Acciones contra los "caranchos"
Los colegios de abogados
y médicos impulsan campañas educativas, y respaldan el proyecto de ley
que tiene media sanción en el Congreso. El jueves diserta la senadora
nacional Nancy Parrilli.
Desarticular las maniobras de organizaciones integradas por abogados,
médicos, camilleros, choferes de ambulancias y policías, entre otros,
que lucran con el dolor de las víctimas o deudos de accidentes de
tránsito, es el objetivo común asumido por agrupaciones profesionales de
nuestro medio, bajo la consigna de utilizar “armas legales para
combatir el ‘caranchismo’”.
Específicamente, los Colegios de
Abogados de Santa Fe y de Médicos han venido bregando por la
erradicación de estas prácticas e, incluso, han generado acciones
específicas con los diversos sectores involucrados, concretando
diferentes campañas de difusión sobre el tema, reiterando los derechos
que les asisten a las víctimas y cómo deben obran ante situaciones tan
traumáticas; a la vez que han coordinado medidas para intentar poner un
freno a este tipo de conductas reprochables.
En ese
contexto, se iniciaron las reuniones de una comisión integrada por
distintos sectores -en diversos momentos participaron los representantes
de los hospitales públicos, el Ministerio de Seguridad, la policía y
las compañías de seguros-, con el objeto de diseñar estrategias y
acciones concretas en la materia.
Al respecto, la reunión del
próximo jueves 28 de junio a las 19, en el anexo del Colegio de
Abogados (salón Alberdi), en 3 de febrero 2743 1º piso de nuestra
ciudad, tendrá como objetivo evaluar los resultados obtenidos hasta el
presente por la comisión, como así también activar otros mecanismos
tendientes a cumplir con los objetivos proclamados en su conformación.
Pero, fundamentalmente, será la oportunidad de escuchar la disertación
de la senadora neuquina Nancy Parrilli, autora de un proyecto de ley
-que a la fecha cuenta con media sanción en el Congreso-, que apunta
específicamente a combatir este tipo de maniobras inescrupulosas.
La iniciativa apunta a proteger a los sujetos más vulnerables y
afectados por el accionar de las mencionadas asociaciones ilícitas;
generalmente humildes trabajadores que, ante experiencias dolorosas
ocasionadas por accidentes de tránsitos, son defraudados y estafados,
quedando en un total desamparo, con la pérdida del sostén económico de
la familia y sin la indemnización que por ley les correspondería.
De aprobarse también en Diputados y convertirse en ley, las víctimas
estarán protegidas frente a estas maniobras. El dispositivo contempla
las siguientes modificaciones legales: a) todo acuerdo extrajudicial
sobre una indemnización de este tipo, debe ser homologado por el juez;
b) el pago de la indemnización debe ser efectuado directamente a la
víctima, aunque hubiera dado poder para cobrar; c) se prohíbe ceder más
del 40% de los créditos derivados de accidentes de tránsito.
Derechos en juego
En diálogo con El Litoral, el presidente del Colegio de Abogados,
Eduardo Massot, hizo hincapié en el recaudo de la homologación judicial
como recaudo protectivo para las víctimas, ya que garantiza el control
judicial frente a los arreglos que, de lo contrario, se llevaban
adelante al margen de esa supervisión. Por otra parte, recordó que las
campañas educativas desarrolladas apuntan a dejar en claro a las
víctimas y sus familiares que no es necesario firmar un poder a nombre
de terceros para poder reclamar una indemnización, y que los derechos al
respecto no se pierden por no hacerlo inmediatamente.
Por su
parte, el presidente del Colegio de Médicos, José María Albrecht,
explicó hasta qué punto los “caranchos” condicionan la atención médica,
dado que se aprovechan de la desesperación de las víctimas y sus
familiares -en medio de una conmoción que, muchas veces, los encuentra
en un lugar ajeno y desconocido- para prometerles atención médica
adecuada a cambio de la cesión de derechos.
“La persona tiene
que saber que el Estado tiene obligación de darle atención. El hospital
tiene que dar una pronta respuesta, para evitar este tipo de maniobras,
y las compañías de seguros podrían colaborar con un fondo específico
para afrontar estos casos”, sostuvo.
Massot y Albrecht, en
representación de los abogados y los médicos, establecieron que las
víctimas deben tener en cuenta derechos de dos rangos diferentes, y con
tiempos también distintos: la protección de la salud, que requiere
atención inmediata, y el resarcimiento económico por el daño, que “puede
esperar” sin verse afectado.
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