El sábado pasado se cumplieron
cinco meses de la desaparición de Paula Perassi, la mujer de 33 años,
madre de dos hijos que según denunció su marido salió de su casa el 18
de septiembre pasado por la noche y jamás volvió.
El sábado pasado se
cumplieron cinco meses de la desaparición de Paula Perassi, la mujer de
33 años, madre de dos hijos que según denunció su marido salió de su
casa el 18 de septiembre pasado por la noche y jamás volvió.
La causa, que está caratulada como
averiguación de paradero, no registra mayores avances, y todo lo que se
ha hecho hasta ahora no tuvo un resultado positivo, ya ni la mujer, ni
el cuerpo de la mujer, en caso de que haya ocurrido lo peor aparecieron.
Desde diciembre el juez Eduardo Filocco
dispuso la intervención de la TOE, en la investigación, sin que hasta
ahora se hayan producido resultados: "Sigo sin que me digan cuál es la
hipótesis que manejan", dijo Alberto Perassi, padre de Paula.
Desde la desaparición de la joven, el
hombre prácticamente en soledad, buscó por todos los medios hacer
público el drama que vive la familia, se encadenó 2 veces en las puertas
de los Tribunales, recorrió la ciudad con autoparlantes pidiendo
información, colocó una gigantografía el día del desfile del 3 de
febrero y le entregó una carta al vicepresidente Amado Boudou.
Si bien Perassi fue recibido varias
veces por autoridades provinciales, y hasta en el Ministerio de
Seguridad nacional, el hecho sigue sin respuestas.
"Si bien con las nuevas autoridades
provinciales me reuní varias veces. Primero fueron las explicaciones,
luego las excusas y ahora solo me dicen estamos trabajando", sostuvo
Alberto. Asimismo acotó que "en la Justicia nunca más me recibieron ni
me llamaron, cuando me encadené el fiscal pasó por al lado mío y ni me
miró y el juez entró por el estacionamiento, eso sí se molestaron porque
el tema tuvo trascendencia nacional y lo trataron varios medios".
La gran incógnita. El
domingo 18 de septiembre, después de recibir una llamada desde una
cabina pública cercana a su casa, Paula salió de su domicilio en la zona
céntrica de San Lorenzo, con el pretexto de buscar la tarea para uno de
sus hijos y nunca regresó.
Su esposo, Rodolfo Ortiz radicó una
denuncia al otro día, y desde allí comenzó la investigación que incluyó
entrecruzamientos de llamadas, redes sociales, búsqueda de rastros con
perros y hasta el testimonio de una médica de la ciudad de Rosario,
quien confirmó un embarazo de 6 semanas al momento de su desaparición.
Lo cierto es que además de esto hubo
una persona demorada, Gabriel E un empresario de Puerto San Martín,
amante de Paula. Cuatro días antes de su desaparición la policía
confirmó que desde el Sanatorio Británico de Rosario le comunicaron a la
mujer un embarazado de seis semanas. Luego las pericias indican que las
llamadas y mensajes entre el teléfono de Paula y Gabriel aumentaron.
Otro dato sorprendente es un mensaje que llegó desde el celular de Paula
al de Gabriel donde decía que estaba bien y que se marchó a la
provincia de San Juan.
Paula estaba casada, era madre de 2
varones, de 6 y 2 años. El matrimonio estaba casi terminado, pero a 5
meses de su desaparición, bien vale preguntarse si de la noche a la
mañana pudo haber tomado la decisión de abandonar a sus hijos y seguir
su vida sin verlos o tuvo un desenlace fatal que quedará sin esclarecer e
impune.
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