Así lo señaló el Ministro de Economía de Santa Fe, Ángel Sciara. También señaló que el gobierno nacional improvisa y genera incertidumbre. El funcionario provincial se mostró muy crítico con las últimas medidas para frenar la escalada del dólar, que implicaron la devaluación del peso. Habló de la falta de un plan.
Diario UNO |
Más allá del análisis general sobre la situación, el titular de la cartera económica santafesina indicó a Diario UNO que confía en las capacidades del Ejecutivo para atenuar las complicaciones. “Santa Fe está muy preparada para poder gestionar situaciones de crisis”.
El funcionario en principio señaló que “estas medidas que se tomaron sugieren una improvisación y un conjunto de medidas incompletas. No se visualiza un programa del cual formen parte la devaluación y la semi apertura del cepo cambiario. Esto no es menor porque esta falta del plan implica que no haya un programa anti inflacionario”.
“Ante esta parcialidad en el manejo de los instrumentos (económicos), yo diría que esta errónea, incompleta, errática medida de política económica no logra algo que es fundamental para poder tener un programa exitoso, que es la credibilidad de las medidas del gobierno, en el gobierno y, al mismo tiempo, la eliminación o atenuación de la incertidumbre. Hoy estamos viendo ese efecto: la incertidumbre no sólo no ha disminuido, sino que ha aumentado”, fustigó Sciara.
El funcionario socialista calificó de “errática” la conducta del gobierno nacional y argumentó: "Primero se acuerdan precios y se compromete con ciertos empresarios a mantenerse el control de esos precios, incluso invitan a la provincia de Santa Fe a que participe del monitoreo de los precios, y días después se devalúa. Sin embargo, se menciona y se dice de una manera ingenua que no ven por qué razón la devaluación tiene que ser trasladada a precios. Es realmente algo inusitado que un funcionario pueda tener esa dosis de voluntarismo sin entender la lógica de las conductas empresariales”.
En el mismo sentido de lo anterior, Sciara planteó la contradicción en dos medidas anunciadas en cuestión de días: el plan Progresar y la devaluación. “El programa Progresar significa, nada más y nada menos, que un aumento de gasto y en consecuencia del déficit de 11 mil millones de pesos. Da la sensación que lo primero que se quiso hacer es compensar lo que venía después, pero evidentemente esto lo que está denotando también es no querer asumir o utilizar ciertos instrumentos bajo el supuesto que son herramientas ortodoxas. A mí modo de ver, las políticas ortodoxas o heterodoxas tienen que ver con la manera en que se combinan esos instrumentos y cómo se hace para que los costos los paguen los que más tienen”.
Desde el gobierno nacional se ha dicho que la escalada del dólar se debió a la acción de intereses especuladores. Para Sciara, en cambio, se trata de un problema de credibilidad. “La especulación no es natural al mecanismo económico. Uno genera las condiciones para que en lugar de volcarse los excedentes al aparato productivo se vuelquen los excedentes al aparato financiero-especulativo. Esto ocurre cuando hay señales inciertas, cuando hay señales contradictorias, cuando hay falta de credibilidad en el mediano plazo”.
Para el ministro algún efecto positivo tendrá la devaluación del peso en la provincia, pero es cauteloso al plantearlo y anticipa otras consecuencias adversas: “Yo podría decir que habrá algunos efectos positivos, porque no caben dudas que la devaluación aumenta los valores en pesos de las exportaciones y en consecuencia mejora el fondo sojero para todas las provincias; tampoco hay ninguna duda que el ritmo inflacionario, producto de la devaluación, significará tener aumentos en los valores nominales de los tributos y las provincias van a ver mejoradas su recaudación propia y su coparticipación”.
“Pero – subrayó- las provincias tienen que hacer frente a costos que también son ajustados por el proceso devaluatorio y que sufre el aumento de precios; sin pensar, además, en el agregado que es la cautela con que muchos proveedores del Estado adoptan ante esta incertidumbre, que va a significar, sin lugar a dudas, un parate en la actividad del Estado y en la prestación de los servicios”.
Pese a este cuadro, Sciara dijo: “Santa Fe está muy preparada para poder gestionar situaciones de crisis. Evidentemente vamos a tener que hacer algunos esfuerzos y tratar de distribuir de la mejor manera posible los costos que eventualmente esto ocasione”.
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