Se les inició un sumario interno y fueron pasados a disponibilidad. El jefe de la Unidad Regional II negó que los uniformados hayan golpeado al recluso.
De todos modos, el jefe policial dijo que “en principio” los golpes que reflejaba el rostro del detenido, que fueron descriptos por los testigos que ayer hablaron con Radio 2, no fueron por la acción de estos agentos, un hombre y una mujer.
El traslado, según Ardiles, se produjo desde el Hospital Centenario hasta la comisaría 14ª, ubicada en la zona de las Cuatro Plazas. Se realizó en un colectivo de la línea 142.
El detenido, explicó, había sido apresado el lunes cuando lo sorprendieron infraganti durante un robo. Esa misma tarde, se sintió mal y lo llevaron al Centenario, donde quedó internado con dos custodios.
Estos custodios fueron relevados el martes a la mañana por un hombre y una mujer que, siempre según la explicación de Ardiles, fueron los que, una vez que recibió el alta a la tarde, lo trasladaron en colectivo.
El sumario interno deberá dilucidar por qué lo hicieron. “A mi modo de ver se debió requerir un patrullero de la comisaría o de otra dependencia para es misma misión”, dijo Ardiles.
El comisario explicó que hace 25 o 30 años, “cuando las circunstancias lo requerían”, se hacían traslados de detenidos en unidades de transporte público. “Pero hoy la situación se presenta como irregular porque los móviles realmente están”, agregó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario