viernes, 24 de enero de 2014

Santa Fe: “Hay una característica única que diferencia las yarará de las serpientes no venenosas”

Martín Berro, especialista en serpientes y guardafauna de la provincia, habló con Diario UNO sobre lo que permite diferenciar a las serpientes venenosas de las boas o culebras. Además brindó más información sobre estos reptiles que habitan la zona y dio algunas recomendaciones si por ejemplo uno desea irse a la isla o a pescar. “Lo más importante es no molestarlas y alejarse”, afirmó.
Diario Uno

En éste último tiempo, se empezó a escuchar un concepto que hace tiempo no se oía, y que es más, algunos no conocían. Se trata del ofidismo, el síndrome resultante de la inoculación de sustancias venenosas por parte de serpientes en las personas. Éstos animales se mueven de acuerdo a la temperatura ambiente, por lo que el frío y el calor extremo las afecta. Por eso puede ocurrir que se las vea más en estos días: están buscando refugio y se mueven a otro sitio más fresco.

Luego de la advertencia emitida por el Ministerio de Salud sobre cómo actuar frente a una mordedura y de que Mariana Maglianese, de Zoonosis y Vectores de Salud de la provincia, afirmara que aumentó la demanda de reposición de antivenenos o sueros antiofídicos en lo que va del año, Diario UNO quiso profundizar sobre el tema y consultó a un especialista en serpientes.

Martín Berro es Guardafauna Honorario de la provincia y se desempeñó durante cinco años como encargado del Serpentario de la Granja la Esmeralda, donde además de las tareas de mantenimiento de los animales y demás, daba charlas en el mismo establecimiento y a las comunas sobre ofidismo y también de alacranes. En este marco habló entre otras cosas, de que “hay una característica única que diferencia a las yararás de las demás serpientes, y es bueno que la población de la zona la conozca”.

—Al ser mordido, ¿es necesario para la persona reconocer qué tipo de serpiente es la que lo picó?
—Lo más importante es ir inmediatamente a una institución asistencial. Si el centro médico al que el afectado llega, está capacitado y conocen lo que es una mordedura de cascabel o de yarará, no sería necesario, porque los signos en la región en la que la persona fue mordida, son inconfundibles. Si te muerde una culebra o una boa, vas a tener un pinchacito, dolor y nada más. En cambio si te muerde una yarará enseguida empieza a haber hemorragias, edemas, sangrado por los dos orificios de los colmillos e incluso puede haber hemorragias basales y trastornos de la coagulación de la persona. Es muy característica la mordedura de yarará.

—De todas las serpientes de la zona, ¿la yarará es la más peligrosa?
—Si. Y por suerte venenosas, tenemos prácticamente estas dos especies nada más en Argentina: yarará y cascabel. Aunque Misiones comparte algunas especies de Brasil y tiene algunas corales, e incluso acá en Santa Fe hay pocas corales también. Lo que pasa es que no se la tienen tan en cuenta, porque es una serpiente muy chiquitita de colores negro, rojo y blanco, que es bastante tranquila y no muerde, además por tener una boca tan chiquitita. Pero no hay casos de mordeduras de corales, afortunadamente, porque ellas tienen uno de los venenos más tóxicos ya que es neurotóxico y produce parálisis muscular, por lo que en cinco horas la persona puede morir por entumecimiento de los músculos respiratorios. Pero los laboratorios no fabrican sueros para ellas, porque no los venden. Que yo sepa, hace mucho tiempo que no se reporta algún caso a nivel país.

—¿Y cómo se puede diferenciar a las yararás de otras serpientes no venenosas?
—Hay una forma sencillas de reconocerlas que la gente no conoce. Si se mira la cabeza de la serpiente de costado, ves el ojo y hacia adelante una de las fosas nasales, como todo animal de este tipo. Pero las yararás y cascabel, tienen entre el ojo y la fosa nasal, otro orificio. Éste es la entrada a la foseta loreal, un órgano termoreceptor característico de estas dos especies. Entonces si alguien la encontró muerta o la mató luego de ser mordida y ve que tiene ese orificio entre el ojo y la fosa nasal, significa que una de estas dos especies y es venenosa. No hay ninguna otra serpiente que tenga ese orificio.

Al aire libre 
Santa Fe está rodeada de islas y ríos, y la gente suele salir a modo de recreación a la isla a acampar o a pescar. En este caso, los recaudos a tener son los mismos que para resguardarse de todo tipo de animal de nuestra fauna. “Hay que ser precavidos. Usar botas si se va a entrar a pastizales, no levantar troncos o piedras sin fijarse qué hay abajo, y demás. Pero otro recaudo que se puede tomar antes de salir de casa, es comprar un suero antiofídico”, afirma.

—¿Cómo se debe actuar frente a una picadura?
—En Santa Fe se deriva al Hospital Cullen a la parte de toxicología. El veneno que tiene la yarará o cascabel no es tan tóxico como el de otras especies del mundo, entonces da tiempo a que una persona que esté lejos del centro de salud, pueda llegar al Cullen. Pero lo que se recomienda si vas a algún lugar alejado del hospital es comprar el suero y llevarlo como recaudo, pero para que te lo apliquen en un centro médico. A este suero no lo puede aplicar cualquier persona o uno mismo, porque está producido en equinos o en abejas y tiene anticuerpos que no son humanos. Entonces al aplicarlo, el cuerpo lo recibe como extraño y genera en muchos casos una reacción anafiláctica, y quizás uno puede morir en una o dos horas, incluso luego de aplicarlo, porque el caso se complica por esto y no por el veneno de la yarará. Es que si ésta reacción, genera una hinchazón a nivel del cuello por ejemplo, la persona puede morir por asfixia. Entonces la aplicación del suero debe darse en un centro médico, con supervisión profesional.

—¿Dónde se puede comprar del suero antiofídico?
—En las farmacias grandes tienen y se los vende. Sino, por ahí se lo puede encargar con unos días de anticipación en cualquiera de barrio. Este viene con cadena de frío, pero ahora también se los comercializa liofilizados, que sería en polvo, el cual está acompañado con el diluyente y para el cual no hace falta la cadena de frío. Éstos duran cerca de dos años.

Sobre el reptil
Todas las yararás son venenosas y pertenecen al género Bothrops Alternatus. Está la yarará grande, la yarará chica y la ñata. Acá en Santa Fe y la zona se encuentra la grande, y la chica y la ñata están en la zona de Córdoba. “Pero lo bueno es que todas las serpientes Bothrops se atacan con el mismo suero antiofídico”, menciona Berro.

Por ahí suele escucharse a personas que dicen haber sido mordidas por una yarará y que no sufrieron ningún tipo de inconveniente. Pero el especialista afirma que la persona o no fue mordida por una yarará o que solo tuvo suerte. “Si no le pasó nada, seguro no se trató de una yarará sino que fue otra serpiente no venenosa. Pero existe algo poco común, que se llama «mordedura seca» donde el animal muerde pero no inocula veneno, lo que sería una advertencia”.

—¿Y porqué atacan?
—El comportamiento de ellas es agresivo pero solo por el hecho de defenderse. Igualmente no es lo mismo la descarga de veneno que puedan hacer si vos vas caminando y la pisas, que si la venís molestando y te muerde. En el segundo caso, descargan una cantidad mucho mayor de veneno y hay un riesgo mayor para la persona mordida. Pero las mordeduras tienen que ver solo con una actitud de supervivencia.

Los extremos afectan a todos
—¿Porqué las altas temperaturas de la región inciden en el comportamiento de las serpientes locales?
—Bueno, como todo reptil, las serpientes se manejan en un rango de temperaturas. No andan mucho en invierno y tampoco cuando hay calores extremos. Y en estos días de temperaturas agobiantes, lo que hacen es buscar un refugio, lo más fresco que puedan encontrar. Entonces por esto es que la gente las puede ver un poco más, porque al igual que a nosotros, el calor las altera y salen de su refugio a buscar sitios más frescos.

—¿Cuál es el hábitat específico de estos reptiles en la zona?
—Se la puede encontrar en todos los ambientes aunque son más de zonas de islas y de laguna, pero se las puede encontrar en campo abierto y demás. No tiene preferencia, se la puede encontrar en cualquier lado. En cambio la cascabel tiene predilección por zonas más áridas y en la provincia de Santa Fe todavía se la encuentra en San Cristóbal, Tostado y demás. Pero cerca de la capital y la zona, no. En los cinco años que estuve en el serpentario las dos o tres cascabel que me trajeron, fueron del norte de la provincia.

—Y ambas no solo se mueven por tierra, ¿verdad?
—Seguro, porque ellas tranquilamente cruzan nadando los cuerpos de agua, ríos y lagunas. Pero como no son animales propiamente acuáticos, o sea que no viven en el agua sino que la usan para trasladarse, por ahí si estás en el agua quizás te pasen por al lado e incluso por arriba y no te hacen nada. Por supuesto si no las molestas o agarras, donde ellas se tengan que defender. Pero el mayor riesgo para los humanos es en la tierra, donde ellas tienen el sustento del suelo como base de apoyo para poder atacar.

—La recomendación general frente al avistamiento de cualquier serpiente es no molestarlas y alejarse. Y en caso de ser mordido, ir al centro médico más cercano…
—Seguro, no hay que esperar a ver si se le hincha el dedo o no, hay que ir a ser asistidos donde van a evaluar bien el caso.

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