demorar una hora y media si todo el mundo está justo al lado del teléfono".
Además, Campanella aseguró que la Argentina no tiene nada que envidiarle a Estados Unidos. "Creo que tenemos actores excelentes, nada nada nada que envidiar. De hecho, he visto en teatro algunas obras aquí en Buenos Aires y Estados Unidos, y me han gustado más las versiones de Buenos Aires. La última sesión de Freud, que el año pasado hizo (Luis) Machín, yo la vi también en Estados Unidos y me gustó mucho más la versión de aquí".
Amante del humor, también remarcó que el género tiene los mismos orígenes, tanto acá como en Norteamerica: "El humor argentino tiene mucho de humor italiano, y el italiano su vez es muy similar al humor judío, que es la base del humor norteamericano por excelencia. No por casualidad, Woody Allen prácticamente te diría que tiene más éxito en la Argentina que en Estados Unidos. Son dos humores muy similares, que surgen del dolor, que surgen de situaciones serias tratadas con humor".
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