Durante la mañana de hoy, el concejal del PRO, Tomás Norman, junto a su equipo de trabajo, entregó manuales de 1º, 2º y 3º en la Escuela Nº 1.109, en el norte de la ciudad. “Fue una oportunidad para contribuir con la enseñanza de los chicos pero también para escuchar a los docentes, que trabajan con más amor que recursos”, contó Norman.
“Parecería lógico que, en un barrio tan poblado y con tantas necesidades, se enseñen oficios. Pero esto no sucede. También sería racional pensar que nuestras escuelas tengan un gabinete psicopedagógico propio, fundamentalmente cuando las condiciones de vida de los alumnos son tan vulnerables. Sin embargo, lamentablemente, las políticas públicas en materia de educación parecen haber perdido sentido común. Los discursos políticos no se reflejan en la realidad. Nos asombramos de que los chicos entran a las universidades sin poder interpretar textos, que se ha perdido la cultura del trabajo y que la inseguridad aumenta. Decir que la educación es el camino para combatir la delincuencia suena lindo, pero la calidad educativa queda en el discurso”, manifestó Norman.
“En la realidad, no se dota a las escuelas de recursos útiles para los chicos y las oportunidades quedan libradas a la buena voluntad de los docentes. Hoy vimos a un personal sumamente dedicado y ocupado para dar a los 1.200 alumnos que concurren al establecimiento alimento, educación y valores. Docentes de vocación. El problema es que dejemos la calidad educativa a merced de la bondad de los maestros, que no es igual en todos los casos”, detalló el concejal.
Aprender a compartir es el concepto que se busca transmitir durante la actividad. En este sentido, luego de hacer efectiva la entrega de los manuales, el edil del PRO pidió a los chicos “sáquenles el jugo y cuídenlos porque los libros son de todos y, el año que viene, estos mismos libros van a pasar a un hermanito de ustedes, un vecino o un primito”.
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