El Secretario de Seguridad de
Santa Fe, Marcos Escajadillo, no logró acordar una reunión con los
vecinos de barrio Azcuénaga, en Rosario, que exigen mayor protección
tras el crimen de un chico de 16 años, pero confió en la posibilidad de
diálogo. Admitió la preocupación del gobierno por la sucesión de
muertes: “Estamos como el bombero corriendo detrás del incendio”,
graficó.
No hubo reunión. El encuentro previsto para este domingo a la
mañana, en Roullión y Mendoza, entre vecinos del barrio Azcuénaga con el
secretario de Seguridad Pública, Marcos Escajadillo, fue suspendido
luego de que ambas partes no se pusieran de acuerdo en cuanto al lugar
de la cita y los participantes de la cumbre. El objetivo era dialogar en
torno a la inseguridad que reina en la zona luego de que el viernes
pasado un joven de 16 años fue asesinado en Pérez Bulnes y Pedro Lino
Funes, en el marco de un asalto.
El adolescente estaba junto a su novia a la salida de una escuela y lo
asaltaron para robarle una moto. Los vecinos, hartos de la inseguridad
en la zona, organizaron un cacerolazo y un piquete durante la mañana y
la noche de ayer, situación que fue repetida este domingo a la mañana.
Consultado por Rosario3.com, Fabio Acosta, secretario general-vocero de
la Federación Rosarina de Paseos Comerciales, informó que la reunión se
canceló porque los vecinos querían reunirse con Escajadillo bajo la
modalidad de asamblea en plena calle. En cambio, el funcionario buscaba
encontrase con algunos representantes del grupo, en un lugar cerrado.
Esta diferencia dio por tierra la cumbre y los vecinos decidieron volver
a manifestarse este lunes, alas 20 en el mismo lugar.
Escajadillo, por su parte, confirmó el desencuentro pero confió en que
el diálogo será retomado en breve: “La reunión con los vecinos es
nuestra lógica de trabajo, ya lo hemos hecho en la mayoría de los
distritos. Estamos dispuestos al diálogo, dedicados a esto las 24 horas
pero sólo pedimos hablar con algunos representantes porque la
experiencia nos indica que lo otro no es viable”.
El funcionario provincial admitió que “hay una gran preocupación por el
tema que es el principal de la agenda del gobierno”, dijo en torno a la
inseguridad y la sucesión de crímenes en el marco de robos menores.
“Está a flor de piel”, agregó y confesó: “Esto es lamentable. El viernes
cuando me enteré dije: “Esta vida que se pierde con todo lo que se está
haciendo”. Pero bueno, hay que redoblar el esfuerzo entonces”, analizó.
“Estamos como el bombero corriendo detrás del incendio”, se sinceró pero
remarcó que en este último tiempo, el gobierno trabaja en el incremento
de la presencia de fuerza pública en los barrios. “Estamos dispuestos a
dialogar con los vecinos de este barrio y de todos los barrios, a
explicarles nuestros avances, a mostrarles como hemos cambiado nuestro
abordaje, multiplicando el esfuerzo. También estamos para escuchar a la
gente”, terminó.
La investigación del crimen
Escajadillo adelantó que aún no han obtenido nuevas pistas en torno a
los autores del hecho. “Estuve reunido con el jefe de la policía, Néstor
Arismendi, y me comunicó que todo Homicidios está trabajando en el
caso”, indicó.
Además, advirtió que la única testigo es, hasta ahora, la novia de la
víctima: “Es una chica menor de edad que está muy afectada. Tendremos
que esperar el momento a que se sienta mejor para declarar”, añadió.
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