La suba obedece básicamente al
incremento de los sueldos de los choferes de ómnibus. La intendenta está
en condiciones de retocar la tarifa, pero la Municipalidad anticipó que
no lo hará.
La Capital |
El número, 3,1737 pesos, responde al
último estudio de costo neto de la tarifa del transporte urbano de
pasajeros, que se ubicó en abril muy por encima de la medición hecha en
febrero y abrió una gran brecha entre lo que debería valer el boleto de
colectivo (según este informe técnico oficial) y lo que pagan los
pasajeros por cada viaje: 2,70 pesos. Así, el desfasaje es del 17,4 por
ciento. Con estos datos, la intendenta Mónica Fein queda facultada por
ordenanza para subir automáticamente la tarifa, sin pasar por el Concejo
Municipal. No obstante, su secretario de Servicios Públicos, Pablo
Seghezzo, negó enfáticamente que "se vaya a retocar la tarifa".
La curva evolutiva de los últimes tres
bimestres resulta elocuente. El ente que mide las variables, entre
insumos, salarios, subsidios y combustible, registró en diciembre pasado
un valor de 2,7177 pesos por viaje, idéntico a la actual tarifa de
colectivos.
En febrero de este año, el número
aumentó a 2,9805 pese a que no se habían computado allí los incrementos
salariales pactados posteriormente con la Unión Tranviarios Automotor
(UTA) en paritarias.
En una resolución firmada ayer, el ETR
fijó por cada viaje 3,1737 pesos para su medición bimestral
correspondiente a abril. Entre los ítems de reajuste, sobresale el
"personal", que varió de 6,51 pesos a 7,81 pesos.
En compensaciones y subsidios, la ayuda
nacional aumentó un 15,09 por ciento y el material rodante con
mantenimiento registró un alza de sólo el 3,2 por ciento. Si se compara
el estudio técnico de febrero con el de abril, la suba ronda el 6,48 por
ciento.
La variable salarial.
Sin dudas, lo que agigantó la brecha entre boleto y tarifa técnica en un
17,4 por ciento fue el ítem "personal". Los choferes de la UTA
acordaron en paritarias un 18 por ciento de aumento a partir de mayo,
más tres cuotas no remunerativas de 1.400 pesos por chofer en concepto
de adelanto de futuros aumentos.
Todo ello totaliza una suba aproximada
del 20 por ciento, que se ve amortiguada parcialmente por los subsidios
que rondan el 15 por ciento. "En Rosario, la antigüedad promedio de los
choferes es mayor a la que se estipula para enviar los subsidios; la
cantidad de personal por coche y las cargas sociales también lo son. En
definitiva hay más carga laboral que en otrs ciudades", puntualizó
Seghezzo.
Ordenanza. De acuerdo a
la ordenanza que estableció la delegación de potestades para aumentar
el boleto en la figura de la intendenta Fein, su atribución es válida
sólo si la brecha entre boleto y costo es superior al 15 por ciento. De
modo, que el 17,4 por ciento que se registró en abril facultaría a la
jefa municipal a impulsar una suba, sin necesidad de enviar un mensaje
el Concejo.
"No se evalúa retocar la tarifa, por
más que la intendenta tenga la posibilidad, hemos tenido brechas mucho
más grandes. El reciente aumento de marzo nos colocó en una buena
posición y entendemos que la pauta salarial con los choferes no se
comerá lo que ha ingresado al sistema por el nuevo valor tarifario",
precisó Seghezzo para luego ser cauto a la hora de analizar el futuro
inmediato: "Puede ser que mes a mes se vaya complicando, pero seguiremos
analizando cómo evoluciona el servicio".
El 16 de marzo pasado, tres meses
después de recibir los polémicos superpoderes de parte de la anterior
composición del cuerpo deliberativo, Fein anunció un aumento del 17,5
por ciento en la tarifa del transporte.
En disidencia. En la
reunión de directorio del ETR, la aprobación del útlimo estudio de
costos fue convalidada por el secretario de Servicios Públicos Pablo
Seghezzo y por el director del ente, Sebastián Bonet.
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