Finalmente la AFA no le permitió a Colón habilitar los tres refuerzos y, en consecuencia, el lateral izquierdo emigró de Santa Fe. Por su parte, el delantero uruguayo evalúa la chance de presentar un recurso de amparo.
Diario UNO |
Cada día que pasa Colón suma un nuevo problema. En este caso se trata de uno muy grave, ya que la AFA le impidió habilitar a las tres incorporaciones que había realizado y, en consecuencia, el único que está autorizado a ponerse la camiseta rojinegra es Ezequiel Videla. Recordemos que el primer refuerzo cuando comenzaba la pretemporada fue el uruguayo Julián Lalinde, quien había firmado un precontrato con la institución.
Luego llegó Videla proveniente de Universidad de Chile. En este caso podrá jugar debido a la lesión de Maximiliano Caire (el cupo que estaba disponible). Y el último que se sumó al plantel fue Carlos Soto, que llegó el martes a Santa Fe y ese mismo día se puso a las ordenes de Diego Osella. Sin embargo una vez finalizada la reunión de Comité Ejecutivo, tanto el presidente Eduardo Vega como el vicepresidente Víctor Godano, le informaron a sus pares de Comisión Directiva, y obviamente al cuerpo técnico, sobre la decisión final y la imposibilidad de contar con los jugadores.
Si bien en un principio los dirigentes eran optimistas, en cuanto a una resolución favorable, estaba claro que en la reunión de Comité Ejecutivo llevada a cabo el 17 de diciembre del año se informó que «aquellos clubes que dejen libres jugadores por falta de pago no iban a poder incorporar».
La patriada no era fácil, pero los directivos sabaleros intentaron en todo momento darle el gusto a Osella, quien pedía a gritos la llegada de los refuerzos, dado que se encontró con un plantel muy corto, sin variantes y con muchos jugadores jóvenes. Por consiguiente y, a partir de lo informado por la AFA, se tejieron varias especulaciones sobre los pasos a seguir.
Incluso los dirigentes se reunieron en horas del mediodía para encontrar una solución. Indudablemente que no es un tema sencillo definir si se recurre a la Justicia, ya que históricamente el ente madre nacional nunca quiso mezclar los temas deportivos con la justicia ordinaria.
Por ello Carlos Soto junto a su representante decidieron no presentar un recurso de amparo, armó las valijas y en horas de la noche emigró de la Ciudad de Garay. Había entrenado por la mañana con el plantel, pese a que la decisión se conocía desde la noche del martes.
Un caso distinto es el de Lalinde, porque realizó toda la pretemporada con el plantel e incluso tenía un precontrato firmado. El jugador está muy molesto por esta situación, ya que se siente muy perjudicado en lo profesional. Ayer se reunió con su representante, que esta en nuestra ciudad desde el sábado, esperando un desenlace.
Por el momento no existen certezas acerca de la chance que el punta charrúa presente un recurso de amparo que lo habilite para jugar en Colón.
En este sentido pasa por una decisión personal, ya que la institución no puede hacer otra cosa que acatar lo que dispuso la AFA el martes. Por ello, la opción más concreta es que el futbolista lleve adelante la gestión solicitando un recurso de amparo aduciendo la necesidad de trabajar.
La palabra de Lalinde
Justamente el delantero anoticiado de esta situación, habló con un medio uruguayo y dijo: “La verdad estoy como loco, no puedo jugar por ahora, me vine con mucha ilusión. Parece que si presento un recurso de amparo me permitirían jugar, pero todavía no sé”, aseguró.
Justamente el delantero anoticiado de esta situación, habló con un medio uruguayo y dijo: “La verdad estoy como loco, no puedo jugar por ahora, me vine con mucha ilusión. Parece que si presento un recurso de amparo me permitirían jugar, pero todavía no sé”, aseguró.
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