Maximiliano T., el chico de 21
años apresado y acusado de haber asesinado a Dayana Capacio, la
adolescente cuyo cuerpo apareció en un bosquecito cercano a General
Lagos el mediodía del viernes tras estar desaparecida desde el martes,
se desligó del hecho que le imputan y dio un pormenorizado detalle de lo
que hizo durante las jornadas que precedieron al hallazgo del cadáver y
su detención.
Fue ayer a la mañana, al ser indagado por el juez de Instrucción Luis
María Caterina en presencia de la fiscal Viviana Baliche y de su
abogado defensor, Eduardo Sosa.
La trágica historia que llevó a
Maximiliano T. a los estrados judiciales empezó a desandarse el martes a
la tarde cuando Dayana, de 17 años, salió de su casa de Uriburu al
2400. Entonces, mientras su mamá estaba trabajando, la chica le dijo a
sus hermanos que se iba a la casa de una amiga para estudiar porque
tenía una prueba en la escuela. Salió con un cuaderno espiralado y unos
apuntes y nunca más regresó. Ya entrada la noche, cuando la menor no
regresó a su hogar y su madre no obtenía respuestas a sus llamados y
mensajes telefónicos, la preocupación se apoderó de la familia.
El misterio del paradero de Dayana,
quien trabajaba cuidando a un nene y cursaba el 2º año en la escuela de
enseñanza media de Rodríguez al 4600, se develó el mediodía del viernes.
Entonces, un cazador que merodeaba por un bosquecito que se erige a la
vera de la autopista Rosario-Buenos Aires, en jurisdicción de General
Lagos, advirtió la presencia de un cadáver. Dio aviso a la policía y los
agentes de la subcomisaría 13ª que llegaron al lugar comprobaron la
infausta noticia. El cadáver, vestido, presentaba dos cortes profundos
en el cuello, varias heridas punzocortantes en distintas partes del
cuerpo y un impacto de bala detrás de su oreja derecha. Además, el
cuerpo había empezado a ser consumido por un fuego encendido poco antes.
Ayer, extraoficialmente, trascendió que
la autopsia no detectó heridas de armas de fuego en el cadáver y que la
causa del deceso habrían sido los profundos cortes sufrido en el
cuello.
Pero eso no fue lo único que hallaron
los policías en ese bosque. Mientras un policía se quedaba a custodiar
el cadáver, su compañero emprendió viaje hacia la comisaría del pueblo
para dar la novedad. Entonces se topó con un Volkswagen Gol que salía
del lugar. Lo detuvo e identificó a su conductor. Era Maximiliano T., un
ex novio de Dayana que misteriosamente se hallaba en la escena del
crimen. Según fuentes policiales, el muchacho tenía en su poder un
revólver calibre 32 sin balas. Por eso quedó detenido e imputado de
privación ilegítima de la libertad, homicidio calificado y portación de
arma.
El descargo. Tras
pasar la noche tras las rejas, Maximiliano T. fue llevado ayer a la
mañana al despacho del juez Caterina para ser indagado. "Siempre mostró
interés en declarar, en contar paso a paso lo que ocurrió porque asegura
que no tiene nada que ver con el crimen", dijo ayer el abogado Eduardo
Sosa.
De acuerdo al profesional, el muchacho
"trabaja en una empresa metalúrgica y es un chico contenido tanto social
como familiarmente". Y agregó que "no tiene antecedentes penales".
"El joven contó detalladamente lo que
hizo desde el domingo de la semana pasada hasta el momento en que fue
detenido. Asegura que en esos días hizo su vida normalmente y que no
tuvo contacto alguno con Dayana. Que el martes quiso llamarla para
encontrarse porque el quería retomar la relación pero que ella no lo
atendió. Y que ese mismo día llamó a una compañera de escuela de la
joven para que mediara pero que la chica le dijo que Dayana no había ido
a la escuela", relató Sosa.
Asimismo, el profesional aseguró que su
cliente "brindó al juez el nombre de otro muchacho que estaba saliendo
con Dayana ultimamente, una relación que aparentemente era desconocida
por la familia de la chica, y que a mi entender debe ser objeto de
investigación".
Un anónimo. Respecto
de la presencia de Maximiliano en el lugar donde se halló el cadáver, el
abogado comentó que su cliente "recibió un escrito anónimo en su casa
la noche del jueves en el cual, presuntamente la chica, lo convocaba al
lugar. Creo que decía algo así como que «a las 11 te espero en el
Gauchito Gil»", recordó en relación al santuario que se levanta delante
del bosquecito donde apareció el cuerpo. Vale aclarar que ese lugar es
conocido por los lugareños como una especie de "villa cariño" concurrida
por parejas de la zona, pero ni Dayana ni Maximiliano viven en las
cercanías.
También relató que "el joven dijo no
haber entrado al bosque, que esperó un rato y que como nadie llegó
decidió irse. Entonces se cruzó con la policía".
Sosa también remarcó que Maximiliano
"contó que se comunicó con los padres de Dayana en forma permanente
desde que la chica desapareció, les ofreció su colaboración, y fue
interrogado por la policía en un par de ocasiones". Y admitió que el
joven "pretendía reiniciar la relación con Dayana pero la chica se
negaba, presuntamente porque su madre se oponía y le decía que no era
conveniente".
La indagatoria a Maximiliano seguirá el
lunes a la mañana cuando el juez cuente en su despacho con el resto de
las actuaciones policiales. Entre ellas el arma secuestrada en el auto
del joven para que éste la reconozca o no, y las prendas de vestir y
otros elementos que los investigadores se llevaron de la casa de pasaje
Patria al 2000 donde reside el muchacho y que fue allanada la noche del
viernes.
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