No renovar la matrícula, promover la repitencia y maltratar a los chicos fueron la principal causa de consulta al Inadi Santa Fe, en relación a situaciones escolares en 2013. El bullying fue la segunda.
.Diario UNO |
La discriminación por discapacidad y el bullying fueron los temas que más llevaron a padres a las oficinas del Inadi durante 2013. Más de la mitad de las denuncias registradas en la delegación local del Instituto Nacional contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia corresponden a situaciones en las que las escuelas no pudieron contener a alumnos con alguna discapacidad o trastorno del aprendizaje o por situaciones concretas de maltrato de docentes a alumnos. Las agresiones entre chicos ocupan el segundo lugar.
Las escuelas no están exentas de lo que ocurre en la sociedad. La violencia y la discriminación también atraviesa las paredes de las aulas y pone en riesgo a niñas, niños y adolescentes. A veces, esas situaciones son promovidas desde la misma institución o por los docentes.
Entre los casos que se atendieron en el Inadi se destacan situaciones en las que alguna discapacidad mental o un trastorno del aprendizaje no fue tenida en cuenta por los educadores a cargo y, por lo tanto, derivó en la repitencia o bien en la no renovación de la matrícula.
Pero también hubo casos concretos en los que padres consultaron porque sus hijos estaban siendo maltratados por sus maestros. En todos los casos, el Inadi se comunicó con el Ministerio de Educación para que tome cartas en el asunto y en varios de ellos se constataron acciones concretas por parte de las autoridades de la cartera educativa.
En el caso de las situaciones de acoso escolar por parte de pares de las víctimas, hubo situaciones en las que se trabajó con los padres de todos los involucrados y otros en los que se dialogó con las autoridades escolares o del Ministerio.
Lamentablemente en varios de los casos, las familias optaron por retirar a sus hijos de la institución y buscar otra que pudiera contener mejor a los chicos.
Denuncias y consultas
Una de las características que se destaca es que la mayoría de las consultas al Inadi provienen de familias cuyos hijos asisten a instituciones de gestión privada. Aunque cabe aclarar que en muchos de los casos se realiza la denuncia ante el organismo antes de tener alguna entrevista con docentes o autoridades del establecimiento escolar.
Una de las características que se destaca es que la mayoría de las consultas al Inadi provienen de familias cuyos hijos asisten a instituciones de gestión privada. Aunque cabe aclarar que en muchos de los casos se realiza la denuncia ante el organismo antes de tener alguna entrevista con docentes o autoridades del establecimiento escolar.
De ello se pueden desprender dos interpretaciones. Puede darse que en las escuelas públicas exista un mayor vínculo entre las familias y los referentes institucionales, lo que genera que los conflictos sean atendidos en primera instancia por los directivos.
O bien, quienes envían a sus hijos a colegios privados son más conscientes de la posibilidad de consultar y denunciar en el organismo nacional con sede en la ciudad.
En todos los casos, quienes se desempeñan en el Inadi Santa Fe toman las denuncias y dan intervención a los organismos oficiales responsables de esas áreas para poder encontrar una pronta resolución del conflicto. Aunque, también, están dispuestos –si la escuela los convoca– a trabajar en talleres de capacitación sobre diferentes temáticas o instancias de encuentro entre los involucrados para reflexionar sobre la problemática y encontrar una solución.
Violencia institucional
Sin dudas, el dato que llama más la atención es el que muestra que la mayoría de las situaciones de discriminación registradas corresponde a aquella ejercida por adultos o por la institución hacia algún estudiante.
Sin dudas, el dato que llama más la atención es el que muestra que la mayoría de las situaciones de discriminación registradas corresponde a aquella ejercida por adultos o por la institución hacia algún estudiante.
En ese sentido, se puede mencionar como ejemplo el caso de una nena con síndrome de Down que terminó el preescolar en una escuela pero a la que no le permitieron, en primera instancia, inscribirse a 1º grado porque la institución no quería realizar las adecuaciones necesarias; la situación de un pequeño con TGD (trastorno generalizado del desarrollo) al que sus maestros no supieron contener e incluso se registraron videos en los que se lo maltrataba; el hecho de que un niño con mal comportamiento fue maltratado por su maestra, quien además echó de una reunión de padres a su mamá; o el caso en el que una nena con dislexia repitió de grado porque los docentes no realizaron las adecuaciones curriculares necesarias para poder evaluarla.
Esas situación son resultado de hechos de discriminación concretos. Consultados sobre a qué atribuyen que en las escuelas se den esos casos, y en particular los vinculados a alguna discapacidad, desde el Inadi evaluaron: “Creemos que estas situaciones responden al miedo de los docentes a lo que no conocen y a tener que trabajar de una manera diferente a la que venían teniendo. O también temor a tener conflicto con los padres, que suelen ser muy protectores de sus hijos. Pero todas las experiencias de integración que se han dado muestran que se enriquece profundamente el aprendizaje de todos los chicos y de los docentes”.
El acoso entre pares
El segundo lugar de consultas y denuncias lo ocupan las situaciones de acoso escolar entre pares. Hubo casos de ciberbullying y otros de violencia verbal pero también de agresiones físicas que llegaron a puntos muy extremos con lesiones graves. En algunos de esos casos se optó por cambiar a los chicos de escuela pero en otros los padres buscaron opciones para trabajar junto a la comunidad escolar para modificar las conductas y reflexionar sobre ese tipo de violencia tan presente hoy en todos los establecimientos educativos.
El segundo lugar de consultas y denuncias lo ocupan las situaciones de acoso escolar entre pares. Hubo casos de ciberbullying y otros de violencia verbal pero también de agresiones físicas que llegaron a puntos muy extremos con lesiones graves. En algunos de esos casos se optó por cambiar a los chicos de escuela pero en otros los padres buscaron opciones para trabajar junto a la comunidad escolar para modificar las conductas y reflexionar sobre ese tipo de violencia tan presente hoy en todos los establecimientos educativos.
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