Así lo indicó el Ministro de
Seguridad de Santa Fe, Raúl Lamberto, en referencia a la destrucción con
topadoras de cocinas y lugares de venta de sustancias prohibidas. "Nos
parecía que eso no tiene que seguir, que había que poner un límite, y
dar una señal. Fue lo que se ha hecho. Por supuesto, somos respetuosos
de la propiedad de las personas”, manifestó el funcionario provincial.
Hace unos días fueron destruidos con topadoras varios quioscos o bunkers
dedicados a la venta de drogas en la Ciudad de Rosario. La medida fue
impulsada por el gobierno santafesinol y sobre este tema habló el
Ministro de Seguridad Provincial, Raúl Lamberto.
“Los famosos quioscos que son tipo bunkers, con puertas de hierro con ventanillas, muchas veces, ubicados en lugares públicos, son una expresión degradante de este sistema de venta de drogas. Nos parecía que eso no tiene que seguir, que había que poner un límite, y dar una señal. Fue lo que se ha hecho. Por supuesto, somos respetuosos de la propiedad de las personas”, manifestó Raúl Lamberto por Radio Universidad.
Los procedimientos
Al respecto, el Minsitro de Seguridad indicó que "en uno de los casos, la dueña del inmueble, asqueada de lo que veía ahí, nos pidió que se demoliera. Cosa que se hizo con la Municipalidad de Rosario y el apoyo de la Policía provincial”. El titular de la cartera de Seguridad consideró que “estos bunkers o quioscos degradan a los jóvenes, degradan a las familias y a los barrios. Nos parece que estas señales ayudan a indicar que este gobierno tiene una clara decisión de que el narcotráfico tiene que ceder”, sostuvo.
Cuando se le preguntó acerca de la reacción de los habitantes de las zonas donde se llevaron a cabo las demoliciones, Lamberto indicó que “en estos casos, la gente aplaudía la llegada del Estado. El vecino reacciona cuando el Estado no reacciona –planteó–. En estos casos, se actuó porque el vecino lo estaba pidiendo, y acompañó con su gesto de aprobación. Lo cual, evidentemente, marca una tendencia de lo que los vecinos quieren”.
En ese mismo orden, precisó que para cumplir con estas medidas, “si se está en una propiedad privada, indefectiblemente tiene que estar el consentimiento del dueño y una orden judicial. En esto somos muy prudentes”, señaló el funcionario provincial.
Finalmente, Lamberto apuntó a la necesidad de la “coordinación” entre las fuerzas federales y las provinciales para combatir al flagelo de las drogas. “Hay que impedir que este flagelo se siga expandiendo. Ya no hay territorio sobre el que uno pueda decir ‘acá no ha llegado la droga’”. En tal sentido, cuestionó que “todavía tengamos debilidades de coordinación para el control de las rutas. Tiene que haber una coordinación entre los gobiernos federal y provincial. De hecho, el narcotráfico es un delito federal”, sintetizó.
“Los famosos quioscos que son tipo bunkers, con puertas de hierro con ventanillas, muchas veces, ubicados en lugares públicos, son una expresión degradante de este sistema de venta de drogas. Nos parecía que eso no tiene que seguir, que había que poner un límite, y dar una señal. Fue lo que se ha hecho. Por supuesto, somos respetuosos de la propiedad de las personas”, manifestó Raúl Lamberto por Radio Universidad.
Los procedimientos
Al respecto, el Minsitro de Seguridad indicó que "en uno de los casos, la dueña del inmueble, asqueada de lo que veía ahí, nos pidió que se demoliera. Cosa que se hizo con la Municipalidad de Rosario y el apoyo de la Policía provincial”. El titular de la cartera de Seguridad consideró que “estos bunkers o quioscos degradan a los jóvenes, degradan a las familias y a los barrios. Nos parece que estas señales ayudan a indicar que este gobierno tiene una clara decisión de que el narcotráfico tiene que ceder”, sostuvo.
Cuando se le preguntó acerca de la reacción de los habitantes de las zonas donde se llevaron a cabo las demoliciones, Lamberto indicó que “en estos casos, la gente aplaudía la llegada del Estado. El vecino reacciona cuando el Estado no reacciona –planteó–. En estos casos, se actuó porque el vecino lo estaba pidiendo, y acompañó con su gesto de aprobación. Lo cual, evidentemente, marca una tendencia de lo que los vecinos quieren”.
En ese mismo orden, precisó que para cumplir con estas medidas, “si se está en una propiedad privada, indefectiblemente tiene que estar el consentimiento del dueño y una orden judicial. En esto somos muy prudentes”, señaló el funcionario provincial.
Finalmente, Lamberto apuntó a la necesidad de la “coordinación” entre las fuerzas federales y las provinciales para combatir al flagelo de las drogas. “Hay que impedir que este flagelo se siga expandiendo. Ya no hay territorio sobre el que uno pueda decir ‘acá no ha llegado la droga’”. En tal sentido, cuestionó que “todavía tengamos debilidades de coordinación para el control de las rutas. Tiene que haber una coordinación entre los gobiernos federal y provincial. De hecho, el narcotráfico es un delito federal”, sintetizó.
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