lunes, 22 de octubre de 2012

Grupos extranjeros se van del negocio de la distribución de gas


Aducen haber sido perjudicadas con la pesificación. Sempra Energy en Camuzzi, y British Gas en Metrogas apuran su salida de ambas empresas. Buscan compradores para sus acciones, en especial entre empresarios locales

Los accionistas extranjeros de las principales compañías gasíferas locales apuran su salida de estas empresas, la mayoría de la cuales sufren problemas de endeudamiento, costos crecientes e ingresos tan bajos que casi no les permiten generar una caja suficiente como para mantener sus operaciones de manera normal. También mantienen sus tarifas congeladas desde hace ya más de una década, ausencia de financiamiento externo y una gran cantidad ha caído en la cesación de pagos. Asi, las principales transportadoras y distribuidoras de gas de la Argentina enfrentan en estos tiempos su momento más crítico de los últimos años.

De hecho, un informe del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi (IAE) revela que prácticamente la totalidad de las firmas de gas presentan, en lo que va del año, pérdidas superiores a las del año anterior, que también cerró con resultado negativos.

Por lo menos dos grupos extranjeros como British Gas (BG) y Sempra Energy preparan las valijas para desinvertir en Metrogas y Camuzzi Argentina en el corto plazo. En el caso de Sempra, cuya sede se encuentra en la ciudad estadounidense de California, estas últimas semanas retomó conversaciones con potenciales interesados por su 43% en la sociedad controlante de las distribuidoras Camuzzi Gas Pampeana y Camuzzi Gas del Sur. El resto del capital es propiedad del holdng italiano Camuzzi Internacional.

La eléctrica estadounidense viene buscando abandonar sus negocios en la Argentina desde 2006, aunque la profundización de la crisis del negocio gasífero local, las pérdidas que sufren sus operaciones y la falta de reglas de juego claras y permanentes hicieron que sus ejecutivos vuelvan a la carga para intentar finalizar el año anunciando su éxodo del país.
Sempra decidió liquidar los activos en desacuerdo con su socio italiano que desistió de la demanda contra el gobierno de Argentina presentada ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) por la devaluación del peso argentino y con la decisión del Gobierno de congelar las tarifas de las firmas de servicios públicos.

Tras ese hecho, y cinco años después, empresarios locales comenzaron a recibir por estos días llamados de los norteamericanos para sondear interesados. En especial por parte de hombres de negocios estrechamente vinculados al Gobierno o con buenas relaciones con el kirchnerismo.

El apuro por parte de Sempra tiene que ver con los problemas financieros y de caja que sufre Camuzzi debido a un escenario de tarifas que ya llevan 12 años de congelamiento, costos que mantienen su permanente incremento y reglas de juego poco claras o inestables, en especial desde la llegada de Cristina Fernández a la presidencia.

La firma tuvo un quebranto de $ 30,5 millones en el primer semestre y ya comenzó a demorar los pagos a proveedores como TGS, TGN e YPF.

En el 48 Coloquio de IDEA que se llevó a cabo en Mar del Plata entre el miércoles y viernes de la semana pasada, ejecutivos del mercado energético admitieron haber recibido llamados desde Sempra para sondear posibles interesados en sus acciones.
Pero reconocieron que, si bien aceptaron analizar esa posibilidad, no es fácil ingresar a una empresa en crítica situación con Camuzzi. Salvo, que se trate de un pedido del Gobierno. Es decir, que sean empresarios K o cercanos al kirchnerismo los que finalmente reciban la orden de quedarse con las acciones de la energética norteamericana.
Lo mismo podría ocurrir con las tenencias de BG en Metrogas, donde posee el 54,67% del capital en Gas Argentino S.A (GASA), controlante de la mayor distribuidora de gas del país. Otro 45,33% es propiedad de YPF, y el 30% restante se lo reparten la ANSeS (8,13%), accionistas bursátiles y el personal.

Fuentes del sector comentaron que son las opciones que tiene el conglomerado británico para salir de Metrogas que presta servicio a más de 2 millones de clientes en Buenos Aires y en el sur y este metropolitano que rodea a la Capital Federal.

Uno, es encontrar un comprador entre inversores locales, ya que en el exterior no habría chances de contar con algún interesado. En especial, por la crítica situación no solo de la compañía sino del propio mercado. Y en este caso, los apuntados también son hombres de negocios kirchneristas o cercanos, por ideología o por interés, al Gobierno.
Las similitudes con el caso de Sempra no se detienen allí. Es que también Metrogas pierde dinero, está al borde de un nuevo default, sus tarifas se mantienen congeladas y sus costos elevados. Esta ecuación negativa no cambió ni siquiera con el ingreso del Estado, a través de las acciones de YPF. Por eso la segunda variante sería que la propia YPF se quede con las acciones de BG. Pero el Gobierno le habría hecho saber a la compañía que establecerá el precio y que además pretende que se baje el juicio presentado por el holding europeo ante el Ciadi por la pesificación de las tarifas. 

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