El debate entre los hijos del
jefe de la CGT se coló en una comida familiar. Sus distancias por los
aumentos salariales y la relación de Hugo con el Gobierno.
El salariazo del Congreso volvió a dejar en evidencia las
diferencias de pensamiento y estilo de Pablo y Facundo Moyano, los hijos
del líder de la CGT. Esta vez, sus puntos de vista incluso se
trasladaron a una discusión en plena comida familiar.
Pablo, el secretario general de Camioneros, se refirió irónico al
aumento del 100% de las dietas de los legisladores. \"Los trabajadores
los felicitamos, porque nos eximieron, así, de fijar la pauta para las
paritarias\", dijo a través de un comunicado. El diputado Facundo
respondió así por Twitter: \"Me llamaron mis sobrinos Nico y Micaela
(hijos de Pablo) para pedirme plata porque se enteraron de la noticia,
de no creer\".
Un dirigente cercano a los Moyano reveló que la charla sobre el
\"salariazo en el Congreso\" se coló en una mesa familiar, según informó
el diario La Nación. Allí, Pablo siguió con sus chicanas, mientras que
Facundo, más mesurado, se esforzaba por dar una explicación.
Distancias por el Gobierno. Pablo y Facundo Moyano, los dos hijos que el
líder camionero convirtió en sus sucesores, agudizan sus diferencias
desde que comenzó la crisis Moyano-Gobierno. Cada uno de ellos
representa una pata del mundo moyanista: Pablo, secretario adjunto de
Camioneros, se afianza en el poder gremial que su padre ha sabido
construir; Facundo, diputado nacional por la provincia de Buenos Aires,
es la aspiración política de Moyano.
“La principal diferencia es que Pablo quiere romper la relación con el
Gobierno de una vez por todas y lo más rápido posible. Facundo, en
cambio, pide prudencia y quiere poner paños fríos para bajar la tensión
entre Moyano y Cristina”, relató hace unas semanas una fuente sindical
al diario PERFIL.
Antes de que el líder camionero le marcara la cancha al cristinismo en
el acto de Huracán de diciembre, Pablo intentaba convencer a su padre de
que era hora de poner fin a la relación con un Gobierno que había
subestimado y menospreciado al gremialismo, desoyendo sus principales
reclamos, como la suba del mínimo no imponible en el impuesto a las
ganancias, la suba de las asignaciones familiares y la inclusión del
moyanismo en las listas de diputados.
Distancias de estilo. A Facundo le tocó una parada complicada: integra
el bloque del Frente para la Victoria en la Cámara baja y sabe que tiene
una carrera política por delante. Pero asumió su banca en el
oficialismo con los puentes entre Moyano y el Gobierno ya muy
deteriorado.
De hecho, Facundo fue el único moyanista que Cristina Fernández aceptó
en la lista de diputados oficialistas que ganó en las elecciones de
octubre.
“Tienen estilos distintos, hablan y piensan de diferente manera”,
coinciden empresarios, sindicalistas y funcionarios sobre los hermanos
Moyano. “Facundo es más político, busca mejorar la imagen del
sindicalismo en la sociedad y mostrar un cambio generacional en la
dirigencia”, cuentan muy cerca del joven diputado. “Pablo, en cambio
–agrega el moyanista consultado– es un cuadro sindical, un vandorista,
piensa en resolver las demandas de los camioneros\".
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