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lunes, 14 de abril de 2014

Los santafesinos podrán dejar “pan pendiente” en la Furman

Será dentro de un mes y los clientes tendrán la opción de donarlo vía telefónica. La compra de maquinarias posibilitará el incremento de la producción, que pasará de 200 a 500 kilos diarios.
/Diario UNO | 
Los santafesinos podrán dejar “pan pendiente” en la Furman
 Mas de un año pasó desde la apertura del salón de ventas La Sarita y hoy la panadería Furman afronta nuevos desafíos. Con la adquisición de nuevas maquinarias, la incorporación de personal y la apertura de un segundo turno de ventas –que funcionará por la tarde–, el proyecto que se comenzó a gestar desde el 2009 empieza a tomar mayor dimensión. “Esto es resultado de una planificación a largo plazo que se realizó apenas comenzamos el proyecto, adonde uno supuestamente quería llegar. En este caso se hizo una gran inversión en maquinaria, que ronda los 150 mil pesos, lo cual permite también aumentar la producción y establecer un segundo turno de venta de la panadería”, recalcó Matías Fernández, titular del Instituto Autárquico de Industrias Penitenciarias (Iapip), bajo el cual se implementó la labor de esta panificadora.
Además de distintos tipos de equipamientos, se realizaron mejoras en aspectos como el vestuario y reacondicionamiento del lugar.
“Hoy la producción está en los 200 kilos, ahora la venta a la tarde la va aumentar, hace una semana que comenzamos y esto es un proceso paulatino”, aseguró Martínez. La proyección es poder alcanzar el nivel de producción acordado a futuro, que ronda los 500 kilos.
A partir de mayo se llevará adelante una plan de invierno por medio del cual el establecimiento donará 50 kilos diarios de pan a diferentes instituciones. Esta campaña se extenderá hasta diciembre.
Todos los que quieran ser beneficiarios deberán contactarse con la panadería y realizar su pedido, el cual luego será analizado por las terapistas ocupacionales que trabajan en el establecimiento.
Si bien en la actualidad ya se registra un importante nivel de pedidos, desde Iapip recalcaron que analizarán todos los casos para ser lo más equitativos posibles en la distribución de la mercadería.
“Hoy la producción está en los 200 kilos, ahora la venta a la tarde la va aumentar. Hace una semana que comenzamos y esto es un proceso paulatino”, aseguró Martínez. “Nos hemos comprometido a llegar a los 500 kilos con el Gobierno de Santa Fe y con la Fundación Furman”, recalcó el funcionario provincial.
La puesta en marcha de la modalidad del “pan pendiente” es otra de las metas a completar en poco tiempo. Este sistema funcionará de manera similar al ya conocido “café pendiente”, pero en este caso, el producto llegará a la puerta de los compradores.
“Lo que buscamos hacer es que la gente pueda comprar el kilo de pan de forma telefónica. Al costar 10 pesos, pueden pagar otros 10 para que se lo envíen a su casa y que ese kilo de pan –equivalente a esos 10 pesos– quede pendiente y se sume a los 50 kilos de donaciones. En vez de hacer sólo 50 kilos de pan para donar, se acumula todo el mes y después se podrá donar a la gente que más lo necesite, más ahora que viene el invierno y hay mucha gente en la calle”, explicó Martínez.
El “pan pendiente” funcionará a través de un reparto puerta a puerta, cuando la institución adquiera la moto que hace falta para llevar adelante el reparto, el sistema se pondrá en marcha.
“Una vez que tengamos la moto podremos hacer el reparto, porque el sistema así lo exige. Con esto, el cliente va a tener el beneficio de comprar el pan vía telefónica y que le lleven el producto hasta su casa”, señaló el titular del Iapip.
La cantidad de kilos de “pan pendiente” que se logre reunir se sumarán a los elaborados para el plan de invierno, que serán solventados por la panadería Furman.
El establecimiento, instalado en el barrio Santa Rosa de Lima, ofrece el pan a 10 pesos el kilo, frente a un pan de 18 pesos que sugiere el Gobierno Nacional. “Esto lleva a decir que Furman está impulsando un nuevo paradigma en cuanto a las empresas de economía social”, planteó Martínez.
Reinserción
El objetivo principal de la Panadería Furman es poder capacitar a las personas que pasan por el establecimiento, ya sean chicos en situaciones de riesgo, internos o personas que hayan recuperado su libertad.
Lo más importante es su formación laboral y que ésta se perpetúe en el tiempo, que puedan aprender el oficio y encontrar trabajo en otro lugar. Ahí el círculo se completa. En un año y medio un total de 30 personas pasaron por las instalaciones de la panificadora.
Durante este proceso, las autoridades realizan un seguimiento sobre los avances que tuvieron los involucrados, pero no todos se dan de la misma manera. “Hay algunos que siguen trabajando como otros que solo logran alcanzar dos meses –explicó Martínez–. El objetivo es acompañarlo, enseñarle y en un futuro se tiene que poder desarrollar solo, para nosotros poder encargarnos de gente nueva que se acerca a la institución”.

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