Bancos y cestos de cemento están rotos en la pasarela inferior. También faltan algunos tramos del caño de la baranda y la tapa de un desagüe. A lo que se suman veredas en mal estado y sectores donde falta limpieza.
Los inconvenientes más evidentes se verifican en la pasarela inferior. Allí, entre el Code y el Lawn Tennis, se detectó en una recorrida la presencia de bancos tumbados, a pesar de que son sólidas estructuras de cemento. A lo largo del paseo se observa también que a muchos cestos de hormigón les faltan sus tapas, que son metálicas y estaban unidas con cadenas. A lo que se suman al menos dos cestos arrancados de cuajo y caídos: uno a la altura de calle Huergo y otro más al norte.
A estos actos vandálicos hay que añadir, en distintos sectores, la falta de cuatro tramos de caño de la baranda, en la senda que corre paralela a la playa. Uno de ellos es el que iría justo encima del lugar donde se ubica la boca de un desagüe, al que le falta la tapa, que la rompieron y arrojaron al fondo. Por eso, queda expuesta una abertura de más de un metro de ancho y dos de profundidad, un riesgo para niños y mascotas, que con frecuencia circulan por ese lugar.
Otro perjuicio que afea el paseo y es producto de malas conductas por parte de la ciudadanía está a pocos metros del Faro. Allí, separaron de sus bases al menos cuatro postes de hormigón que forman parte de una valla ornamental y que fueron colocados más abajo, a centímetros del agua de la laguna. Incluso, uno de ellos fue retirado de su lugar y permanece sobre la defensa, todavía unido a la valla por una gruesa cadena.
Nada nuevo
Más allá de los actos de vandalismo, una postal que se repite cada año (ver El Dato), en la recorrida se verificaron otras situaciones que, en menor medida que los descriptos, contribuyen a deslucir tramos del paseo utilizado a diario por cientos de personas para realizar actividades recreativas.
En el acceso al Puente Colgante por el este, las losas de la vereda que comunica con el parador Piedras Blancas están rotas y también hay en ese punto pintadas y grafitis. En el otro extremo del enlace, en la parte de abajo, hay suciedad y es evidente la falta de barrido.
En las veredas que van del Puente Colgante hasta el Code, hay numerosos puntos donde las lajas que las conforman muestran un ostensible deterioro, sobre todo del Faro hacia el norte. En las inmediaciones de este punto emblemático aparece con frecuencia suciedad: bolsas plásticas, botellas vacías y otros residuos, algo que se reitera en todo el paseo.
A lo que hay que añadir que, casi frente a la UTN, casi 200 metros del paseo que linda con la playa, sistemáticamente se cubren con arena -en algunos puntos hasta llega a tapar bancos y cestos-, lo que obstaculiza el paso de los peatones.
Antecedente
En la edición del 28 de septiembre de 2011, bajo el título “Vandalismo en la Costanera Oeste”, El Litoral reflejó una serie de destrozos ocurridos tras los festejos primaverales. Por la pasarela inferior -paralela a la playa-, desde el Faro hasta el parador Olas, El Litoral relevó 14 bancos rotos y algunos cestos de basura derribados.
Tránsito
Un reclamo frecuente de los vecinos de la zona, que tiene eco en el Buzón de Lectores de El Litoral, es por las picadas que tienen como escenario a la Costanera. También plantean que hay varios puntos donde el tránsito es complicado y es difícil cruzar la avenida, a pesar de que en el sector hay radares para controlar la velocidad de los autos.
Suciedad. En las bases mismas del Faro, con frecuencia aparecen montones de basura que, debido a malas conductas, perjudican la imagen del emblemático emplazamiento.
Riesgo. En algunos puntos de la baranda del paseo interior quitaron los tramos de caños que la forman. Uno de ellos falta justo encima del lugar donde se abre la boca de un desagüe, al que le falta la tapa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario