Ariel Garcé hace tres meses que no juega en Colón, sin embargo el defensor tiene el alta médica y entrena a la par de sus compañeros, con lo cual habrá que aguardar cuando tendrá la chance de ser tenido en cuenta.
La pregunta que muchos se hacen, por ahora no tiene respuesta, aunque podremos mencionar algunos indicios de porque Ariel Garcé hasta el momento jugó un solo partido en el campeonato y su vuelta al primer equipo se dilata demasiado aún cuando el jugador tiene el visto bueno del cuerpo médico.
Haciendo una cronología del último semestre se podrá contar que el marcador central sabalero sufrió una contractura muscular en el cuádriceps de su pierna derecha durante la pretemporada en un amistoso que Colón jugó ante Güemes en Santiago del Estero el 25 de julio. El Chino se lesionó apenas comenzado el encuentro y en consecuencia se perdió el debut del Sabalero en el Apertura visitando a Arsenal.
Luego llegó la 2ª fecha y el partido con All Boys que se jugó el miércoles 17 de agosto, en esa oportunidad el Chino estuvo desde el arranque formando dupla con Ronald Raldes, sin embargo a los 25 minutos del segundo tiempo, en una acción de juego mientras intentaba gambetear a un rival cayó al piso en inmediatamente pidió el cambio.
El parte médico nunca fue muy preciso en cuanto a la lesión del jugador, se habló de una distensión en el cuádriceps de la pierna derecha que le había afectado el tendón, no obstante su recuperación tardó más de lo previsto en un caso como este, de allí que comenzaron las especulaciones en cuanto a su recuperación y la vuelta a las canchas.
De todos modos aún faltaba un capítulo central en esta historia y ese llegó el miércoles 7 de septiembre cuando el defensor sabalero estuvo presente en el momento que la Virgen de Guadalupe fue retirada del estadio con el permiso del presidente Germán Lerche.
Días antes en reunión de Comisión Directiva se decidió que la Virgen no sea removida, sin embargo la autorización del máximo directivo rojinegro echó por tierra lo charlado días antes. Fue allí cuando el dirigente José Luis De Santis renunció y salió por todos los medios a acusar a Ariel Garcé como el responsable del retiro de la Virgen.
Lo demás es historia conocida, las marchas y contramarchas del plantel, con sendos comunicados manifestando que la Virgen estaba siendo restaurada, para luego terminar confesando Garcé ante el juez que la Virgen estaba rota ya que se le cayó cuando él la transportaba en una camioneta.
Lo cierto es que a partir de ese momento, fueron varias las veces que se habló de la posibilidad de que el Chino sea tenido en cuenta por Sciacqua, incluso se especuló de manera muy firme sobre la chance que sea titular ante Argentinos en caso de que Raldes no llegase en su plenitud física luego de los partidos de Eliminatorias.
Finalmente días antes del choque ante Argentinos la información daba cuenta de que Garcé se había resentido de la lesión que venía arrastrando hacía dos meses y que le dolía cuando le pegaba al balón, posteriormente llegó un viaje a Buenos Aires en la semana que Colón enfrentaba a Boca para acelerar los tiempos de recuperación con el permiso del cuerpo técnico.
Para el último encuentro ante Tigre el entrenador junto a sus colaboradores evaluaron la chance de concentrarlo para que esté junto al plantel, pero en la última práctica antes del viaje a Capital Federal se decidió que no. No obstante el defensor estuvo al lado de sus compañeros y llegó en el micro que transportó al plantel hasta el estadio de Tigre.
La sensación que queda después de recoger distintos testimonios es que tanto los dirigentes como el cuerpo técnico temen alguna reacción por parte de la gente hacia Garcé fundamentalmente por el tema de la Virgen. Está claro que si bien todo el plantel firmó el comunicado en el que se decidió la remoción de la Virgen, el Chino quedó en el ojo de la tormenta sindicado como el autor intelectual.
De allí la incertidumbre en este momento complicado en lo futbolístico.
Quién puede dudar de la jerarquía futbolístico de Garcé, y de allí los interrogantes en cuanto al tiempo que pasó sin que sea tenido en cuenta por el técnico. Nadie puede pensar que una recuperación demore tanto tiempo, por lo cual comienzan a tejerse diferentes conjeturas. Y en este sentido juega un rol preponderante la mentalidad del jugador, que tiene una personalidad muy fuerte siendo uno de los líderes del vestuario, pero que indudablemente este tema lo afectó en lo anímico ya que los hinchas se lo hicieron saber.
A partir de ahora será responsabilidad del cuerpo técnico decidir la inclusión de Garcé en el equipo o en todo caso en el banco de relevos, saben que no se trata de una determinación sencilla por lo expuesto anteriormente. El jugador tiene dos años más de contrato (junio 2013) y su intención es continuar en el club, tiene una muy buena relación con Germán Lerche y eso es importante a la hora de tener apoyo.
Pasaron 88 días del último partido de Ariel Garcé con la camiseta de Colón y es una incógnita la fecha de su retorno a los campos de juego, ¿será con Atlético de Rafaela al menos la chance de tener un lugar en el banco o habrá que esperar a que Colón juegue como visitante? sólo Sciacqua lo sabe ya que en esta historia las cosas nunca fueron demasiado claras.
Haciendo una cronología del último semestre se podrá contar que el marcador central sabalero sufrió una contractura muscular en el cuádriceps de su pierna derecha durante la pretemporada en un amistoso que Colón jugó ante Güemes en Santiago del Estero el 25 de julio. El Chino se lesionó apenas comenzado el encuentro y en consecuencia se perdió el debut del Sabalero en el Apertura visitando a Arsenal.
Luego llegó la 2ª fecha y el partido con All Boys que se jugó el miércoles 17 de agosto, en esa oportunidad el Chino estuvo desde el arranque formando dupla con Ronald Raldes, sin embargo a los 25 minutos del segundo tiempo, en una acción de juego mientras intentaba gambetear a un rival cayó al piso en inmediatamente pidió el cambio.
El parte médico nunca fue muy preciso en cuanto a la lesión del jugador, se habló de una distensión en el cuádriceps de la pierna derecha que le había afectado el tendón, no obstante su recuperación tardó más de lo previsto en un caso como este, de allí que comenzaron las especulaciones en cuanto a su recuperación y la vuelta a las canchas.
De todos modos aún faltaba un capítulo central en esta historia y ese llegó el miércoles 7 de septiembre cuando el defensor sabalero estuvo presente en el momento que la Virgen de Guadalupe fue retirada del estadio con el permiso del presidente Germán Lerche.
Días antes en reunión de Comisión Directiva se decidió que la Virgen no sea removida, sin embargo la autorización del máximo directivo rojinegro echó por tierra lo charlado días antes. Fue allí cuando el dirigente José Luis De Santis renunció y salió por todos los medios a acusar a Ariel Garcé como el responsable del retiro de la Virgen.
Lo demás es historia conocida, las marchas y contramarchas del plantel, con sendos comunicados manifestando que la Virgen estaba siendo restaurada, para luego terminar confesando Garcé ante el juez que la Virgen estaba rota ya que se le cayó cuando él la transportaba en una camioneta.
Lo cierto es que a partir de ese momento, fueron varias las veces que se habló de la posibilidad de que el Chino sea tenido en cuenta por Sciacqua, incluso se especuló de manera muy firme sobre la chance que sea titular ante Argentinos en caso de que Raldes no llegase en su plenitud física luego de los partidos de Eliminatorias.
Finalmente días antes del choque ante Argentinos la información daba cuenta de que Garcé se había resentido de la lesión que venía arrastrando hacía dos meses y que le dolía cuando le pegaba al balón, posteriormente llegó un viaje a Buenos Aires en la semana que Colón enfrentaba a Boca para acelerar los tiempos de recuperación con el permiso del cuerpo técnico.
Para el último encuentro ante Tigre el entrenador junto a sus colaboradores evaluaron la chance de concentrarlo para que esté junto al plantel, pero en la última práctica antes del viaje a Capital Federal se decidió que no. No obstante el defensor estuvo al lado de sus compañeros y llegó en el micro que transportó al plantel hasta el estadio de Tigre.
La sensación que queda después de recoger distintos testimonios es que tanto los dirigentes como el cuerpo técnico temen alguna reacción por parte de la gente hacia Garcé fundamentalmente por el tema de la Virgen. Está claro que si bien todo el plantel firmó el comunicado en el que se decidió la remoción de la Virgen, el Chino quedó en el ojo de la tormenta sindicado como el autor intelectual.
De allí la incertidumbre en este momento complicado en lo futbolístico.
Quién puede dudar de la jerarquía futbolístico de Garcé, y de allí los interrogantes en cuanto al tiempo que pasó sin que sea tenido en cuenta por el técnico. Nadie puede pensar que una recuperación demore tanto tiempo, por lo cual comienzan a tejerse diferentes conjeturas. Y en este sentido juega un rol preponderante la mentalidad del jugador, que tiene una personalidad muy fuerte siendo uno de los líderes del vestuario, pero que indudablemente este tema lo afectó en lo anímico ya que los hinchas se lo hicieron saber.
A partir de ahora será responsabilidad del cuerpo técnico decidir la inclusión de Garcé en el equipo o en todo caso en el banco de relevos, saben que no se trata de una determinación sencilla por lo expuesto anteriormente. El jugador tiene dos años más de contrato (junio 2013) y su intención es continuar en el club, tiene una muy buena relación con Germán Lerche y eso es importante a la hora de tener apoyo.
Pasaron 88 días del último partido de Ariel Garcé con la camiseta de Colón y es una incógnita la fecha de su retorno a los campos de juego, ¿será con Atlético de Rafaela al menos la chance de tener un lugar en el banco o habrá que esperar a que Colón juegue como visitante? sólo Sciacqua lo sabe ya que en esta historia las cosas nunca fueron demasiado claras.
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