El ahora equipo de Ricardo
Lunari volvió a ganar después de una semana con tres caídas dolorosas.
Sin tanto fútbol, el Rojinegro se impuso con carácter y hombría.
./La Capital |
Newell’s
volvió a la victoria. Después de una semana fatídica con tres derrotas
dolorosas y el final del ciclo de Berti, logró ponerse de pie en
Mendoza. Con carácter. Con hombría. Sin tanto fútbol, pero con la
convicción de buscar siempre lo que más necesitaba. Un buen resultado
para poder cambiar de paso, limpiar el horizonte y emprender el regreso a
la huella original. El 1 a 0 sobre Godoy Cruz, con gol de Castro a poco
del final, está en condiciones de significar un auténtico punto de
inflexión, una plataforma de largada para una nueva etapa, un guiño de
optimismo para un futuro más amable.
En
el arranque del cotejo, Newell’s mostró que su intención era mantener
el perfil que viene cultivando desde hace dos años. Trató de armar juego
a partir de la tenencia de la pelota pero no tuvo claridad para
efectuar un pase de quiebre. Le faltó sorpresa y profundidad.
El
primer pase largo cruzado preciso que colocó, arrimó peligro. Ponce
recibió entrando por derecha, a los 11’, pero su disparo por arriba se
fue desviado.
En
tanto, en el fondo, la visita no se encontraba cómoda. Es que había
algunas vacilaciones, sobre todo por el lado de Ortiz y Beloso, que el
Tomba advertía y trataba de aprovechar. Por eso no extrañó que comience a
provocar riesgos desde el buen pie de Castellani, bien secundado por
Aquino y Castillón.
A
los 15’, el diez mendocino remató de afuera del área pero contuvo
Guzmán. Godoy Cruz de a poco comenzaba a pisar mejor la cancha y a
llevar juego a una zona de conveniencia. Allí se expusieron el trote
intrascendente de Banega, la falta de contención de Villaba y las
desprolijidades de los centrales.
Así, a los 23\', Obolo tuvo una clara dentro del área, pero su envío rozó en Ortiz y se apenas al córner. Era otro aviso.
A
Ñuls le costaba fabricar respuestas porque tenía mucho espacio entre
líneas, los delanteros estaban lejos de todo y las imprecisiones
completaban una puesta que no conseguía sustancia.
Sobre
el final de los primeros 45\', Figueroa inventó un centro desde la
izquierda, y el cabezazo del pibe Ponce pedía destino de red, pero
Moyano voló alto y sacó al córner con un gran esfuerzo.
Así
se fue una primera etapa con algunas buenas intenciones pero pocas
acciones realmente relevantes. A los dos le faltó un poco más de
atrevimiento y pimienta para conseguir algo más.
En
el complemento, Newell\'s saltó a la cancha con más decisión y osadía, y
en eso tuvieron mucho que ver las intervenciones de Bernardi y la
búsqueda de Ponce, que tuvo algunas chances de abrir el marcador. La más
clara, a los 10\', cuando pasó a Moyano pero la gambeta se le fue muy
larga y la jugada terminó en nada. Y a los 23\', el uno bodeguero lo
anticipó en otra entrada al área favorable.
Godoy
Cruz también buscó siempre el arco rival. Por eso el encuentro fue
entretenido y el local, cuando recuperaba la pelota, trataba de llevarla
rápido a las cercanías de Guzmán. Así, también por el peso de sus
necesidades, contó con muchas acciones de riesgo.
A
los 2\', Obolo no llegó a conectar un centro cruzado. A los 17\'
Cabrera disparó cerca del palo izquierdo rojinegro. A los 25\' otra vez
Cabrera se metió en área y su derechazo fue contenido por el Patón. A
los 30\', Obolo cabeceó apenas alto un envío desde la izquierda. Y a los
33\', Castellani lanzó muy cerca del ángulo.
En
ese marco, a los 34\', Figueroa sacó de la galera un pase mágico, dejó
sólo en el área a Castro, quien la tocó con clase por debajo de la
salida de Moyano. Un gol que respetó la irónica ley del ex y que se
transformó en el triunfo y ansiado desahogo rojinegro.
Los
abrazos del final demostraron que este triunfo vale mucho más que lo
que exhibe el marcador. Le permite a Newell\'s comenzar a dar vuelta la
página y curar heridas. Le da razones para ratificar ideas y creer en
una reacción confiable.
La Lepra cortó la racha sin victorias de visitante
Las
rachas están para cortarlas y eso es lo que logró ayer en Mendoza el
ahora equipo de Lunari. Después de diez encuentros sin vencer fuera de
casa, Newell’s pegó el grito luego de haber acumulado cuatro empates y
seis derrotas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario