La policía rosarina justificó su
pasividad frente a los incidentes de anteanoche en el centro de la
ciudad. Temían un choque entre hinchas de Central y Newell\'s en el
parque Independencia.
La Capital |
La policía rosarina defendió su actuación durante los incidentes
protagonizados por hinchas de Central el miércoles a la noche. Frente a
las críticas por la pasividad manifiesta durante los desmanes, la cúpula
de la fuerza explicó que se buscó evitar un enfrentamiento "mucho más
grave" con simpatizantes de Newell\'s en Oroño y Pellegrini por encima
de las detenciones en pleno centro de Rosario.
"Se optó por disuadir y no detener (a
los que generaron destrozos)", precisó el titular de la Unidad Regional
II, Walter Miranda. El subjefe, Hernán Brest, aclaró que no hubo
imputados "porque los agentes estaban en inferioridad numérica".
Parte de los incidentes en la peatonal
Córdoba y el Paseo del Siglo fueron registrados por el sistema de
videovigilancia de la Municipalidad.
En ese sentido, el subsecretario de
Prevención y Seguridad Ciudadana, Luis Baita, confirmó que el lunes
próximo los apoderados legales del municipio harán una presentación
judicial. Por su parte, la comisión directiva de Central salió a
repudiar lo ocurrido (ver aparte).
Prioridades. Según la
versión policial, los hechos fueron "graves" pero pudieron haber sido
"de consecuencias extremadamente complicadas" si ocurría un choque entre
facciones de Central y Newell\'s en Oroño y Pellegrini. De allí que se
defiende el operativo, que privilegió impedir ese escenario por sobre
preservar el orden en las calles.
Los desmanes se generaron en medio de
la conmemoración del Día de la Lealtad, que la hinchada auriazul
instauró para hacer público su "aguante" al club en el aniversario del
descenso de categoría, consumado el 23 de mayo de 2010, frente a la
celebración rojinegra ante la desgracia de su eterno rival. La
convocatoria fue a través de las redes sociales y el punto de encuentro
acordado fue el Monumento a la Bandera.
Al respecto, Brest confió que unos 60
policías fueron designados para el operativo en la zona del bajo, donde
había más de 700 hinchas, según las estimaciones de la fuerza. De ese
total, unos veinte efectivos permanecieron en el lugar y el resto
acompañó a los 400 simpatizantes que subieron por el centro de la
ciudad.
Allí la policía pudo confirmar que el
destino final de la marcha era la cancha de Newell\'s, donde había al
menos un centenar de hinchas leprosos. Fue entonces que la prioridad del
operativo se centró en impedir ese choque.
Miranda precisó que la situación se
complicó cuando la movilización intentó "tomar calle Córdoba hacia la
peatonal, algo que fue impedido por la policía".
Según el jefe de la fuerza, pese a los
controles "estos jóvenes generaron desorden y roturas a su paso, con una
actitud hostil y violenta que llama poderosamente la atención".
Los destrozos aludidos se registraron
por calle Rioja, desde Juan Manuel de Rosas hasta España, donde hubo
roturas de vidrieras e impactos en autos que estaban estacionados.
También fueron agredidos y robados ocasionales transeúntes de esa
arteria.
Una vecina, Abigail, denunció que, al
ver la violencia de la manifestación, llamó a la policía "pero pasaban
de largo, no hacían nada, y era muchísima gente".
"La sensación que me queda después de
todo esto es que, si algún día me pasa algo, sé que no puedo contar con
la policía", agregó.
En ese sentido Miranda señaló:
"Entiendo que la gente quería el resultado de las detenciones pero
preservamos la integridad física de todas las personas por sobre las
cuestiones materiales. Estamos viviendo una etapa de gran violencia e
intolerancia que, lamentablemente, la padecemos todos".
El momento de mayor tensión se dio en
Rioja y Oroño, cuando la policía disparó balas de goma para disuadir a
los manifestantes de que tomaran el bulevar y llegaran al parque
Independencia.
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