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jueves, 4 de octubre de 2012

SANTA FE: “En dos días tuvimos casi 90 llamados para cambiar vidrios”


El propietario de una vidriería de la Ciudad de Santa Fe aseguró que la demanda en las últimas 48 horas fue muy importante y que aún siguen atendiendo a clientes afectados por el granizo.

“En dos días tuvimos casi 90 llamados para cambiar vidrios”
A más de 48 horas del temporal de viento y granizo que azotó a gran parte de la ciudad generó una gran demanda en los comercios dedicados a la reposición de cristales. La pedrada de la madrugada del martes duró pocos minutos, pero fue tal su intensidad que alcanzó para que muchos vecinos de la ciudad tuvieran ventanas, puertas o mamparas destruidas.

Naldo Travaglini, titular de una vidriería de la ciudad le dijo a Diario UNO que, entre el martes y hasta las primeras horas de la tarde de ayer, tuvieron cerca de 90 llamados de personas que habían sufrido en sus hogares o locales comerciales algún daño en cristales.

“Esta situación nos atoró de trabajo. Además, nosotros ya estábamos comprometidos con otras tareas. Esto nos significó salir a la calle a trabajar de corrido para poder cumplir con los clientes que pasaron este desastre”, expresó.

Al ser consultado sobre cuál fue el tipo de demanda que recibieron, Travaglini dijo: “Esta pedrada tomó un poco de costado y en las casas de familias se rompieron mamparas, ventanales y otros tipos de vidrios. Pero lo peor fue que con las ráfagas de viento también se afectó a vidrieras y puertas grandes. Donde el viento hizo el efecto de embolsar los daños fueron muy grandes. Hasta el momento (por ayer por la tarde) tuvimos casi 90 llamados, que por supuesto no pudimos tomar todos los trabajos. Pero aún siguen comunicándose personas que recién volvieron a sus casas y se están encontrando con los efectos del temporal”.


Los daños mayores

En la tormenta de la madrugada del martes pasado se combinaron una serie de factores que contribuyeron a potenciar algunos daños.

“El blindex no tendría por qué romperse con las piedras. Pero sí se rompieron ese tipo de vidrios, aunque en menor cantidad que los vidrios normales, porque las piedras rompieron un vidrio común y cuando entró el viento se llevó todo. Ese tipo de situaciones se vivió en varios lugares. Por suerte sólo fue una ráfaga de minutos, aunque en nuestro rubro vimos daños grandes y que parecía imposible que el viento pueda mover todas esas instalaciones”, señaló el vidriero.

En ese sentido, el comerciante explicó: “Estamos tratando de cubrir todo lo que podemos e incluso en algunos trabajos tuvimos que poner algo provisorios hasta que podamos ir otra vez para hacer una colocación definitiva”.

“Nosotros tenemos netamente un negocio de servicio. Sin el desastre de un temporal, de por sí tenemos llamadas continuas. Tenemos un ritmo de trabajo que ahora se nos trastoca y que nos lleva a tener que hacer un poco más de horas de trabajo”, aseguró Travaglini al referirse al esfuerzo que están realizando para cubrir los requerimiento de los clientes.


El antecedente

“Hace 12 o 14 años hubo una pedrada que fue mucho peor”, recordó Travaglini y agregó: “En esa oportunidad cayeron piedras mucho más grandes. Esa vez las piedras arrasaron con todo el centro y terminaron por la zona del Centro Friulano, frente a La Redonda. Todo lo que agarró de policarbonato terminó agujereado. También afectó mucho a las antiguas casas majestuosas que había en la zona del centro. Esas casas tenían una entrada, un zaguán y un hall grande que tenía un vitral arriba, que se rompieron todos. Esa vez, comparado con esta última, en nuestro rubro fue seis o siete veces peor”.

En tanto aclaró que esta vez la zona afectada fue la de Guadalupe donde los daños fueron importantísimos. “Yo fui en las primeras horas y las calles parecían un jardín por todas las hojas y ramas que había en la calle. Por ejemplo, en la Universidad Católica que tiene como doce paneles de cristal sólo quedaron tres o cuatro en pie. En ese caso la construcción también ayudó a que se embolsara un poco”.

“En la plaza de la Basílica de Guadalupe los árboles estaban partidos al medio. Después en la zona norte, en la salida hacia Recreo también fue una zona muy castigada. Mientras que en el centro lo peor fue la caída de la piedra”, describió.

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