Las víctimas son Sergio Roskopf, de 43 años, y su mujer Carina Michelín, de 36. Los encontraron baleados en su propiedad, en Sauce Viejo. El hecho sucedió entre el mediodía y las 15 del sábado. Hay indicios de que el hombre asesinó a su esposa y luego se suicidó.
.Diario UNO |
La noticia sobre el hallazgo de dos esposos muertos y baleados en una finca de Victorino de la Plaza sin número, en el casco urbano de Sauce Viejo, el sábado casi a la medianoche, produjo estupor y marcado desconcierto entre los habitantes permanentes y los que sólo van a sus casaquintas, precisamente los fines de semana.
El matrimonio estaba compuesto de Sergio Roskopf de 43 años y su mujer, Carina Michelín de 36, y llevaban años viviendo en la misma casa, pero sólo se los veía los fines de semana.
Según dijo el hermano de Sergio a la Policía y al fiscal Jorge Nessier, él estuvo llamándolos a partir del mediodía y jamás le contestaron el teléfono. A la tarde, los reiteró, tanto a él como a su cuñada, y jamás recibió ninguna respuesta.
Decisión y dudas
Ésa fue la razón que lo llevó a trasladarse desde la provincia de Entre Ríos hasta Sauce Viejo, y cuando llegó a la vivienda, vio desde afuera los cuerpos inmóviles de ambos esposos tirados en el patio.
Inmediatamente fue a buscar a los vecinos que viven en casas contiguas a la de su hermano y su cuñada, para saber si ellos los vieron durante el día. No, fue la lacónica respuesta unánime. Nadie los vio. Nadie escuchó nada fuera de lugar. Después, entraron a la propiedad y vieron de cerca los cuerpos y debajo de la mujer, un cable cortado. Pensaron que se habían electrocutado. Y denunciaron el suceso.
La denuncia del suceso al 911
Cerca de la medianoche, un llamado telefónico alertó al 911 sobre la presencia de dos cuerpos en una propiedad ubicada en Victorino de la Plaza sin número en el casco céntrico de la localidad de Sauce Viejo.
Familiares y vecinos de la zona, aguardaron la llegada de los policías, y como el cuerpo inmóvil de la mujer estaba sobre un cable, decidieron entonces cortar la luz de toda la vivienda, ya que estimaron que se trataba de una doble electrocución.
Pero luego, cuando los policías verificaron el estado de los cuerpos, se constató que ambos fueron baleados: Roskopf con un disparo en el medio de su frente y a quemarropa. En tanto, su mujer, la abogada Carina Michelín tenía cinco impactos de bala en su cuerpo: uno en la pierna izquierda, uno debajo de la nuca, uno en la parrilla intercostal derecha, uno en el antebrazo izquierdo y el quinto en la clavícula izquierda.
Constataciones
El médico policial comprobó que las muertes se produjeron entre el mediodía y las 15, y los agentes de la Policía Científica que realizaron los peritajes criminalísticos descubrieron algunos indicios a partir de la posición en que quedaron los cadáveres.
La escena del crimen
Carina Michelín estaba semidesnuda, boca arriba, y presentaba cinco disparos de arma de fuego en distintas partes del cuerpo, tenía las piernas entreabiertas, y allí estaba el cadáver de su esposo con el rostro de perfil y apoyado en el pasto. Las posiciones en las que se encuentran los cadáveres, generalmente, son reveladoras de los momentos previos a las muertes, tal como sucedió en este caso.
La casona tenía todas las aberturas abiertas en todas sus dependencias, empezando por la puerta de calle, como en el resto de las habitaciones. Además los policías hallaron dinero en efectivo de ambos esposos dentro de sus billeteras. No faltaba nada.
El arma de Roskopf: una 22
Los pesquisas de Homicidios hallaron en la mesa de luz de Roskopf una caja vacía correspondiente a una pistola 22 y dentro del cajón del mismo mueble encontraron decenas de proyectiles del mismo calibre. En la escena del crimen fueron secuestradas seis vainas servidas de calibre 22.
La presencia del fiscal
El fiscal de la Unidad Especial de Homicidios, Jorge Nessier, estuvo presente en la propiedad analizando junto con los agentes de la División Homicidios y del jefe de la UR I La Capital, comisario mayor Rafael Grau, las alternativas del conmocionante suceso. La autoridad judicial ordenó el envío de los cadáveres a la morgue judicial para que los médicos forenses realicen la autopsia, que será uno de los elementos reveladores para analizar la secuencia criminal.
Probable secuencia criminal
Sergio Roskopf compró una pistola calibre 22 y la poseía legalmente. Él quería defenderse de los ladrones que actuaban en la zona. El arma no estaba el sábado a la medianoche en la caja en la que la guardaba en el cajón de la mesa de luz. Allí quedaron sólo balas. El arma de Roskopf, no se encontró en ningún lugar de la casa.
Restos de pólvora
Roskopf, fue sometido a la autopsia durante la jornada de la víspera en la morgue judicial. En el informe sobre el hallazgo de restos de pólvora en sus manos como en las de su mujer, es información vital que se aguarda para el curso de esta mañana, y es considerada de suma importancia para comenzar a desentrañar la oscura trama que rodea a la muerte de ambos esposos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario