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martes, 16 de agosto de 2011

"Mi madre estuvo en una situación espantosa de abondono, peor que en Biafra"- ROSARIO

Lo afirmó Alberto Vicente, quien presentó una denuncia para que se investigue al geriátrico donde estuvo internada su madre por presunto abandono de persona en la Ciudad de Rosario. "Estaba deshidrada y con escaras múltiples en todo el cuerpo", dijo el denunciante.
 

“Mi madre estaba en una situación espantosa de abandono. Estaba deshidratada y con escaras múltiples en todo el cuerpo. Ver a mi madre con ese cuadro era como ver una foto de una criatura de Biafra. Era una situación deplorable”, remarcó en contacto con el programa Dos tipos audaces de la Ocho Alberto Vicente, el hombre que la semana pasada presentó una denuncia por presunto abandono de persona contra los responsables de un geriátrico de zona sur donde estuvo internada su madre.
Vicente se presentó el martes de la semana pasada en la Fiscalía de los Tribunales provinciales por abandono de persona. Vicente contó a La Ocho que le tomaron la denuncia y que aportó fotografías que exhibían la penosa situación en que al paracer se encontraba su madre.
Vicente contó esta mañana el calvario por el que tuvo que pasar su madre días antes de que muriera. “Todo comenzó cuando recibo un llamado a las 4 de la mañana desde el geriátrico de San Martín al 4200 en el que me informan que mi madre se encontraba en situación bastante mala. Entonces se llamó al servicio de urgencia del Pami. El médico de turno que la revisó se espantó por la situación en que se encontraba porque estaba en un estado total de abandono. Entonces me llamó para que constatara el estado en que estaba y la verdad es que fue una sorpresa total.”, agregó.
Vicente contó que su madre, que sufría el mal de Alzahimer y tenía 89 años, vivió en el geriátrico cuatro años. “Su estado fue decayendo en forma progresiva, sobre todo en los últimos días”, dijo. “Hice la denuncia porque el médico del Pami que la atendió me corroboró que las escaras no eran producto de una semana o diez días. Eran producto de mucho tiempo. El estado de descomposición era bastante importante, deplorable. Los últimos días yo iba todos los días, le daba un alimento en base a vitaminas y minerales. Eso lo tomaba, pero yo no podía corroborar si allí le daban o no el resto del día. La atención dejaba mucho que desear”, afirmó.
Vicente dijo que su madre ya prácticamente no veía y había perdido el habla y el oído. “Fue deplorable ver una situación así”, agregó.

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