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domingo, 27 de abril de 2014

SANTA FE: Cada vez más jóvenes eligen las carreras que los hacen volar alto

El corto tiempo de cursado, la importante salida laboral o la excelente remuneración pueden ser los factores que repercuten en la demanda de aspirantes a azafata, piloto, y mucho más.
Imagen ilustrativa

Influenciados por los personajes de telenovela, después de leer la historia de Adrienne Bolland, la primera mujer que cruzó la cordillera en vuelo; o solamente porque al ver un avión sienten que su corazón late más fuerte, cada vez más jóvenes se inclinan por estudiar carreras relacionadas con la aviación, sobre todo la de tripulante de cabina y pasajeros, lo que popularmente se conoce como azafata.
Y es que dicha carrera demanda muy corto tiempo de cursado, tiene una importante salida laboral y promete excelentes remuneraciones. La misma suerte corren los que se inclinan por la formación de piloto, despachante aeronave u operador de rampa, aunque estas últimas no se basan en el trabajo en las alturas.
En diálogo con Diario UNO, la directora la Escuela de Instrucción y Perfeccionamiento Aeronáutico Academia El Hangar –la única en la región que otorga títulos avalados por la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac)–, María Dolores De Angelis, aseguró que la alta demanda también se debe a la importante repercusión que este sistema de transporte tomó en los últimos tiempos con importantes mejoras en los aeropuertos de la región, el país y el mundo y la accesibilidad de compra de pasajes para los viajeros, entre otros puntos.
“Lo que permite esta carrera es que en el corto tiempo puedas tener una salida laboral interesante, muy linda y exitosa, que te hará estar siempre actualizado y en contacto con el aprendizaje”, comenzó a explicar la referente de la entidad y siguió: “Porque aquí sólo le damos las bases para que puedan desarrollarse a nivel profesional, pero luego la formación sigue de la mano de lo que les dan en cada empresa, porque la formación es constante, sobre todo para los comisarios de a bordo y las azafatas, porque son los que están en contacto permanente con los clientes, que es a quienes el empresario quiere brindarles el mejor confort”.
En ese sentido, la titular de la academia aclaró que aunque la mayoría de la gente los conoce con el término de azafata o comisario de a bordo, el título oficial es el de Tripulante de Cabina y Pasajeros (TCP). Y en ese sentido, también aseguró, desmitificando el conocimiento popular que cree que cada término está relacionado al género de quien lo ejerce, que se llega a ser comisario de a bordo luego de lograr varias horas de vuelo y sumar puntaje con las capacitaciones o perfeccionamientos; y que en las líneas internacionales también existe el jefe de instrucción, un puesto al que también se llega por ascenso.

Las carreras
Cabe destacar que en El Hangar la carrera de TPC tiene una extensión de un año y tres meses, la de piloto comercial un año y medio; y la de piloto privado diez meses (ver más datos en el recuadro). Además, hay en consideración académica varios cursos cortos a distancia que tienen una importante salida laboral.
“No es cierto que uno debe comenzar con los vuelos de cabotaje e ir ascendiendo. Aquí tenemos un grupo de egresadas (unas diez) que están trabajando en Emiratos Árabes, o sea que ingresaron directamente a la parte internacional, se saltearon un escalón”, dijo la directora de la entidad.
Asimismo, y teniendo en cuenta el cursado de los pilotos, María Dolores De Angelis aseguró que en los mismos se realizan prácticas en aeronaves reales y simuladores de vuelo.

Los números
El promedio de alumnos y alumnas que actualmente se inscriben por año a la academia local –que tiene casi 17 años de antigüedad– es cien; y el número de egresados ronda los cincuenta. Cabe destacar que dichas cifras agrupan a todas las carreras, las cuales, como ya se especificó, tienen un diferente tiempo de cursado y modalidad.
Por otro lado, y en cuanto a los géneros que eligen estas profesiones, la directora de la academia detalló que si bien en un principio la mayoría de los inscriptos a Tripulante de Cabina y Pasajeros (azafata) eran mujeres, hoy por hoy la realidad cambió y cada vez son más los hombres que se animan. “No podemos decir que llegamos a tener un cincuenta y cincuenta por ciento, pero sí que tenemos muchos varones anotados”, dijo y completó: “En la carrera de piloto, por su parte, si bien hemos tenido algunas mujeres que se inscribieron no fueron muchas y a la hora de culminar y ejercer no se concretó ningún puesto”.
Respecto de la remuneración recibida una vez que los egresados logran insertarse en el mundo laboral, que es uno de los temas que más dudas genera a los jóvenes a la hora de elegir una carrera, la mujer detalló que “es muy buena”, pero aclaró que depende mucho de la línea aérea que los contrate, de la antigüedad y el tipo de vuelo que realicen (de cabotaje, internacional, otros). Pero a la hora de hacer una comparación con alguien que inicia en una dependencia pública, por ejemplo, aseguró que llegan a ser siete, ocho o diez veces más, ya que la profesión es considerada de riesgo.
Por último, y al hacer referencia a la edad promedio de los ingresantes a las diferentes carreras, la directora de El Hangar aseguró: “Tenemos un rango de 18 a 26 años aproximadamente, pero también hay personas mayores de esa edad que se acercan porque lo tenían como materia pendiente. No hay límites en este trabajo, yo he viajado en vuelos internacionales y me atendieron azafatas de edad adulta, lo que habla de las posibilidades que da este trabajo”.

Una experiencia
María Elena Bettello (34), una de las docentes de la institución –dicta las materias Obligaciones y Responsabilidades y Procedimientos de Emergencia– también dialogó con el UNO para contar su experiencia personal sobre el trabajo de azafata, ya que ella misma lo desempeñó durante mucho tiempo (voló siete años), y en ese contexto contó: “Antes de terminar el secundario yo sabía lo que quería hacer. Enseguida me inscribí para hacer el curso de azafata (en Paraná en el año 98) y a mi egreso comencé a trabajar. Nunca voy a olvidar ese primer viaje, el despegue, el aterrizaje y la gente. Todo fue maravilloso para mí, supe desde ese momento que no me había equivocado con la elección”.
Asimismo, y también rememorando sus primeros pasos en la profesión, la profesora María Elena aseguró que considera que ser azafata es algo “increíble y privilegiado”, ya que “te pagan por viajar y conocer”, dijo; y en esa línea detalló que pudo conocer maravillos lugares de la Argentina y también de países del exterior, como Chile y Uruguay.
De igual modo, la docente y azafata aseguró que la profesión también tiene sus privilegios, ya que cada compañía se encarga de buscar al personal en su domicilio, tanto antes de emprender el vuelo como cuando se retorna al lugar de origen. Además detalló que se les brindan los mejores hoteles y se les da la posibilidad de recorrer y conocer los lugares a los que se viaja.
Además, y al hacer referencia a los tiempos de descanso, que son uno de los tabúes que más están arraigados en la sociedad cuando se piensa en las azafatas, ya que se considera que las mismas están muy poco tiempo en sus hogares y en consecuencia no pueden armar sus familias, María Elena Bettello dijo: “La mayoría de las compañías organiza los vuelos de manera mensual y por eso uno puede coordinar sus descansos. Además, se vuelan veinte días por mes como máximo y trece horas por día; y se llegan a dar hasta tres días de descanso consecutivo”.
En esa misma línea, aseguró que para realizar este trabajo no hay nada que sea excluyente. “Sólo hay que tener cordialidad y firmeza, además de mucho gusto por volar”, dijo y agregó: “Cuando yo me formé tuve compañeras que en la teoría eran espectaculares pero no pasaba lo mismo a la hora de poner en práctica lo que sabían”.
Para finalizar, María Elena comentó que el personaje de la novela de Canal 13, Guapas, que muestra la vida de una azafata (interpretada por Carla Peterson)puede ser un detonante para que las chicas se sientan identificadas y quieran volcarse a estudiar esta carrera. “Es buenísimo que pasen esas cosas”, concluyó.

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