Hace tres semanas se redujo la cantidad de cajas registradoras habilitadas para entregar las mismas. Allí surgieron los interrogantes y las primeras quejas.
En cumplimiento de la ordenanza Nº 11.601 de la ciudad de Santa Fe, que dispone la prohibición de la entrega de bolsas plásticas en los comercios de Santa Fe, desde el 17 de octubre pasado, el 25 por ciento de las cajas registradoras no las entregan; el 16 de enero, no lo hará el 50 por ciento, para llegar a la erradicación total el 19 de marzo de 2012. La medida regirá para los comercios que cuenten con dos o más cajas.
La medida comenzó a tener diversas repercusiones. Por un lado, surgió la preocupación de los empresarios del rubro –los que producen las bolsas– que tienen previsto dar a conocer un documento en conjunto en los próximos días, luego de algunas reuniones sostenidas para analizar pasos a seguir.
En diálogo con Diario UNO, referentes del sector explicaron que se encuentran abocados a la unificación de un texto, para lo cual se reunieron con abogados de la Unión Industrial y representantes del sindicato.
Por otra parte, destacaron que esperan una respuesta al pedido de audiencia realizado al intendente Mario Barletta y a su sucesor, aún presidente del Concejo Municipal santafesino, José Corral.
Los usuarios
Numerosos lectores se comunicaron con Diario UNO para plantear dos inquietudes principales. La primera de ellas vinculada a los residuos: ¿En qué se saca la basura si no hay más bolsitas?
En realidad, hay dos cuestiones para aclarar al respecto. Una de ellas es que se pueden adquirir en numerosos comercios las tradicionales bolsas de residuos, que se venden por pack, del mismo tamaño de las que se entregan en los supermercados o de consorcio. Los precios incluso son muy bajos.
Las más requeridas tienen una medida promedio de 45 por 60 centímetros; se venden en la mayoría de los casos en paquetes de 30 unidades y los valores rondan entre los cuatro y los cinco pesos. Las de consorcio, cuestan unos cinco pesos las 10 unidades. El hecho de tener que comprarlas, también limitará el uso irracional que existía hasta el momento.
Otra de las cuestiones a aclarar es que, en realidad, sólo el 30 por ciento de las bolsas entregadas por los supermercados se reutilizan para colocar residuos; gran parte del resto aparece dispersa por las calles de la ciudad, obstaculizando los desagües en los días de lluvia.
Otra de las consultas de los lectores refiere a cómo se entregarían algunos productos frescos como las carnes, verduras, quesos y otros. En esos casos, se usarán bolsas plásticas o separadores para respetar todos los aspectos bromatólogicos y la calidad de los alimentos.
Todo será cuestión de aprender y comprender los beneficios que traerá esta medida a futuro para el medio ambiente y la ciudadanía y para las próximas generaciones santafesinas.
La medida comenzó a tener diversas repercusiones. Por un lado, surgió la preocupación de los empresarios del rubro –los que producen las bolsas– que tienen previsto dar a conocer un documento en conjunto en los próximos días, luego de algunas reuniones sostenidas para analizar pasos a seguir.
En diálogo con Diario UNO, referentes del sector explicaron que se encuentran abocados a la unificación de un texto, para lo cual se reunieron con abogados de la Unión Industrial y representantes del sindicato.
Por otra parte, destacaron que esperan una respuesta al pedido de audiencia realizado al intendente Mario Barletta y a su sucesor, aún presidente del Concejo Municipal santafesino, José Corral.
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Numerosos lectores se comunicaron con Diario UNO para plantear dos inquietudes principales. La primera de ellas vinculada a los residuos: ¿En qué se saca la basura si no hay más bolsitas?
En realidad, hay dos cuestiones para aclarar al respecto. Una de ellas es que se pueden adquirir en numerosos comercios las tradicionales bolsas de residuos, que se venden por pack, del mismo tamaño de las que se entregan en los supermercados o de consorcio. Los precios incluso son muy bajos.
Las más requeridas tienen una medida promedio de 45 por 60 centímetros; se venden en la mayoría de los casos en paquetes de 30 unidades y los valores rondan entre los cuatro y los cinco pesos. Las de consorcio, cuestan unos cinco pesos las 10 unidades. El hecho de tener que comprarlas, también limitará el uso irracional que existía hasta el momento.
Otra de las cuestiones a aclarar es que, en realidad, sólo el 30 por ciento de las bolsas entregadas por los supermercados se reutilizan para colocar residuos; gran parte del resto aparece dispersa por las calles de la ciudad, obstaculizando los desagües en los días de lluvia.
Otra de las consultas de los lectores refiere a cómo se entregarían algunos productos frescos como las carnes, verduras, quesos y otros. En esos casos, se usarán bolsas plásticas o separadores para respetar todos los aspectos bromatólogicos y la calidad de los alimentos.
Todo será cuestión de aprender y comprender los beneficios que traerá esta medida a futuro para el medio ambiente y la ciudadanía y para las próximas generaciones santafesinas.
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