El represor, condenado en Rosario, fue considerado no apto
para afrontar un juicio. Está acusado por tres desapariciones
y 31 casos de privación ilegítima de la libertad y aplicación de torturas.
El Tribunal Oral Federal de Paraná decretó la suspensión del proceso
contra Ramón Genaro Díaz Bessone, por considerar que no está en
condiciones psíquicas de comprender cabalmente y en detalle las
imputaciones y enfrentar el devenir de un proceso penal. El ex jefe del
Segundo Cuerpo de Ejército está acusado, junto con otros ocho
represores, por crímenes de lesa humanidad cometidos en la zona este de
la provincia de Entre Ríos durante la última dictadura. "El procesado
Díaz Bessone no está en condiciones psíquicas de estar en juicio en la
audiencia de debate en la presente causa, pues no posee aptitud para
afrontar en plenario una intervención activa y efectiva en ejercicio del
derecho de defensa, de intervenir en aquellos actos que
imprescindiblemente requieren de su personal participación; tampoco
puede tomar decisiones acerca de cuál ha de ser su comportamiento
durante el debate oral, como que está incapacitado de controlar
materialmente la recepción de la prueba y contrarrestar aquella que le
fuere adversa". Con esas palabras, en la voz de su presidenta, Lilia
Carnero, el tribunal comunicó su decisión de separar al ex comandante
del Segundo Cuerpo de Ejército del juicio. La novedad fue dada a conocer
apenas ocho días después de que el Tribunal Oral Federal de Rosario
impusiera para Díaz Bessone una condena de prisión perpetua por los
delitos de homicidio calificado por alevosía, privación ilegítima de la
libertad y tormentos contra 91 víctimas que pasaron por el centro
clandestino de detención que funcionó en el Servicio de Informaciones
(SI) de la ex Jefatura de Policía. Según dijeron los camaristas, el
represor tuvo durante la etapa de instrucción una "intervención activa,
de argumentada resistencia a la imputación", por lo que considera que
esa es "la conducta que es dable espera de él cuando se encuentra en
condiciones óptimas de capacidad mental, con aptitud de comprender
cabalmente y en detalle lo que se le imputaba"; en contraste con "su
estado actual silente, de desinterés, de desafectación o rechazo de la
situación y que solo halla explicación y se concilia entonces con la
incapacidad o ineptitud mental que actualmente padece derivada de su
actual deterioro cognitivo, como de su estado depresivo e hipobúlico con
indudable impacto en toda su estructura subjetiva y en sus actos
voluntarios, posterior al ACV isquémico que sufriera el año pasado".
Luego de conocida esta resolución, los querellantes adelantaron que
apelarán la decisión del tribunal ante la Cámara Nacional de Casación
Penal y esperan que también lo hagan los fiscales, para exigir que Díaz
Bessone sea sometido a estudios físicos y psicológicos que acrediten con
niveles de certeza su estado de salud. "Nuestra insatisfacción con la
decisión es total y absoluta", admitió el abogado Marcelo Baridón a
Rosario/12. En tanto, Rubén Pagliotto acotó que "es una decisión ligera
que no se ha adecuado a ningún estándar científico, porque ningún perito
se ha manifestado en forma explícita respecto de que no comprendía". La
semana pasada el tribunal en pleno se trasladó hasta el departamento
donde Díaz Bessone cumple arresto domiciliario en Rosario, para
constatar en forma personal su estado de salud. Si bien en un principio
la entrevista era para establecer si el represor estaba en condiciones
de participar de las audiencias de debate, luego el defensor oficial
Mario Franchi planteó la suspensión del proceso por considerar que no
estaba en condiciones de psíquicas de afrontar un proceso penal. El
planteo de la defensa fue rechazado por los fiscales y querellantes, y
los peritos del Cuerpo Médico Forense Esteban Toro Martínez, Celminia
Guzmán y Mónica Herrán ratificaron lo declarado ante el Tribunal Oral
Federal de Rosario el 5 de marzo pasado: Díaz Bessone presenta un
deterioro "leve a moderado" en su capacidad de concentración y de
memoria, pero que podría seguir el juicio desde su domicilio. No
obstante, sugirieron que se lo someta a un estudio multidisciplinario
para establecer fehacientemente su estado de salud, que podría
realizarse en días consecutivos, primero las especialidades médicas y
luego los exámenes psicológicos y neurológicos. Pero esto no fue
atendido por el tribunal de Paraná. Díaz Bessone está imputado como
integrante de una asociación ilícita, en el marco de un plan sistemático
de persecución y exterminio de militantes. Se trata de tres causas
acumuladas por hechos ocurridos en Concordia, Gualeguaychú y Concepción
del Uruguay, y se le atribuyen la comisión de los delitos de
allanamiento ilegal de domicilio, privación ilegítima de la libertad y
aplicación de torturas en perjuicio de 31 víctimas, y tres casos de
desaparición forzada de personas.
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