Los hechos se produjeron casi al
final del encuentro en Santa Fe cuando los hinchas piratas rompieron un
alambrado. El arquero Olave fue detenido acusado de agredir a dos
policías. Luego recuperó su libertad.
La Capital |
Una serie de graves incidentes se produjeron ayer durante el partido
en el cual Colón y Belgrano igualaron 2 a 2 por la tercera fecha del
Torneo Inicial de Fútbol cuando los hinchas del equipo de Córdoba
chocaron con la Policía santafecina y rompieron el alambrado.
El episodio se produjo mientras se disputarban los últimos minutos del encuentro cuando los simpatizantes se trenzaron con los uniformados e intentaron ingresar a la cancha, lo cual no pudieron hacer. Según algunas versiones, la bronca de los hinchas venía desde antes debido a que la barra de Colón habría emboscado a los cordobeses en la previa del partido mientras que la Policía dentro de la cancha, respondió con fuerza y todo terminó en caos.
El partido estuvo detenido durante nueve minutos por decisión del árbitro Pablo Díaz y en el medio de los incidentes hubo corridas y balas de goma mientras que algunos medios cordobeses denunciaron que hinchas de Colón les robaron los equipos y los agredieron en las cabinas de prensa.
Producto de los disturbios, el arquero Juan Carlos Olave fue trasladado anoche a la sede judicial de Santa Fe donde debió declarar tras ser acusado de agredir a dos policías, para luego regresar a Córdoba. Al salir del vestuario luego del partido, el entrenador Ricardo Zielinski se mostró ofuscado: “Un desastre. Cada vez que venimos acá la Policía, nos cagan a palos. Dejen de hinchar las bolas. Que cuiden a la gente por favor”.
Además, los dirigentes del club cordobés denunciaron públicamente a la policía santafesina por su actitud hacia los hinchas de Belgrano, a quienes -según sus dichos- hicieron venir por un lugar no habitual y por las agresiones con agua y balas de goma en el momento de la rotura del alambrado.
El episodio se produjo mientras se disputarban los últimos minutos del encuentro cuando los simpatizantes se trenzaron con los uniformados e intentaron ingresar a la cancha, lo cual no pudieron hacer. Según algunas versiones, la bronca de los hinchas venía desde antes debido a que la barra de Colón habría emboscado a los cordobeses en la previa del partido mientras que la Policía dentro de la cancha, respondió con fuerza y todo terminó en caos.
El partido estuvo detenido durante nueve minutos por decisión del árbitro Pablo Díaz y en el medio de los incidentes hubo corridas y balas de goma mientras que algunos medios cordobeses denunciaron que hinchas de Colón les robaron los equipos y los agredieron en las cabinas de prensa.
Producto de los disturbios, el arquero Juan Carlos Olave fue trasladado anoche a la sede judicial de Santa Fe donde debió declarar tras ser acusado de agredir a dos policías, para luego regresar a Córdoba. Al salir del vestuario luego del partido, el entrenador Ricardo Zielinski se mostró ofuscado: “Un desastre. Cada vez que venimos acá la Policía, nos cagan a palos. Dejen de hinchar las bolas. Que cuiden a la gente por favor”.
Además, los dirigentes del club cordobés denunciaron públicamente a la policía santafesina por su actitud hacia los hinchas de Belgrano, a quienes -según sus dichos- hicieron venir por un lugar no habitual y por las agresiones con agua y balas de goma en el momento de la rotura del alambrado.
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