Dos jóvenes fueron detenidos el
mediodía de ayer en Ovidio Lagos al 3400 tras una persecución Huían
después de un atraco y se estamparon contra un vehículo de la policía
sin identificación.
Se podría decir que los dos
ladrones que ayer al mediodía chocaron de frente contra un Chevrolet
Corsa en Ovidio Lagos y Deán Funes son hombres de poca suerte. De
acuerdo al relato oficial, ambos huían en una moto tras haber asaltado
al menos un supermercado de capitales chino ubicado en Amenábar al 1700.
Aunque los pesquisas investigan si son los mismos que robaron otros dos
negocios, de Moreno y Juan Canals y de Ayolas al 1900, en un raíd
delictivo que tuvo su punto final en el accidente. ¿Por qué hombres de
poca suerte? Porque los que circulaban en el Corsa eran efectivos de la
Sección Capturas de la División Judiciales de la policía rosarina que
regresaban de un operativo y, tras el choque, los detuvieron. Otra
paradoja es que ambos asaltantes tenían pedidos de capturas activos.
El chasquido de las cubiertas sobre el
pavimento y el golpe del impacto sobre la chapa fueron estremecedores.
Tanto es así que motivó que los vecinos de Ovidio Lagos y Deán Funes
salieran en tropel para observar qué había ocurrido. Lo que vieron fue a
dos muchachos que habían rodado por el suelo, uno de ellos sin poder
levantarse, y varios patrulleros que confluían en la esquina. Uno de los
jóvenes fue detenido y conducido a una de las patrullas. El otro quedó
tendido largo rato sobre el pavimento, a un par de metros de una
alcantarilla y de un revólver calibre 38 largo digno de una película de
cowboys. Ambos fueron identificados como Bruno David R., de 28 años, y
César Mauricio Z., de 26, a quienes le secuestraron una moto Honda 110
color gris en la que circulaban y con la que chocaron contra el auto de
los pesquisas.
Además de los curiosos, a la escena de
la detención llegó un trabajador del supermercado chino "Apolo", de
Amenábar al 1700, al que los ladrones le robaron su Honda Dax modelo 98
color azul turquesa, dominio 788BUB. "Yo trabajo como carnicero en el
súper chino. Cuando vi como era la jugada (que los ladrones habían
ingresado al comercio) me escondí en un depósito. Pero me dejé sobre el
mostrador la llave de la moto y de la linga con la que estaba atada y se
la llevaron", explicó el trabajador robado.
Asalto rápido. El
tramo final de lo que se investiga como un raíd delictivo sobre
supermercados del barrio dio comienzo en el supermercado "Apolo",
ubicado en Amenábar entre Italia y España, frente al complejo de
edificios de Empleados de Comercio. Ahí, a las 11.45, ingresaron entre
cuatro y cinco ladrones armados que se dispersaron dentro del espacioso
local que cuenta con dos cajas registradoras que eran atendidas por
ciudadanas chinas. Apolo cuenta con cámaras de seguridad, como buena
parte de los negocios de la colectividad oriental. "Estoy segura de que
los ladrones entraron al súper cerca de las 10 de la mañana para mirar
como estaba todo. Fueron al sector de panadería y compraron unas
facturas. Se los notaba muy apurados. Pagaron y se fueron", explicó ayer
una de las empleadas del local.
A partir del diálogo con varios
empleados del súper se pudo reconstruir que los ladrones —algunos dicen
haber visto a cuatro y otros a cinco— llegaron cuando en el negocio
había al menos cinco clientes, la mayoría en el sector de cajas. "Uno de
ellos se metió por uno de los pasillos entre las góndolas y agarró a
uno de los chinos que estaba reponiendo lácteos. Lo sorprendió, le puso
el arma en la cabeza y lo llevó hacia el fondo. Lo hizo arrodillar y lo
mantuvo un rato encañonado", explicó una de las empleadas.
Esa situación fue aprovechada por el
carnicero, quien ganó la puerta a uno de las depósitos y trabó el
ingreso desde adentro. Ese movimiento le hizo evitar la angustia de
estar encañonado pero le costó el robo de su Honda Dax.
Dos de los delincuentes se concentraron
sobre las cajas. Sólo una de ellas estaba habilitada y era atendida por
una ciudadana china. Entre los gritos, el arma y el apuro, la cajera y
su elemento de trabajo colapsaron. Con la imposibilidad de abrir las
cajas, los malhechores comenzaron a darle rienda suelta a la ratería.
Uno tomó un par de ojotas, por ejemplo. El que más se benefició, uno que
vestía una campera negra, fue el que se llevó la moto del carnicero.
Más que retirada, la de los ladrones fue una desbandada y los dos
detenidos huyeron en la Honda.
Un vecino que vio la escena a lo lejos
llamó al 911 y en la zona se implementó un operativo cerrojo que dio
resultado cuando, con el móvil de Seguridad Vial 4619 en los talones,
manejando a contramano por Ovidio Lagos hacia el sur, los ladrones se
toparon de frente con el Chevrolet Corsa de la Sección Capturas de la
Jefatura. Un verdadero porrazo para los maleantes, a quienes se le
incautaron alrededor de 1.500 pesos y un revólver calibre 38, quienes
quedaron a disposición de la jueza de Instrucción Raquel Cosgaya.
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