lunes, 8 de abril de 2013

Colón le ganó a Newell's 2 a 1 en el Coloso


Con dos goles de Emanuel Gigliotti (a los 6 y 11 minutos del segundo tiempo) el Sabalero le ganó a La Lepra en su casa. El descuento de Newell's lo convirtió Horacio Orzán a los 12 (ST).

Colón le ganó a Newell's 2 a 1 en el Coloso

 Colón ganó, de la mano de Pablo Morant, su segundo partido al hilo al vencer 2-1 a Newell’s, en Rosario. De la mano de un colosal Emmanuel Gigliotti (ST 6 y 10’), autor de las dos conquistas, el Sabalero festejó fuera de casa luego de ocho encuentros, y sumó su segunda victoria al hilo, algo que no se daba desde las primeras fechas del Torneo Inicial. Para la Lepra descontó Horacio Orzán (ST 12’). La mala noticia es que el goleador y Hernán Bernardello se perderán el duelo ante Vélez por haber llegado a la quinta amarilla.

Con una idea clara, esperar y salir a pegar, Colón tuvo su mejor actuación en el campeonato, sobre todo si se lo compara con lo que venía haciendo. Con cambio de esquema y variante en algunos puestos, el Sabalero se plantó con una idea distinta a la implementada en la victoria sobre Tigre. Pablo Morant se decidió por un 4-4-2 para visitar a un Newell’s muleto. Lucas Mugni esperó en el banco y el DT decidió poner a Gabriel Graciani para jugar por las bandas, con Martín Luque del otro lado.

Sin embargo, en los primeros 45 minutos las ambiciones ofensivas de Colón pasaron inadvertidas. El elenco santafesino siguió en exceso el pedido del entrenador de esperar a su rival. Colón le cedió el balón a La Lepra y lo espero al borde del área grande de Diego Pozo, elegido capitán por sus compañeros.

Fue así que Newell’s se convirtió en el protagonista, aunque le faltó mucho para dominar el encuentro. El planteo defensivo del Sabalero funcionó sin demasiados problemas ante los del Tata Martino, que llegaban a tres cuartos de cancha y no lograban profundizar. De esta manera, una de las patas del cuadro del Centenario funcionaba bien.

Colón era efectivo en defensa, pero lejos estaba de llegar al gol. Sin la pelota y desconectada la línea ofensiva del resto de la formación, le fue muy complicado generar alguna contra para lastimar a los dueños de casa. Una escapada de Luque terminó en falta de Díaz que cobró Bernardello. Minutos más tarde, el Perro Prediger intentó de media distancia, pero Heinze se cruzó justo a tiempo para bloquear el disparo.

En el complemento, Colón no cambió su plan defensivo, pero logró ser más claro y peligroso en ofensiva. Así, llegó la apertura del marcador. A los 6’, en otra jugada preparada, el Puma mojó. Gigliotti se movió muy bien en el área a la espera de un tiro libre, salió del tumulto y picó al segundo palo. Allí metió el balón Bernadello, para que el delantero la pare y le pegue defectuosamente, cosa que poco importó porque la esférica terminó en el fondo de la red.

En medio de la sorpresa, llegó el segundo del Sabalero. El tanto nació en un saque de banda que hizo Castillo. Dentro del área la peinó Graciani y por detrás apareció el artillero colonista para meter un cabezazo imposible para Peratta. En sus dos primeras aproximaciones claras, el Sabalero no perdonó y ahí empezó a llevarse los tres puntos.

Lo terminó de ganar en defensa, pese al rápido descuento del local. Apenas ingresado al campo de juego, Scocco dejó solo a Orzan, que no falló y descontó. La rapidez del tanto le puso suspenso al partido y obligó a Colón a mantenerse más concentrado en el fondo.

Igual, pese a que el balón fue de los rosarinos, el elenco capitalino inclusive pudo liquidar el pleito. Gigliotti dispuso de dos chances más para anotar. Una fue cuando el duelo estaba 1-0, pero otra vez apareció Heinze. En la otra, tuvo un mano a mano, pero su tiro se fue apenas desviado.

Con el 2-1 ya establecido, Colón no sufrió demasiado y festejó una victoria que parecía lejana. Las claves pasaron por el buen trabajo de Bernardello, junto con Prediger en el mediocampo, la solidez que mostró en defensa y el momento excepcional que atraviesa el Puma Gigliotti, hoy goleador del certamen con siete conquistas.

Sin ser un equipo que brilla, Morant le está empezando a dar sus toques al equipo. El Flaco prefiere un Colón bien parado atrás, más agrupado y preparado para aprovechar de contra. Ayer, pudo plasmar su idea ante un elenco con la mente en otro lugar, pero que no le quita mérito alguno.

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