martes, 17 de julio de 2012

Pronostican días más lluviosos para el final del invierno en Santa Fe

Esto se debe a la llegada de El Niño. Aunque se prevé que el fenómeno será débil, estiman que provocará más precipitaciones que lo habitual. Su mayor intensidad se dará en la primavera.

Si los pronósticos se confirman, este año la primavera no sólo colmará de flores los jardines: también se encargará de regarlas. Después de una larga sequía, el clima parece encarar un cambio y los próximos meses vendrían pasados por agua. Tras casi dos años dominados por el fenómeno de La Niña (que dejó veranos calientes y suelos secos), El Niño estaría listo para tomar su lugar. Así lo anticipó la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que anunció la posible formación del fenómeno entre este mes de julio y septiembre, pronosticando que se prolongará hasta fines de 2012.


Según explicaron especialistas del Departamento de Climatología del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), “como condición actual, el fenómeno de El Niño Oscilación del Sur (ENOS) está en una fase neutral. Pero de acuerdo con las previsiones, para los próximos meses habría una mayor probabilidad de que comience un evento de El Niño”.


Para finales del invierno
Aunque aún es temprano para afirmarlo, todo apunta a que El Niño tendría una intensidad débil ya que, según explican los especialistas en Climatología, el fenómeno de El Niño comienza a detectarse hacia abril o mayo. En este contexto, El Niño versión 2012 estaría llegando recién a fines del invierno y se reflejaría en una primavera más mojada.


Días con lluvia y humedad
El aumento de precipitaciones afectaría principalmente al área metropolitana, al centro y noroeste del país.


El Niño es generado por cambios en la temperatura de las aguas superficiales del Pacífico. Está asociado con fuertes lluvias en Sudamérica y el sur de los Estados Unidos y sequías extremas en el sudeste asiático y Australia. Todo depende de qué tan fuerte venga. “Los Niños fuertes están bien caracterizados”, subrayó el meteorólogo Mauricio Saldívar, quien a la vez advirtió que los débiles son más difíciles de prever. “Además de las precipitaciones, probablemente se den más días con cielo nublado y mucha humedad”, continuó agregando.


Según la OMM, habría que esperar hasta agosto para saber con certeza qué rumbo tomará este Niño. Saldívar precisa que las lluvias serán mayores a las normales entre septiembre y octubre, en el centro y norte del litoral, con temperaturas superiores a las normales en el centro y norte y la zona cordillerana patagónica en el invierno y la primavera.


¿Qué es “El Niño”?
El Niño es un fenómeno climático, erráticamente cíclico (se habla de ciclos entre tres y ocho años), que consiste en un cambio en los patrones de movimiento de las corrientes marinas en la zona intertropical provocando, en consecuencia, una superposición de aguas cálidas procedentes de la zona del hemisferio norte inmediatamente al norte del Ecuador, sobre las aguas de emersión muy frías, que caracterizan la corriente de Humboldt; esta situación provoca estragos a escala zonal (en la zona intertropical) debido a las intensas lluvias, afectando principalmente a América del Sur, tanto en las costas atlánticas como en las del Pacífico.


El nombre de “El Niño” se debe a pescadores del puerto de Paita al norte de Perú, que observaron que las aguas del sistema de corrientes del pacífico oriental, que corre desde la costa meridional de Chile por el sur hasta el norte frente a las costas septentrionales de Perú, se calentaban en la época de las fiestas navideñas y los cardúmenes desaparecían de la superficie oceánica, debido a una corriente caliente procedente del golfo de Guayaquil (Ecuador). A este fenómeno le dieron el nombre de Corriente de El Niño, por su asociación con la época de la Navidad y el Niño Jesús.

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