Los panaderos santafesinos descartaron no comprar harina para protestar por su precio. Este lunes por la noche, analizaban alternativas para reducir el impacto del incremento del 200% de ese insumo en 60 días.
El domingo pasado Diario UNO anticipó que los panaderos de la ciudad de Santa Fe analizaban no comprar harina porque ese insumo básico para la fabricación del pan había triplicado su precio en los últimos dos meses. Anoche, al cierre de esta edición, la comisión directiva del Centro Industrial de Panaderos de Santa Fe continuaba reunida para definir los pasos a seguir.
Si bien la posibilidad de rechazar la compra de bolsas de harina a 250 pesos se descartó, durante el encuentro se decidió canalizar todas las inquietudes y realizar las gestiones a través de la Federación Argentina de la Industria del Pan.
Pero la problemática es tan sensible, que el tema ya tuvo repercusiones en legisladores provinciales. En ese sentido, la diputada Susana García dijo: “Si uno analiza: lo que aumentó la bolsa de harina, un 200 por ciento, y dicen de que el aumento impacta directamente en el precio del pan, pero no es así, porque el pan aumentó el 35 por ciento”, sostuvo.
Sin embargo, la legisladora de la Coalición Cívica asegura que la preocupación grande que hay es por la escasez de harina. “Sigue aumentando su precio y hay escasez. Hasta hay dudas si no estamos trayendo harina de países vecinos, sobre todo del Uruguay”, apuntó en coincidencia con versiones que manejan algunos productores contenidos en Coninagro.
Pero para García no todo termina aquí. La diputada provincial asegura que esta preocupación “se va a ir incrementando si no se toman medidas serias en cuanto a la siembra del trigo y las políticas que lleva a cabo este Gobierno respecto al trigo”.
“Además, queremos hacer hincapié en que todo el dinero que se distribuye en subsidios, siempre queda en las manos de los grandes agroexportadores y siempre va en desmedro de los productores”, señaló.
—¿Cómo se puede resolver el problema de la concentración de la producción de harina en los grandes molinos?
—Lo que sucede es que no se les dio la importancia que tienen a las cooperativas de los productores. Siempre se benefició al más grande en perjuicio del más chico. Hasta que no haya credibilidad nadie va a hacer inversiones en pequeños molinos harineros. Uno recorriendo la provincia se da cuenta de que en algunos momentos hubo interés de colocar pequeños emprendimientos en los pueblos. Pero después resulta que a los pequeños no les dan créditos, los bancos les exigen una cantidad de requisitos que no pueden cumplirlos nunca. Ése es un grave problema. Además, está el tema de las retenciones al trigo que no lo hace rentable y, por lo tanto, la gente no siembra.
—Pero las retenciones se aplican sobre las exportaciones, no son un elemento que quita rentabilidad en el mercado interno.
—No, por supuesto. Pero si nosotros producimos 15 millones de toneladas y consumimos 7 millones, el remanente sería para la exportación. Y eso no se está dando en este momento porque hay poca producción de trigo.
—¿Cree que esto se puede corregir para el año que viene o se va a agravar?
—Depende de las políticas que desarrolle el Gobierno. Si es lo que uno pretende, yo quiero que esto se solucione, que tengamos producción y que tengamos el remanente para exportar para no pasar en el corto plazo a depender de un país vecino para que nos venda harina para el consumo.
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