Propietarios de autos y de motos
quitan la chapa, la adulteran o la ocultan para no ser identificados
cuando cometen una infracción. La Municipalidad analiza un aumento en
las sanciones pecuniarias.
La viveza criolla no tiene límites cuando de romper reglas
se trata y menos aún cuando una trampa puede ahorrar unos cuantos pesos.
La infracción de las normas de tránsito en la ciudad de Santa Fe es el
rubro con sanciones pecuniarias más elevadas, producto de la
actualización de los últimos años. Es por eso que muchos santafesinos se
dan maña con distintas estrategias que les permitan evadir multas por
diversos comportamientos antirreglamentarios.
El año pasado, en la capital provincial, la Municipalidad de Santa Fe labró 2.780 multas por falta de patente. Más allá de que una visión inocente de la situación podría indicar quizás que la ausencia de chapa en el vehículo pueda ser producto de algún robo o accidente, lo cierto es que la gran mayoría la quita en forma voluntaria, la adultera o la oculta para no ser luego identificado en fotomultas o incluso por los propios inspectores en la calle.
En diálogo con Diario UNO, el secretario de Control municipal, Ramiro Dall’Aglio consideró que “es una situación de impunidad gravísima la que se da con el tema de las patentes”. Y agregó: “Habiendo fotomultas y cinemómetros, muchos le sacan la patente al vehículo para evadir los controles”.
Sobre el mismo tema, el funcionario resaltó la desactualización que existe en muchas multas del municipio: “Si a vos te agarran con auto o moto sin patente, la multa te cuesta 50 pesos. Hay muchos casos de reincidencia con la falta de patentes o adulteramiento”.
Por otra parte, Dall’Aglio hizo alusión a las demás faltas que se pueden generar en el marco de la falta de patente: “Cuando te para un control y no tenés patente, se te retiene el vehículo; pero todas las infracciones que cometiste hasta que te paró un control quedan impunes. Cuando el inspector observa la carrera en la vía pública no puede identificar a la persona, lo mismo que las fotomultas y demás”.
Actualizar valores
Al igual que ocurre con los montos de algunas multas como la que se mencionó con anterioridad, es para destacar que, en la actualidad, el 64 por ciento de los artículos de la ordenanza 7.882 (de Infracciones y Penalidades) es anterior a 1992, con lo cual están desactualizados los valores.
“Las últimas multas que se han actualizado, en 2009, fueron por alcoholemia, semáforos en rojo, exceso de velocidad, circular en contramano, falta de mantenimientos de terrenos baldíos y no uso de casco, entre otros”, indicó Dall’Aglio y opinó: “En algunos casos, la desactualización de los montos no sólo desalienta el cumplimiento de las reglas sino que fomenta no hacerlo, porque el ciudadano compara los costos y a veces le conviene infringir”.
Ejemplos sobran
En Santa Fe hay situaciones que son muy peligrosas, por ejemplo, arrojar basura en la vía pública. Cuando llueve y el escurrimiento de las aguas arrastra la basura se tapan los desagües. “Dejar residuos en la vía pública fuera de horario tiene una multa de 100 pesos, mientras que a la Municipalidad le cuesta cien veces más limpiar las bocas de tormenta. Dejar mezcla en la vía pública tiene una multa de 40 pesos; a la Municipalidad le sale mil veces más sacarla de las bocas de tormenta”, cuantificó el funcionario municipal.
Otro ejemplo de desactualización en cuanto a las sanciones refiere a las fiestas: la venta ilegal de pirotecnia, con la peligrosidad que conlleva, y aún con índices bajos en cuanto a accidentes en el último fin de año, tiene una multa de 100 pesos para el comercio o persona que la comete.
“Ruidos molestos es un problema serio para la ciudad. La multa es de 80 pesos, suma que hasta para un vecino que organiza algo y molesta a su barrio es insignificante. Para una actividad comercial, esos 80 pesos son dos tragos que venden en una barra”, señaló.
Por último, Dall’Aglio concluyó: “El impacto del monto debe ser absolutamente disuasivo. Con todos los casos estamos haciendo un estudio general de todas las actas y qué realidades presentan. Hay casos en los que se analiza la perspectiva empresaria, que analiza en un cálculo económico qué le conviene más, ajustarse a derecho o violar la norma; más allá de que también apelamos a la conciencia ciudadana de siempre manejarse conforme a las normas. Desde la Municipalidad hacemos el mismo cálculo de costos, pero hay valores que son inmensurables. Con la pirotecnia por ejemplo, estamos hablando de vidas en juego, no se puede especular con la conveniencia económica”.
Es por eso que el municipio analiza ahora las razones que hacen al ordenamiento del Código de Infracciones y Penalidades, para que sea más efectiva la tarea de control y juzgamiento. En base al estudio, subirán las multas.
El año pasado, en la capital provincial, la Municipalidad de Santa Fe labró 2.780 multas por falta de patente. Más allá de que una visión inocente de la situación podría indicar quizás que la ausencia de chapa en el vehículo pueda ser producto de algún robo o accidente, lo cierto es que la gran mayoría la quita en forma voluntaria, la adultera o la oculta para no ser luego identificado en fotomultas o incluso por los propios inspectores en la calle.
En diálogo con Diario UNO, el secretario de Control municipal, Ramiro Dall’Aglio consideró que “es una situación de impunidad gravísima la que se da con el tema de las patentes”. Y agregó: “Habiendo fotomultas y cinemómetros, muchos le sacan la patente al vehículo para evadir los controles”.
Sobre el mismo tema, el funcionario resaltó la desactualización que existe en muchas multas del municipio: “Si a vos te agarran con auto o moto sin patente, la multa te cuesta 50 pesos. Hay muchos casos de reincidencia con la falta de patentes o adulteramiento”.
Por otra parte, Dall’Aglio hizo alusión a las demás faltas que se pueden generar en el marco de la falta de patente: “Cuando te para un control y no tenés patente, se te retiene el vehículo; pero todas las infracciones que cometiste hasta que te paró un control quedan impunes. Cuando el inspector observa la carrera en la vía pública no puede identificar a la persona, lo mismo que las fotomultas y demás”.
Actualizar valores
Al igual que ocurre con los montos de algunas multas como la que se mencionó con anterioridad, es para destacar que, en la actualidad, el 64 por ciento de los artículos de la ordenanza 7.882 (de Infracciones y Penalidades) es anterior a 1992, con lo cual están desactualizados los valores.
“Las últimas multas que se han actualizado, en 2009, fueron por alcoholemia, semáforos en rojo, exceso de velocidad, circular en contramano, falta de mantenimientos de terrenos baldíos y no uso de casco, entre otros”, indicó Dall’Aglio y opinó: “En algunos casos, la desactualización de los montos no sólo desalienta el cumplimiento de las reglas sino que fomenta no hacerlo, porque el ciudadano compara los costos y a veces le conviene infringir”.
Ejemplos sobran
En Santa Fe hay situaciones que son muy peligrosas, por ejemplo, arrojar basura en la vía pública. Cuando llueve y el escurrimiento de las aguas arrastra la basura se tapan los desagües. “Dejar residuos en la vía pública fuera de horario tiene una multa de 100 pesos, mientras que a la Municipalidad le cuesta cien veces más limpiar las bocas de tormenta. Dejar mezcla en la vía pública tiene una multa de 40 pesos; a la Municipalidad le sale mil veces más sacarla de las bocas de tormenta”, cuantificó el funcionario municipal.
Otro ejemplo de desactualización en cuanto a las sanciones refiere a las fiestas: la venta ilegal de pirotecnia, con la peligrosidad que conlleva, y aún con índices bajos en cuanto a accidentes en el último fin de año, tiene una multa de 100 pesos para el comercio o persona que la comete.
“Ruidos molestos es un problema serio para la ciudad. La multa es de 80 pesos, suma que hasta para un vecino que organiza algo y molesta a su barrio es insignificante. Para una actividad comercial, esos 80 pesos son dos tragos que venden en una barra”, señaló.
Por último, Dall’Aglio concluyó: “El impacto del monto debe ser absolutamente disuasivo. Con todos los casos estamos haciendo un estudio general de todas las actas y qué realidades presentan. Hay casos en los que se analiza la perspectiva empresaria, que analiza en un cálculo económico qué le conviene más, ajustarse a derecho o violar la norma; más allá de que también apelamos a la conciencia ciudadana de siempre manejarse conforme a las normas. Desde la Municipalidad hacemos el mismo cálculo de costos, pero hay valores que son inmensurables. Con la pirotecnia por ejemplo, estamos hablando de vidas en juego, no se puede especular con la conveniencia económica”.
Es por eso que el municipio analiza ahora las razones que hacen al ordenamiento del Código de Infracciones y Penalidades, para que sea más efectiva la tarea de control y juzgamiento. En base al estudio, subirán las multas.
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