El manejo que se hizo de una computadora portátil que pertenecía a Luis Medina, el empresario rosarino con antecedentes por narcotráfico asesinado el domingo pasado, abrió una brecha nueva en la investigación judicial que trata de esclarecer el homicidio. Lo que se trata de establecer es si es verdad que un funcionario político del Ministerio de Gobierno se encargó de desbloquear y verificar el contenido de la máquina ni bien esta fue secuestrada por la policía provincial en la habitación del hotel donde se encontraba alojado Medina.
La Capital |
La verificación de que tal cosa ocurrió implicaría que hubo una seria violación a la cadena de custodia de una evidencia considerada de gran valor para la causa penal. Por eso la jueza de Instrucción Alejandra Rodenas ordenó reconstruir el trayecto que se inició con el hallazgo de esa computadora. Esto es quién la sacó en el hotel y quiénes eventualmente la manipularon para, a partir de esas averiguaciones, citar a declarar a todos los que estuvieron implicados en la acción.
El mismo día que Medina fue asesinado con al menos 14 balazos en el acceso Sur y Ayolas, en una acción en la que también murió su acompañante Justina Pérez Castelli, la policía examinó la habitación del hotel Pullman, en el City Center Rosario, donde estaba alojado él y su pareja. De allí se llevaron una computadora Mac Ultrabook hacia la Jefatura de Unidad Regional II donde empleados de la sección Pericias Informáticas no consiguieron desbloquearla.
Entonces, según fuentes del caso, fue convocado a tal efecto el secretario de Tecnología de la provincia, Javier Echaniz, quien pertenece al área del Ministerio de Gobierno que encabeza Rubén Galassi. Echaniz habría sido quien levantó el bloqueo de la máquina para acceder a su contenido.
Si tal cosa ocurrió la situación supone, más que una desprolijidad, un avance inaceptable sobre prueba sensible. Lo que habría correspondido, según fuentes judiciales, es que la máquina hubiera sido embalada y precintada para que un organismo decidido por el magistrado a cargo procediera a examinarla.
Esa revisión será realizada por especialistas de una fuerza de seguridad nacional que hasta anoche no se había definido. Si hubo manipulación la pericia en trámite lo revelará.
Revuelo. La trascendencia del hecho generó revuelo político. El diputado provincial justicialista Héctor Acuña, que es titular de la Comisión de Seguridad de la Cámara baja, lanzó una crítica muy fuerte ante lo ocurrido. "Es inadmisible que la policía de Asuntos Internos haya puesto una prueba fundamental como es una computadora personal de Medina en manos de un funcionario político. Han contaminado una prueba del crimen", sostuvo el legislador.
Acuña destacó que con esa acción un funcionario que depende del ministro de Gobierno pudo invalidar evidencia seria respecto de una persona a la que se le atribuyen negocios de narcotráfico y conexión presunta con el atentado sufrido por el gobernador Antonio Bonfatti en octubre pasado.
"¿Cómo explica el gobierno que maneja información que sólo tiene que manejar la jueza?", se preguntó el diputado. Y se manifestó ansioso porque un funcionario le "salga a responder cómo es posible que ocurra esto".
Por su parte, desde el gobierno provincial no hicieron hasta anoche manifestaciones sobre lo ocurrido. Fuentes del Ministerio de Seguridad se limitaron a señalar que habrá un pronunciamiento hoy. Y que nunca la máquina en cuestión dejó de estar fuera del control de la fuerza policial que la secuestró.
Allanamientos. En la causa que maneja Rodenas y que se caratula "NN sobre homicidio agravado" ya se realizaron cuatro allanamientos que requisaron lugares que frecuentaba Medina o ligados a sus relaciones.
Uno de los lugares requisados fue la casa en la zona sur de su ex mujer, Daniela Ungaro, que se encontró, según fuentes de la pesquisa, limpia de evidencia de interés para la causa.
También se allanó un departamento vacío que había alquilado Medina en las Torres Dolfines, el complejo inmobiliario que se encuentra en Puerto Norte. Allí había dos pintores en pleno trabajo que se limitaron a decir que Medina les había encargado el trabajo e iba poco por allí.
Rodenas también dispuso la requisa y clausura de Lume automotores, una agencia de vehículos de Pellegrini al 5500 cuya propiedad se le adjudica a Medina, por lo que el local fue atravesado con fajas. En el comercio no había nadie por lo que se vulneró la cerradura y se cautelaron algunos autos.
El último objetivo allanado fue un departamento ubicado en San Lorenzo 1067, que Medina había compartido con Daniela Ungaro cuando estaban relacionados. En ese lugar al entrar los policías un chico de 19 años, sin antecedentes penales, hizo exhibición de un arma de fuego no registrada por lo que fue preliminarmente detenido y le tomaron interrogatorio sumario por tenencia ilegal de arma. La madre de ese joven contó, según fuentes de la causa, que había comprado el departamento a Medina.
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