En la residencia que funciona en
el hospital viven más de 20 mujeres que tienen a sus hijos en la
Neonatología. Necesitan pañales y ropa de abrigo para los bebés y sus
mamás. También calzados, sábanas y frazadas.
El pedido no es casual: es que, aunque las jóvenes que viven en ese espacio reciben todas las comidas diarias que provee el nosocomio, muchas veces los recursos que dependen de las ayuda de la comunidad no alcanzan para abastecer la demanda. Por eso las voluntarias aseguran que en estos días en que el frío aprieta les sería útil contar con más cantidad de abrigos para los bebés y sus mamás, pañales, sábanas, frazadas y hasta calzados.
“Todo lo que la gente pueda dar, con generosidad y absoluto corazón, siempre viene bien. Sobre todo en esta época de bajas temperaturas en las que se nota más la demanda”, afirmaron Graciela Cantero y Silvina Fuentes, dos de las voluntarias que trabajan en la residencia. Y fundamentaron el pedido en un hecho que ven repetirse a menudo: las mamás, que muchas veces apenas son adolescentes, llegan sólo con lo puesto. “Cuando los barrios son más humildes es más complicado, las madres vienen sin nada y necesitan de todo”, comentaron.
Hoy hay 21 madres viviendo en las dependencias, que con esta cantidad está casi al límite de su capacidad. Normalmente recibe a madres que provienen de los barrios de la ciudad de Santa Fe, pero también alberga a otras que llegan derivadas desde distintos puntos del centro oeste de la provincia. Es que el nosocomio capitalino es una de las referencias más importantes de la región en atención de bebés recién nacidos.
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