Para celebrar que terminan la secundaria, los chicos tiraron huevos y bombas de humo y estruendo. Las autoridades decidieron suspender las clases en todos los cursos y el caos se trasladó al barrio, donde hubo incidentes y corridas. Los vecinos y comerciantes, indignados, fueron a reclamar al colegio. Intervino la GUM.
El festejo de los chicos de quinto año del Politécnico por el fin de las clases y de su paso por la escuela secundaria terminó en un verdadero escándalo, que incluyó quejas de vecinos y comerciantes de la zona más la intervención de la Guardia Urbana Municipal (GUM). Por los incidentes, las autoridades del colegio hicieron que se retiraran los alumnos de todos los años y las actividades escolares quedaron suspendidas hasta el lunes.
La vicedirectora del Politécnico, Mónica Bollati, explicó a Rosario3.com que “cuando se detectaron desmanes en el horario de recambio” la dirección definió “suspender las actividades académicas en el nivel secundario”.
Agregó que la medida se decidió en resguardo de “la integridad de los jóvenes y la tranquilidad de los vecinos de los alrededores”.
Desde temprano e incluso desde los días anteriores, cuando según relatos de alumnos de otros años soltaron gallinas en el interior de la escuela, los festejos de los chicos de quinto venían con alto voltaje. "Los festejos de los alumnos de quinto se realizan todos los años y en todos los colegios", sostuvo Bollati.
La vicedirectora describió que en esta oportunidad muchos de los alumnos se agruparon en la vereda con “espuma, papeles, huevos” y luego provocaron desmanes en los alrededores del instituto. Agregó que avenida Pellegrini es una calle muy transitada y representa un peligro para los adolescentes. Con ese panorama, la dirección decidió suspender las clases cerca del mediodía.
El problema es que lejos de calmarse, la cosa se puso peor en la calle. Los chicos de quinto siguieron con las bombas de estruendo y de humo, pero además, al ver que salían los alumnos más pequeños, los corrieron arrojándoles pirotecnia y bomba de humo.
“Tuvimos que correr varias cuadras”, relató un alumno de segundo año a Rosario3.com.
Los vecinos y comerciantes también sufrieron las consecuencias de la conducta de los pibes, y varios de ellos ingresaron indignados a la escuela, adonde también llegó la GUM.
Hubo fuertes críticas a las autoridades del colegio por haber liberado a todos los chicos. “Eran quinientos pibes que se corrían, que tiraban bombas, era un verdadero descontrol. Fue una resposnsabilidad que los hayan largado así”, dijo un comerciante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario