Sufrió una fractura de cráneo y permanece internado en grave estado en la unidad de terapia intensiva del hospital Víctor J. Vilela.
La Capital |
Un nene de 12 años casi se ahoga ayer en las piletas del parque Alem. El accidente —rodeado de pocas certezas— se produjo al mediodía, cuando Marcelo Martínez se encontraba en el balneario junto a un hermano mayor. De pronto, alguien dio el alerta al grito de "¡hay un chico en el fondo de la pileta!" y los guardavidas del complejo se tiraron al agua para rescatarlo. Junto a la médica del lugar, le practicaron las primeras maniobras de resucitación y le proveyeron oxígeno, lo que logró sacarlo de un paro cardiorrespiratorio. Entre siete y ocho minutos después, dos ambulancias de Ecco llegaron al lugar y trasladaron al menor al Hospital de Niños Vilela, donde le diagnosticaron una fractura de cráneo. Al cierre de esta edición de La Capital seguía internado en la unidad de terapia intensiva con pronóstico reservado, respiración asistida y sedación farmacológica.
Por una lesión craneana y otras en la mejilla derecha se presumió que Marcelo había caído y golpeado contra el borde de la pileta o lanzado a desde lo playo e impactado en el fondo.
Sin embargo, el jefe de guardavidas de la empresa Costanera Rosario, Leo Manino, negó que el chico pueda haber golpeado contra el fondo ya que la profundidad del sector del que fue rescatado va de 2,50 a 3,50 metros.
El presidente del directorio de la firma municipal, Oscar Borra, no descartó incluso que haya sufrido una caída previa porque "hubo testigos que lo vieron arrojarse, no caerse, al agua".
Como el complejo dispone de cuatro guardavidas y una guardia médica permanente ("con todo el mismo instrumental que una ambulancia", destacó Manino), el chico recibió maniobras de resucitación "incluso antes de ser retirado del agua, como establecen los protocolos internacionales". De la pileta salió con signos vitales, pero inconsciente. En minutos, las ambulancias llegaron al complejo. Una de ellas partió luego con el nene herido, su papá Juan Eduardo (que llegó desesperado al lugar) y su hermano Carlos, de 15 años, rumbo al Vilela.
"Me llamaron de la pileta para que fuera urgente porque lo habían sacado del agua con una fractura en la cabeza. También tiene agua en los pulmones", contó luego el padre, acompañado de su esposa.
El hombre explicó que los médicos debieron "entubarlo porque hizo otro paro cardiorrespiratorio". Una vez estabilizado, le hicieron una tomografía ayer por la tarde.
Carlos recordó que primero estuvieron con su hermano donde la pileta tiene 1,20 metro y se sentaron en el puente.
"Después fui al baño y le dije que no se metiera en la parte honda, pero cuando estaba preparando algo para comer me dijeron si ese era mi amigo porque se estaba ahogando", relató.
El chico no vio cómo se golpeó su hermano y aseguró que "no sabía nadar". Es más: contó que le estaban enseñando "en la parte playa".
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