Y una noche llegó el fútbol que tanto necesitaba Central. Porque el equipo de Pizzi, tal vez por primera vez en la temporada, ganó con absoluta autoridad, en cierta manera gustó y de yapa goleó.
Y una noche llegó el fútbol que tanto necesitaba Central. Porque el equipo de Pizzi, tal vez por primera vez en la temporada, ganó con absoluta autoridad, en cierta manera gustó y de yapa goleó. Es cierto que hay mucho por mejorar, pero hacía falta tumbar al encumbrado Ferro con la supremacía que lo hizo el conjunto auriazul. Una victoria que sirvió para volver a gritar goles, para sumar de a tres puntos en el Gigante y por sobre todo porque se superó al rival desde el juego. Así el canalla con el categórico 3 a 0 trepó momentáneamente a la zona de promoción y se afirma como candidato serio. Por supuesto que este debe ser el primer escalón en la trepada por el ascenso. La satisfacción de anoche vale muchísimo para revitalizar la confianza. Central volvió a encarrilarse en el tren de la ilusión. El canalla se fue al descanso ganando con justicia y eso fue el dato saliente de la etapa inicial. Pero hay que decir que no arrancó bien, que le costó hacer pie y monopolizar la pelota. La rotación constante de los tres wachiturros generadores de fútbol que propuso Pizzi (Carrizo-Rivero-Gómez) por momentos en vez de confundir a los rivales generaba desarticulaciones en el propio equipo auriazul. Así Ferro no pasaba sofocones y se sentía cómodo trabando el juego en mitad de cancha. Alderete salió con un traumatismo en el hombro y Mozzo saltó a la cancha. Central comenzó a ganar los rebotes y los encargados de manejar los hilos tuvieron mayor precisión. Incluso una jugada preparada, a la salida de un córner, tuvo como protagonistas a Carrizo, Rivero y Ricky, quien justamente metió una emboquillada fantástica que dio en el caño más lejano de De Giorgi. Fue el primer aviso que Central quería más. A los 37' un córner dudoso a favor del canalla, tras un cabezazo de Castillejos, generó la apertura de pelota quieta. Ejecutó desde la esquina Ricky Gómez, Castillejos corrigió en el primer palo y tras la estirada de De Giorgi entró el picante Medina para hundir la pelota en la red y cortar una sequía goleadora de 424 minutos. Quedó una enorme rosca de Rivero que también rebotó en el palo y Valentini se lo comió abajo del arco. El complemento arrancó de la mejor manera para los auriazules. Porque Carrizo le dio fuerte desde afuera y otra tapada a medias del arquero De Giorgi motorizó la arremetida goleadora de Castillejos. Alarido desaforado de liberación en el Gigante. Después hubo gran tapada del Melli García a Pereyra Díaz. El final canalla fue a toda orquesta. De lo mejor de Central en la temporada y ante los ojos felices de su gente. La frutilla del postre fue la buena combinación colectiva de los de Pizzi. Abrió la piernas Castillejos y el Diablito Carrizo definió de manual, abajo, a la ratonera, para el indiscutido 3 a 0. Se fue a las duchas Lértora y Central terminó como hacía mucho tiempo que no finalizaba un partido. Compensado, sin sobresaltos y con chances de ampliar aún más la goleada. Respondió a la prueba de carácter, volvió a convertir, jugó bien y por sobre todo atesoró tres puntos de oro para trepar a las espaldas de Instituto y River, aunque resten equipos por jugar. El canalla cumplió su parte. Y eso es lo que cuenta y vale.
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