SANTA FE: La carpa, una opción económica que permite el relax al aire libre

Los campings de la región se colmaron de familias que buscan disfrutar de la naturaleza a muy bajo costo. La experiencia de quienes aseguran que este tipo de turismo es el “mejor”. Algunos consejos
Diario Uno

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Atrás quedaron los tiempos de fogón, radio a pilas y linternas. Los campings de hoy se aggiornaron a las necesidades de sus usuarios y no sólo cuentan con servicio eléctrico en todo el predio, sino que hasta algunos ofrecen espacios con internet. En tanto, cada vez más santafesinos –parejas, amigos y grupos familiares– optan por salir a vacacionar a estos espacios, que brinda la región, y eligen la carpa como su gran aliada.
 

Equipados con todo, desde sillones, mesas, conservadoras y colchonetas; hasta ventiladores, cocinas, televisores y freezers, los aventureros se organizan de tal forma que sienten que en los días de descanso “están como en casa”, pero “al aire libre”.

Por amor a la naturaleza o para ahorrar unos pesos, la mayoría de los visitantes de los campings afirma que “este tipo de turismo es el mejor”, o al menos así lo aseguraron los acampantes que fueron consultados por Diario UNO en una recorrida realizada por el Club de Campo que el gremio de UCPN tiene a disposición de sus afiliados en la ruta Nº 1, kilómetro 2,5. “Nos encanta venir porque es un lugar muy seguro y además ofrece posibilidades para hacer lo que uno quiera”, dijo Rubén Fernández, oriundo de Granadero Baigorria, al tiempo que aseguró que durante toda la estadía se vuelca a la parrilla
para hacer todo tipo de exquisiteces y deleitar a su acompañante, Graciela Olivera.
 

Lo mismo aseguró Lito, mientras mostraba su elaboración del día: hamburguesas y papas fritas bien crocantes. “En los días de descanso me gusta desplegar mis habilidades”, dijo entre risas y continuó,
siempre respaldado por las precisiones de su esposa Alejandra: “Este lugar nos encanta porque nos permite despejarnos y divertirnos. Además, gracias al camping nos hemos hecho muchos amigos a los
cuales incluso seguimos viendo fuera de acá”.

De igual forma, desde un rincón bien equipado del predio, las rosarinas Nélida y Marcela también brindaron su opiniones. “Venir a acampar es algo hermoso. Acá se respira buena onda”, dijo Nelly y Marce completó: “El momento más lindo del día es la noche. Nosotros (llegó acompañada de sus hijos y una nieta) nos acostamos como a las tres de la madrugada y a la mañana, a pesar del calor, dormimos hasta cerca del mediodía”.
 

Asimismo, la familia Moretti, de Santo Tomé, afirmó que este tipo de vacaciones son ideales para despejarse de la rutina. En ese contexto, ellos prefieren dejar atrás los televisores, las compus y los celus,
aunque detallaron que sí les gusta la música. “Hay muchos que traen toda la tecnología, pero no es nuestro caso. Nosotros sólo venimos con la ropa y los insumos básicos y nos pasamos el día en la pile”, acotaron.
 

En coincidente línea, Panchi Helbling aseguró que tanto él como su grupo consideran que los días de camping son de relax absoluto. “En esta oportunidad vinimos doce. Cada uno hace lo que quiere, el objetivo es pasarla bien y divertirnos. La carpa nos gusta mucho y por eso ya repetimos la experiencia en varias oportunidades”, describió.

Postales
La jornada en un camping es mágica. Cada momento del día es diferente y tiene un costado maravilloso que suele ser del agrado de uno u otro visitante. Hay quienes prefieren observar el cambio de fisonomía que transita el lugar cada mañana, cuando poco a poco comienzan a escucharse los sonidos que anuncian la apertura de los cierres de las carpas; y casi al instante se encienden las emisoras radiales favoritas y se oye el chasquido de los encendedores que intentan prender los anafes para calentar las pavas.
 

Por otro lado, están los que aman el almuerzo, momento en que los hombres suelen colocarse al mando de las parrillas y las mujeres se agolpan en el sector de lavado para limpiar las verduras que incluirán
en las ensaladas. Los niños, por su parte, corretean por el lugar esperando que los platos llenos se depositen en las mesas.
 

Ya la tarde y la noche, aunque más bulliciosas, son también las favoritas de muchos visitantes que buscan estos momentos para charlar jugar y compartir con los demás.
 

En la región
El corredor de la Costa, sobre la ruta provincial Nº 1 y algunas localidades vecinas ofrecen una importante variedad de campings; algunos están abiertos sólo para sus socios y otros para todo público. Con un
costo cero o máximo aproximado de 50 pesos por día, se presentan como una de las alternativas más gasoleras a la hora de pensar el descanso veraniego.
 

Por otro lado, existen muchos espacios iguales que están propagados por distintos puntos de la provincia, el país y el exterior, incluso en los principales centros turísticos. En ese contexto, quienes decidan aprovechar los días de verano y elijan esta alternativa deben tener en cuenta varios puntos.
 

El principal se basa en la elección del lugar elegido para el acampe: el precio de estadía, los requisitos de ingreso y los servicios que presta el espacio. Una buena fuente de información es internet. Allí se pueden encontrar varios sitios web que ofrecen una larga lista de posibilidades (de todo el país). Basta con escribir en el buscador la palabra “camping” para que las sugerencias aparezcan.