El responsable de la empresa El Centinela, encargada de la vigilancia
física en el banco Macro que fue robado el último domingo, aclaró que
por ley "los guardias de seguridad no pueden estar armados". La ventana
sin rejas, una de las claves a tener en cuenta.
“No podemos hacer fundamentalismo de la seguridad”. Con cautela y
precisión, Miguel Milano, titular del Grupo Milano, analizó los
dispositivos y las medidas que se adoptan para preservar entidades
bancarias. A instancias de lo ocurrido en la sede del Macro en nuestra
ciudad, y en su calidad de responsable de la empresa El Centinela,
encargada de la seguridad privada física de la institución aclaró: “La
seguridad privada, la función en los bancos es meramente disuasiva. La
gente (los guardias) no porta armas. No puede defender los bancos en
estos casos porque lo primero que se tiene en cuenta es el tema del
resguardo de los clientes”.
En conversación con LT10, el empresario también especificó que el personal abocado a estas tareas y las firmas que los emplean son auditados por el Ministerio de Seguridad de la provincia, a través de la Dirección de Agencias de Vigilancia. El hecho de no portar armas “ocurre en todos los bancos porque es una ley que tenemos que acatar todos”. En tal sentido, también precisó que “existe un vigilador dentro de un búnker que es un lugar en el que está un policía, generalmente, que atiende cuando suenan las alarmas”. Todo esto depende del sistema de monitoreo adoptado por cada entidad, el cual puede funcionar vía “cableado o vía telefónica”.
En lo general, “la alarma en los bancos es silenciosa, normalmente suena en una central de monitoreo –del cual la Policía tiene conocimiento–, pero el guardia tal vez no sepa que la gente (el ladrón, por ejemplo) entró al banco”, explicó Milano.
En conversación con LT10, el empresario también especificó que el personal abocado a estas tareas y las firmas que los emplean son auditados por el Ministerio de Seguridad de la provincia, a través de la Dirección de Agencias de Vigilancia. El hecho de no portar armas “ocurre en todos los bancos porque es una ley que tenemos que acatar todos”. En tal sentido, también precisó que “existe un vigilador dentro de un búnker que es un lugar en el que está un policía, generalmente, que atiende cuando suenan las alarmas”. Todo esto depende del sistema de monitoreo adoptado por cada entidad, el cual puede funcionar vía “cableado o vía telefónica”.
En lo general, “la alarma en los bancos es silenciosa, normalmente suena en una central de monitoreo –del cual la Policía tiene conocimiento–, pero el guardia tal vez no sepa que la gente (el ladrón, por ejemplo) entró al banco”, explicó Milano.
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