El vicepresidente salió al cruce
de la decisión de Macri de rechazar el traspaso de los subtes pero se
negó a contestar preguntas sobre el escándalo de la imprenta.
Luego de las quejas oficiales por la decisión del jefe de
Gobierno porteño, Mauricio Macri, el Gobierno nacional salió a
cuestionar la medida, mientras sigue en tela de juicio la política de
transporte, luego del accidente ferroviario de Once. A las declaraciones
del jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, se sumó el
vicepresidente, Amado Boudou, que habló de todo, incluso del escándalo
de Ciccone Calcográfica.
Por primera vez desde que se conociera la noticia sobre su presunta
vinculación con los propietarios de la empresa, Boudou habló del caso y
calificó como una \"mentira\" su relación con la compañía, a pesar de
que la Justicia investiga la presunta comisión de los delitos de tráfico
de influencias y lavado de dinero del funcionario.
\"Es una mentira que no me puedo poner a contestar porque sería tomar la
agenda que nos quieren imponer”. “Permítanme decirles que es mentira y
que todo se va a ir conociendo en la medida que avancen los distintos
actores\", afirmó Boudou en 6.7.8, al tiempo que responsabilizó al
“grupo Clarín, y a los diarios La Nación y Perfil” por “mantener la
atención” de la denuncia. “Es todo una cosa impresionante\", opinó.
Horas antes, la conducción de la ex Ciccone Calcográfica publicó una
solicitada en la que señaló que las acusaciones en su contra son
\"infundios y mentiras\", según informó la agencia DyN.
Además, confirmó que el empresario Alejandro Vandenbroele, supuestamente
vinculado a Boudou, es \"director\" en la empresa, denominada
\"Compañía de Valores Sudamericana S.A.\" (CVS) tras la quiebra de
Ciccone, y que fue a partir de la \"ayuda invalorable de amigos, socios y
allegados comerciales\" que se consiguieron \"los recursos económicos
financieros y profesionales\" para recuperarla.
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