martes, 30 de abril de 2013

Condenaron al diario La Nación por maltrato y discriminación de género

El medio de comunicación, propiedad de los Saguier, deberá indemnizar con más de medio millón de pesos a una empleada por no cumplir con los estándares internacionales de igualdad de género.

La Sala I de la Cámara Nacional del Trabajo ordenó al diario La Nación, propiedad de los Saguier, el pago de una indemnización de 583.821 pesos por discriminación de género y acoso laboral a una empleada del diario. La empresa no cumple con los estándares internacionales referidos a la igualdad de género en el empleo, señaló el tribunal.

La empleada M.A.P. –María de los Ángeles, a los fines de esta nota– promovió una demanda contra el diario La Nación exigiendo una indemnización por el maltrato, la discriminación y el acoso padecidos en su entorno laboral. La demandante invocó situaciones que calificó como despotismo ejercido por sus superiores y compañeros en la cotidianidad del diario, el cual llegaba a grados de perversidad inauditos. Así, por ejemplo, ella contó que su jefe le impuso el cambio de su nombre de pila por Raquel, porque había otra empleada que se llamaba igual y le resultaba inconveniente que hubiera dos mujeres con el mismo nombre, publicó el sitiomercadoytransparencia.org.

También dijo que la empresa la excluyó de todos los viajes a los eventos de Expoagro a los que concurrían los diferentes vendedores del sector rural, a pesar de que ella era una de las trabajadoras con más ventas en el área –pauta principal para seleccionar a las personas convocadas–. Era política de la empresa que concurrieran solamente hombres, porque resultaba más costoso alquilar habitaciones separadas para las mujeres, explicaban los jefes según la actora y otros testigos.

Las juezas de la Sala I de la Cámara Nacional del Trabajo, Gabriela Vázquez y Gloria Pasten de Ishihara, identificaron la situación de abuso como un caso típico de machismo laboral y condenaron a La Nación al pago de 583.821 pesos. La indemnización fue otorgada en concepto de daño moral y patrimonial, teniendo en cuenta que la empresa se negaba a costear las licencias psiquiátricas que tuvo que tomarse la víctima a causa del maltrato recibido.

En estos ámbitos de trabajo donde se reproduce un discurso marginador contra las mujeres es normal que se forme el conocido “techo de cristal”, es decir, una barrera invisible que obstaculiza el progreso laboral de las mujeres en base a la creencia de que naturalmente no están capacitadas para ejercer cargos de autoridad. Dentro de las oficinas del diario La Nación esta política resultaba manifiesta, dice el expediente.

María de los Ángeles se habría topado con ese techo después de trabajar por 14 años en distintas áreas del diario. Cuando se abrió el puesto de “Senior” que estaba por encima suyo, pese a que ella era la más apta para el cargo según dijeron sus propios colegas, la empresa trajo a un hombre de afuera para cubrir la vacante. Otro testigo en la causa dijo que era sabido que la empresa prefería hombres para ocupar los altos cargos del sector comercial. Adicionalmente, como si aquel gesto no fuera degradación suficiente, le encargaron a ella la capacitación del foráneo en sus nuevas funciones.

En la cotidianidad, el maltrato era constante. El tribunal del trabajo constató a través de la prueba producida que sus colegas masculinos la excluían de las reuniones laborales, se referían a ella de modo peyorativo y que, a pesar de que hacía las mismas tareas y actividades que ellos, no se le asignaba una categoría y salario equivalente.

El fin de la relación laboral tampoco fue en buenos términos. Luego de hostigarla por meses para que aceptara un plan de retiro voluntario, la empresa decidió su despido sin causa. Además le negó la percepción de una parte de su salario por las licencias psiquiátricas tomadas, licencias que el juez laboral vinculó directamente al abuso sufrido en el trabajo. A raíz de esos hechos MAP finalmente presentó una demanda contra el diario.

El juez Alfredo Bertolini, titular del Juzgado de trabajo N°1, condenó a la empresa admitiendo el reclamo de la empleada. El diario La Nación apeló, tratando de desacreditar los dichos de la víctima.

Las juezas de Cámara dijeron que el agravio presentado por el diario carecía de todo fundamento, básicamente porque no pudo dar explicaciones sobre los maltratos infringidos a la accionante, ni acreditó dar cumplimiento con los estándares internacionales de derechos humanos referidos a la igualdad entre varones y mujeres en materia de empleo.

Basta contemplar la lista de directivos de La Nación para ver el notorio privilegio que goza el género masculino en la cúpula de la empresa: presidente, Julio C. Saguier; vicepresidente, Alejandro Saguier; directores titulares: Bartolomé L. Mitre, Alberto J. Gowland Mitre, José Claudio Escribano, Luis María Saguier y Matilde Noble Mitre de Saguier (el rubro “esposa de” estaría permitido); síndicos titulares, Ignacio A. González García, Ricardo U. Siri y Julio Naveyra. Además se desempeña como secretario del directorio Guillermo MacLoughlin Bréard.

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