El operativo es comandado por
personal de la Justicia, efectivos policiales y de la Guardia Urbana y
se extenderá durante la jornada ya que son muchas las personas que deben
ser trasladadas junto a sus pertenencias. El trámite se realiza sin
violencia aunque con alguas discusiones. \"Lo que nos queda es la
calle\", dijo Pablo que se encuentra sin destino junto a su mujer y su
bebé.
Un oficial de Justicia acompañado por efectivos policiales y
personal de la Guardia Urbana, llevan adelante el desalojo del inmueble
situado en San Luis 1038 según lo dispuesto por el juez en lo Civil y
Comercial Eduardo Arichuluaga.
El operativo se realiza desde las 8 con el objetivo de que se retiren del lugar las personas que viven bajo ese techo y trasladen todas sus pertenencias. La orden es para proceder a la demolición porque “el peligro de derrumbe es inminente”, detalló uno de los abogados.
El letrado explicó que el inmueble “es un fideicomiso compuesto por comerciantes de la zona, que fue conformado el año pasado y fue comprado hace más de un año a una persona que vive afuera, en España”.
Otro de los abogados explicó que la orden librada por el juez para desalojar se desarrolla “en función de la medida cautelar por el riesgo de derrumbe del inmueble y para evitar que haya pérdida de vidas o lesiones graves de las personas que lo están habitando”.
El desalojo comenzó temprano y se va a instrumentar durante toda la jornada. “Va a llevar un tiempo porque son bastantes personas y hay que trasladar muebles y efectos personales”, dijo y explicó que hasta ahora no hay inconvenientes, “creo que han entendido el riesgo de derrumbe”.
Sin destino. Si bien no se registran escenas violentas, se producen algunas discusiones mientras se concreta el desalojo pacífico. Raúl Rainone, de Defensa Civil explicó que algunos de los ocupantes ya tienen destino y otros están en trámite a través de la Municipalidad aunque no les satisfacen demasiado las propuestas.
Pablo que se encuentra con su mujer y su bebé lamentó la situación por la que se han quedado sin vivienda. “Lo que nos queda es la calle”, dijo con la voz entrecortada al móvil de La Ocho.
Y manifestó su bronca por la ausencia de funcionarios del gobierno que los ayuden a encontrar un lugar para vivir. “Nos sentimos defraudados, nos sentimos muy mal, no hay gente de Derechos Humanos, ni funcionarios, a nosotros en el Concejo nos dijeron que no sabían nada del desalojo y acá estamos”, dijo.
Otras familias con hijos aún permanecen bajo la incertidumbre de cual será su destino mientras quienes no tiene hijos ya fueron ubicados en otras pensiones.
El operativo se realiza desde las 8 con el objetivo de que se retiren del lugar las personas que viven bajo ese techo y trasladen todas sus pertenencias. La orden es para proceder a la demolición porque “el peligro de derrumbe es inminente”, detalló uno de los abogados.
El letrado explicó que el inmueble “es un fideicomiso compuesto por comerciantes de la zona, que fue conformado el año pasado y fue comprado hace más de un año a una persona que vive afuera, en España”.
Otro de los abogados explicó que la orden librada por el juez para desalojar se desarrolla “en función de la medida cautelar por el riesgo de derrumbe del inmueble y para evitar que haya pérdida de vidas o lesiones graves de las personas que lo están habitando”.
El desalojo comenzó temprano y se va a instrumentar durante toda la jornada. “Va a llevar un tiempo porque son bastantes personas y hay que trasladar muebles y efectos personales”, dijo y explicó que hasta ahora no hay inconvenientes, “creo que han entendido el riesgo de derrumbe”.
Sin destino. Si bien no se registran escenas violentas, se producen algunas discusiones mientras se concreta el desalojo pacífico. Raúl Rainone, de Defensa Civil explicó que algunos de los ocupantes ya tienen destino y otros están en trámite a través de la Municipalidad aunque no les satisfacen demasiado las propuestas.
Pablo que se encuentra con su mujer y su bebé lamentó la situación por la que se han quedado sin vivienda. “Lo que nos queda es la calle”, dijo con la voz entrecortada al móvil de La Ocho.
Y manifestó su bronca por la ausencia de funcionarios del gobierno que los ayuden a encontrar un lugar para vivir. “Nos sentimos defraudados, nos sentimos muy mal, no hay gente de Derechos Humanos, ni funcionarios, a nosotros en el Concejo nos dijeron que no sabían nada del desalojo y acá estamos”, dijo.
Otras familias con hijos aún permanecen bajo la incertidumbre de cual será su destino mientras quienes no tiene hijos ya fueron ubicados en otras pensiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario