El frigorífico Mattievich
realizó ayer el pedido formal ante el Ministerio de Trabajo de Santa Fe
de la reapertura del procedimiento preventivo de crisis, mecanismo que
le permite a la empresa ajustar su planta de Rosario, que hoy opera sólo
al 40 por ciento de su capacidad de producción.
El frigorífico Mattievich
realizó ayer el pedido formal ante el Ministerio de Trabajo de Santa Fe
de la reapertura del procedimiento preventivo de crisis, mecanismo que
le permite a la empresa ajustar su planta de Rosario, que hoy opera sólo
al 40 por ciento de su capacidad de producción.
El establecimiento ubicado en la zona
sur de la ciudad emplea a 550 trabajadores. La zozobra sobre parte de
esos puestos de trabajo suma dramatismo a un sector, como el de la
carne, que viene golpeado por la crisis económica y laboral.
Desde el ministerio de Trabajo de Santa
Fe informaron que el pedido formal para reabrir el procedimiento de
crisis llegó bajo el argumento de que el Ministerio de Trabajo de la
Nación no renovaría los Repro —plan por el que el Estado nacional
subsidia 600 pesos mensuales del salario de cada trabajador de la
compañía con dificultades económicas— que fueron otorgados el año pasado
luego de que en febrero de 2011. En esa fecha, hace un año atrás,
Mattievich pidió por primera vez la apertura de este mecanismo.
Audiencia. Tras la
solicitud realizada ayer por la firma santafesina, la cartera laboral de
la provincia convocó a una audiencia para el próximo martes 14, a las
10, tanto a la parte empresaria como a la Federación del Personal de la
Industria de la Carne, que preside José Fantini.
Actualmente la planta de Rosario de
Mattievich funciona bajo la modalidad de garantía horaria, que permite a
los trabajadores cobrar una prestación en dinero sustitutiva del
salario, de monto reducido, que le garantiza un ingreso determinado en
base a la diferencia entre un número convencional de horas por quincena y
el tiempo efectivo de trabajo.
El gerente de Mattievich, Jorge
Torelli, explicó ayer que la presentación para reabrir el procedimiento
preventivo es porque "se agudizó la baja de actividad". En ese sentido,
detalló que en un momento mejoró la performance del sector y por eso
quedó en stand by pero dijo que ahora es necesario retomarlo.
"En la planta de Rosario estamos
trabajamos a un 40 o 50 por ciento, es donde es más aguda la crisis; en
las plantas de Arroyo Seco, Casilda y Carcarañá, que son de consumo
interno, se trabaja a un 60 por ciento", indicó.
Las causas. Torelli
señaló que existen tres ejes que perjudican a la actividad. "Hay
dificultades importantísimas por la baja de stock ganadero, eso hizo
disminuir mucho la actividad en todas las plantas. Además, el precio de
la materia prima aumentó, pero la venta en el exterior por la crisis
cayó y en el mercado interno también porque el consumidor no convalida
ese alza y no compra. En Argentina bajó el consumo de carne bovina 54
kilos por habitante. Hay rentabilidad negativa. También los subproductos
industriales como el cuero, harina de carne y menudencia bajaron por la
crisis exterior. Se generó un cóctel explosivo", subrayó el directivo.
La crisis en el sector cárnico es
cíclica y tuvo un fuerte capítulo durante 2010 producto de la falta de
hacienda, el descenso del consumo interno de carne vacuna y el bajo
precio internacional, entre otras razones. En julio de ese año en el
frigorífico Mattievich se decidió cerrar su planta de Puerto General San
Martín y en agosto se optó por paralizar la actividad de una de las dos
plantas de Carcarañá "para evitar males mayores en el resto de la
empresa", se argumentó en ese momento.
En diciembre, la empresa JBS anunció el
cierre de la planta de Swift en Venado Tuerto, en el marco de un
proceso de ajuste más amplio
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