Cada domingo, miles de santafesinos disfrutan de la feria que integran unos 35 puestos de manualidades y artesanías. Desde su puesta en valor, la zona se posiciona con el paso del tiempo.
Caía la tarde en la ciudad de Santa Fe. Las agujas del reloj marcaban las 18. La temperatura rozaba los 23 grados y empezaba a descender lentamente. El Paseo de Artesanos Costanera –ubicado frente a la UTN y alrededores– recibía cada vez a más santafesinos que seguían llegando con su equipo de mate a dar una vuelta en la feria.
Con el cielo completamente despejado, ayer fue un día ideal para disfrutar de un rato al aire libre, y por qué no, para llevarse un adorno o una planta para el patio o el hogar, algún accesorio como aros y colgantes para las chicas, utensilios de hierro o madera, entre muchas otras cosas.
Desde su recuperación y puesta en valor, esta zona de la Costanera fue creciendo considerablemente y poco a poco apropiada por familias enteras, parejas y grupos de amigos de todas las edades.
“El movimiento es constante todos los domingos, sobre todo si el tiempo nos acompaña. Desde las 15 hasta las 20, o 20.30, recibimos a muchísima gente que se acerca a pasar la tarde y siempre se da una vueltita”, expresó Zulma, una artesana consultada por Diario UNO, mientras su pareja atendía a los interesados que llegaban a su puesto.
En este sentido admitió que las ventas en general son buenas y que puede vivir de esa actividad. “De esto vivo, con esto crío a mis hijas y me encanta lo que hago. Diseño adornos o cosas útiles para el patio o el hogar con todo lo que encuentro después de las tormentas como tronquitos, hojitas, pedazos de corteza y cañas. Después me encanta hablar con la gente y que me elogien lo que hago”, señaló la santafesina.
Su historia es similar a la de la mayoría de los emprendedores presentes. La respuesta de los santafesinos es altamente satisfactoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario