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lunes, 1 de agosto de 2011

LA GUARDIA (SANTA FE)-Un hombre armado amenazó y persiguió a un nene de 7 años

Represalias. El estado de violencia que este diario denunció oportunamente llega a los chicos que no salen a jugar ni van a la escuela.
Un chico de siete años fue perseguido por un delincuente armado, el último viernes.

El nene, de siete años, es el hermano menor de un joven de 17 -Hernán-, quien el 27 de marzo fue alcanzado por un disparo en la nuca.

Por aquel ataque criminal -el muchacho sobrevivió milagrosamente-, fue preso un tal Alcides Merlo.

La persecución del chico el viernes último siguió a un nuevo atentado a balazos que el miércoles sufrió Hernan, su hermano mayor.

Las represalias -el tiroteo y la persecución-, fueron denunciados en la Subcomisaría 6a. que tiene jurisdicción en La Guardia.

La denuncia corrió por cuenta de Nancy Gómez, madre de los chicos que -dice-, no pueden hacer una vida normal desde entonces.

La casa donde Nancy vive junto a su esposo e hijos también fue tiroteada y son continuas las amenazas telefónicas contra su vida.

Cuatro meses atrás Nancy se presentó en Tribunales para denunciar al agresor de su hijo.

Ese mismo día sufriría el acoso de “Los Merlo” cuando de regreso fue interceptada en la garita de la Ruta 168.

Como “Los Merlo” son conocidos varios hermanos que actuarían con la complicidad de conocidos delincuentes.

Nancy Gómez, como Margarita Gutierrez y Carolina Zucas estuvieron en este diario para decir que la custodia policial no es suficiente.

Por estos y otros incidentes armados -como el caso de la niña Florencia Choque, gravemente herida en la plaza del barrio- la Justicia dispuso custodia para tres familias del distrito.

“Podrían ahorrarse ese servicio de policía simplemente desalojando a esos intrusos que ocupan un terreno que no les pertenece”, dicen.

Las tres coinciden en esa “solución” porque “estos venden drogas y andan a los tiros a cualquier hora del día o de la noche”.

Estas personas, como otros vecinos sostienen que mientras ellas viven presas en sus casas los otros son dueños de la calle y los espacios públicos.

Precisamente la niña Florencia, quien sufre un lento y penoso proceso de recuperación, fue baleada en la plaza de La Guardia Centro.

Algunos de los chicos de estas y otras familias han debido dejar la escuela, no practican deportes y tampoco hacen los mandados porque la pandilla está al acecho.

El conflicto involucró a su familia -recuerda Margarita-, “cuando los Merlo electrificaron el cerco de una casa que yo puse en alquiler”.

Desde entonces no solo corren peligro los inquilinos sino que su propia casa es blanco de los balazos, asegura Margarita. Zucas sufre lo suyo por el solo hecho de ser su vecina y amiga.

En realidad como este diario ya lo expuso en notas anteriores todos los vecinos de La Guardia viven aterrorizados, bajo amenaza permanente.

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