Lo dijo el diputado provincial Maximiliano Pullaro, quien impulsó varias denuncias contra narcotraficantes en el sur de Santa Fe. Criticó al gobierno nacional por falta de controles en la frontera norte y en el registro de precursores químicos.
.La Capital |
"Argentina es un país de producción de la última etapa de la cocaína. Aquí se recibe la droga, se la estira, se la refina, se la distribuye y hasta se la exporta. Argentina es el tercer país exportador de cocaína en el mundo".
Así opinó el hoy el diputado provincial de la Unión Cívica Radical Maximiliano Pullaro sobre el cruce de declaraciones entre funcionarios del gobierno nacional en torno a si Argentina es o no un país productor de drogas.
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, admitió la semana pasada que Argentina es un país productor de cocaína y ayer el secretario de Seguridad, Sergio Berni, lo contradijo.
Pullaro, quien como legislador impulsó graves denuncias contra narcotraficantes que operaban en la zona sur de la provincia, fue consultado sobre el cruce de declaraciones.
"El mismo Berni vino a estigmatizar a la provincia de Santa Fe en el caso de (Delfín) Zacarías y dijo que aquí se descubrió la mayor cocina de cocaína de la Argentina. Cuatro o cinco meses después dice que la Argentina no es productora de droga", sostuvo.
El legislador afirmó que Argentina "por condiciones climáticas no produce hoja de coca. Eso viene de otros países como Bolivia o Colombia. Lo real es que en Argentina, debido a que no existen los controles necesarios, a que no tiene una frontera radarizada y a que las rutas no son custodiadas por gendarmes, es un país de producción de la última etapa de la cocaína".
"Aquí se recibe la cocaína, se la estira, se distribuye y hasta se exporta porque Argentina es el tercer país exportador de cocaína en el mundo. Lo dice la Organización de Naciones Unidas a través de la Oficina sobre Drogas y Crimen", afirmó Pullaro.
El diputado sostuvo que a Argentina, especialmente por la frontera norte, "entra cualquier cosas. En segundo lugar tenemos al padre (Juan Carlos) Molina cuando asume en el Sedronar (organismo que combate el narcráfico) y denuncia que hay 500 expedientes sobre precursores químicos parados y que la Sedronar estaba vaciada desde lo financiero y lo técnico, con lo cual no se podía controlar nada. Desde que renunció Rafael Bielsa, la Sedronar estuvo nueve meses sin director. Hay una desidia desde el Estado nacional para controlar el registro de precursores químicos que se utilizan para estirar o refinar la cocaína".
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