La permanente ovación de la tribuna, fotos, cánticos, saludos y el cariño de sus compañeros acompañaron la despedida del defensor, con una goleada 4 a 2 a All Boys, en su último partido en el Coloso.
La Capital |
El día del Gringo llegó. Hace un mes y medio Gabriel Heinze anunció su retiro que hoy se consumó con una verdadera fiesta de emociones en su último partido en el Coloso.
Al habitual ritual leproso se sumaron todo tipo de homenajes anónimos al caudillo que puso final a su extraordinaria carrera. Miles de camisetas con el número 20 en la espalda, otras con leyendas de agradecimiento y algunas más caseras con las frases que el Gringo impuso como "Quién so vo", que le dedicó en una guapeada a Luis Zubeldía, y otras tantas con "Yo ya me siento campeón" que lanzó con su habitual honestidad cuando el campeonato era una sensación hace casi un año en Rafaela.
Diez minutos antes del partido, la pantalla especial ubicada sobre la popular del Palomar arrancó con el "Gracias Gringo" y un recorrido de imágenes por los clubes de Europa que recorrió desde los 19 años y videos de los 12 títulos que consiguió, mientras la musica aportaba emoción y los hinchas aplaudían a rabiar.
Enseguida ingresó el equipo y el "Gringo, Gringo" fue un grito eterno en el estadio colmado que se convocó para decirle adiós a uno de sus ídolos. Después de su recorrida típica por el costado de la línea de cal del área, el Gringo se tocó los tapones de sus botines por última vez, y saludó con los brazos en alto a cada una de las tribunas, que estaban tapizadas de carteles con la leyenda "Gracias Gringo".
Las fotos con sus compañeros fueron un capítulo aparte. A la del plantel se arrimaron todos, alcanzapelotas, cuerpo técnico, fotógrafos, curiosos. Después fue el Negro Figueroa el que inauguró las fotos individuales con el gran Heinze y lo siguieron Bernardi, Guzmán, Tonso, Víctor López y así uno por uno con la popular del hipódromo como cuadro de fondo.
El himno hizo su parte tambien. Al cumplirse mañana 201 años de la creación, la cancion patria fue entonada por la banda del ejercito. "Coronados de gloria" alimentó la adrenalina y enseguida se conectó con el "Gringo, Gringo", que hoy llevó puesta la cinta de capitán.
Cada vez que la tocó, los aplausos bajaron con una ovación imparable y cada uno de sus compañeros le dedicaron los goles.
Hasta el patadón que le dio a Calleri fue celebrado por la gente. Y a Heinze varias veces se lo vio concentrado en los canciones de la gente y hasta emocionado, poco conectado con las instancias del partido.
En el entretiempo, el video que en la semana recorrió las redes sociales fue transmitido en la pantalla y la gente enloqueció cuando confesó que su "mayor orgullo es escuchar a la hinchada gritar dale campeón".
"No tengo más nada que decir sólo agradecer, ya lo dije en la semana y lo repito hoy", arrancó el diálogo con la TV Pública el eterno entrerriano cuando la ovación bajaba sostenida desde los cuatro puntos cardinales del Coloso.
Consultado sobre si le había quedado algo pendiente apeló a su eterna ironía y dijo que "no, y aparte tampoco lo pienso porque ya no podría hacerlo más. Todo lo que hice lo hice con alma, corazón y sacrificio, que es lo que más me importa".
Cuando le recordaron que había jugado con Messi, Cristiano Ronaldo y Ronaldinho, y que había sido dirigido por técnicos importantes señaló que "y con Ponce, Tonso, Muñoz, con todos estos pibes con los que hicimos un fútbol extraordinario. Ellos también merecen el mayor de los respetos".
Después, junto a sus compañeros y toda la cancha contempló algunos videos en donde se repasó su rica carrera profesional y en uno de ellos se escuchó el mensaje de sus compañeros, mientras los propios jugadores junto al Gringo se ponían una casaca alusiva.
Después, el presidente Guillermo Lorente le entregó una plaqueta recordatoria y además recibió una camiseta firmada por sus compañeros, la que levantó y besó efusivamente.
Trascartón, su esposa y sus hijos le obsequiaron una foto del plantel y el Gringo volvió a explotar en lágrimas.
Maxi Rodríguez dijo que ahora el Gringo iba a tener mas tiempo con su familia aunque entre risas dijo que "no saben, ahí lo van a aguantar". Siguieron Muñoz, Casco, Guzmán, quienes se animaron con bromas junto a Víctor López.
Lucas Bernardi totalmente emocionado tomó el microfono como maestro de ceremonias, puesto que ya se ganó en la fiesta del campeón, y entre lágrimas contó intimidades. Agradeció encontrar un amigo en Heinze, quien "tiene siempre mentalidad ganadora, y por sobre todo es buena persona". Le dijo que le tocaba hablar.
"Por ahi hago otra carta y vuelvo todo para atrás y sigo jugando", dijo entre risas el Gringo aunque aclaró que Guille Ortiz le pide que no bromee con eso porque quiere empezar a jugar.
También volvieron a escucharse algunas frases con el sello del Gringo. Hubo palabras de agradecimiento para sus compañeros del plantel y para mucha gente que tuvo que ver con su regreso. En un momento la emoción lo embargó y sólo atinó a mirar a las tribunas para luego seguir recordando gente. Fue un tercer tiempo inolvidable.
"No es un adiós, ojalá Dios quiera que nos encontremos" dijo como cierre al tiempo que recordó a sus hijos de quienes dijo "desde hoy hay cuatro nuevos hinchas de Newell\'s" . Y sí Gringo, ojalá el fútbol nos vuelva a reencontrar algún día.
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