sábado, 25 de agosto de 2012

En Rosario ya se realizan partos en posición vertical

En el último mes y medio, cuatro mujeres primerizas, tres de ellas adolescentes, tuvieron a sus hijos en el Hospital Roque Sáenz Peña usando un banquito para parir en cuclillas que, hasta donde se sabe, es el único en la ciudad.
La Capital | 
En el último mes y medio, cuatro mujeres primerizas, tres de ellas adolescentes, tuvieron a sus hijos en el Hospital Roque Sáenz Peña usando un banquito para parir en cuclillas que, hasta donde se sabe, es el único en la ciudad. Se trata de una pequeña silla con forma de herradura que las autoridades de este centro asistencial hicieron construir por un artesano de Córdoba, ya que no se fabrica en el mercado.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta posición es la más adecuada para traer niños al mundo y, sólo por citar un fundamento, ahí está la ley de la gravedad para colaborar en la tarea de la parturienta, además, claro, del sentido común.
"Es un logro fenomenal", dijo entusiasmado el jefe de obstetricia del lugar, Gustavo Baccifava. Y expresó que el método de parir en cuclillas está muy difundido en países de Europa del norte (Holanda, Noruega, Suecia y Finlandia), donde el parto se considera como un acto natural, con la menor intervención de tecnología posible.
"Colocar a la mujer acostada o semisentada es una cuestión cultural propiciada por la medicina en su rol hegemónico, pero la posición vertical, con sus variantes, es la manera natural", explicó el profesional.
El banquito llegó al hospital un año atrás cuando decidieron que era hora de romper el paradigma y potenciar el programa Maternidad Centrada en la Familia, que privilegia a la parturienta por sobre usos y costumbres de las intervenciones que se realizan en el área de obstetricia.
Aunque oportuna, la innovación en el modo de parir requirió de un tiempo de afianzamiento al interior de los propios equipos de salud.
Después de la aceptación profesional, el banquito se incorporó al proceso del parto como una opción para hacer los pujos, aunque después se diera a luz con posiciones convencionales. "Fueron muchas las mujeres que lo usaron para pujar, pero sólo hubo cuatro nacimientos", relató Baccifava. Y dijo que en ese momento tan especial la mujer adoptaría posiciones cómodas si se la dejara optar y no se la condicionara.
"Nosotros ofrecemos la opción de usar el banquito, no obligamos a nadie", comentó el médico. Y dijo que en esa situación el obstetra también se pone en cuclillas o se sienta en otro banco al lado de la mujer para recibir al bebé. Esta forma de parir, en la mayoría de los casos, hasta hace innecesaria la episiotomía (cortes para ampliar el canal de parto).
"No se nos caen los anillos por tirarnos al suelo", bromeó el especialista. Y dijo que la opción se toma para los casos de partos normales, como debieran ser 9 de cada 10 nacimientos, tal cual lo afirma la OMS.
A favor. "Consideramos que la mujer pueda parir de la forma que más cómoda le parezca", dijo el director del Hospital Roque Sáenz Peña, Federico Cornier. Y valoró el fundamento fisiológico de parir en cuclillas ya que, acostada, la mujer debe redoblar esfuerzos para pujar.
Es justamente sobre esta convicción que un año atrás se encargó a un artesano cordobés la construcción de la silla con forma de herradura, de madera y construcción robusta. ¿Cómo se utiliza? Dos opciones: hacer los pujos de rodillas y descansar sentada en el banquito. O bien utilizarlo para todo el proceso del parto.
En la actualidad, en el hospital, al aparato lo llaman "la sillita", como una síntesis cariñosa por las satisfacciones que da. "Fue muy bueno, con mucha emoción para la familia que en este lugar siempre acompaña a la parturienta", dijo el subdirector del centro asistencial de la zona sur, Gonzalo Pait. Además calificó como de "muy interesante y positiva" a la experiencia de nacer casi al natural.
Un sitio público de referencia
El Hospital Roque Sáenz Peña cumplió el jueves 79 años y el nuevo aniversario lo encuentra cada vez más aggionado y con proyectos. A contrapelo del paso del tiempo, el lugar innovó en recursos, disposición humana y concepción de la medicina pública.
Al Sáenz Peña remiten 22 centros de salud, provinciales y municipales, de las zonas sur, sudoeste y Villa Gobernador Gálvez.
Desde hace meses incorporó terapias como la medicina tradicional china (acumputura). Además, cuenta con huerta de hierbas medicinales y hasta tiene en carpeta un curso sobre este tema.
También proyectan habilitar un área de trabajo de parto y reposo (TPR) donde las mujeres podrán realizar todo el proceso de parto sin necesidad de ir a un quirófano o a una sala especial del hospital. “La idea es que todo sea de la manera más natural”, contó el director del Roque Sáenz Peña, Federico Cornier. Y dijo el sitio que coordina tiene el mejor índice de cesáreas de la provincia, 21 por ciento sobre dos mil partos anuales: muy por debajo de las cifras que se pueden exhibir en otros ámbitos.
El recurso humano no va a la saga con el compromiso. “Un artista está pintando un mural y los empleados ayudan coloreando; compramos pinceles para todos”, relató Cornier satisfecho de mostrar como el lugar se transforma en uno de los hospitales verdes saludables. Todo un cambio.

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