Etapa de definiciones. Por tal
motivo, el no apartarse de lo que verdaderamente importa, de no desviar
la atención en temas que pueden distraer, asoman como valores
innegociables. Los hinchas canallas esperaron con impaciencia por la
apertura de las boleterías.
La Capital |
Hoy mantener la mira calibrada y no moverla es clave. Es la sensación
que dejaron las palabras de Juan Antonio Pizzi después de una semana en
la que se habló más de la cuenta de un partido de fútbol, que
finalmente se jugará en cancha de Colón, con público visitante. La
primera lectura es esa: la de intentar mantener la cabeza totalmente al
margen de cuestiones organizativas. La segunda y no menos importante: el
convencimiento supremo respecto a las cualidades de su equipo. Porque
habló de la "tranquilidad" y los "argumentos" que otorgan los resultados
positivos y los buenos rendimientos.
"Se ha hablado mucho pero todo por
fuera de lo que corresponde al equipo. De todo lo que se dijo nosotros
tratamos de mantenernos al margen. Si bien podemos estar involucrados
siempre nos mantuvimos alejados", apuntó Pizzi, quien intentó ir un poco
más lejos todavía en esto del cambio de cancha. "No creo que sea mejor.
Va a ser un partido difícil como lo hubiese sido en Paraná porque los
dos vamos a intentar ganar. No considero que haya una ventaja por la
cancha. Siempre dije que nosotros nos preparamos para jugar en el
horario y en el estadio que dispusieran los encargados de organizar todo
esto".
"De nuestra parte no teníamos la
autoridad, ni el poder de decisión para elegir, por lo tanto nuestra
mente estaba focalizada en que podía ser cualquier estadio.
Indudablemente la cancha de Colón jerarquiza el partido, le da la
relevancia que debe tener un encuentro en esta instancia y eso nos pone
contentos por la gente, pero desde la parte futbolística no nos alteró
en nada lo que veníamos haciendo", agregó el entrenador canalla.
—¿Cuánto significan estos tres partidos teniendo en cuenta todo lo que se hizo?
—Forman parte de un objetivo que
todavía no hemos cumplido. Faltan tres partidos y nuestro objetivo
inmediato tiene que ser el encuentro contra Patronato. Lo trataremos con
la importancia que les hemos dado a todos los demás. Hasta que no
cumplamos lo que buscamos no vamos a estar satisfechos.
—¿Este es tan difícil como todos los que quedan o es el más difícil?
—Es el más difícil porque el único en
el que podemos hacer algo es el que jugamos. Los otros ya veremos, pero
cuando la semana que viene me pregunten esto les voy a contestar lo
mismo que ahora, que el más difícil es el que viene.
—¿Hay alguna manera especial de jugar este partido?
—Nosotros lo vamos a plantear de la
misma forma que siempre. Del rival esperamos que haga lo que viene
haciendo, porque a pesar de salir con un delantero bien definido va a
querer lastimar con los extremos. De todas formas, cada partido es
diferente y vamos a ver cómo se desarrolla. Lo que está claro es que
nosotros vamos a tratar de mantener la misma iniciativa que hemos
mostrado a lo largo de todo el campeonato.
—Sí ya es tiempo de prestarle mayor atención a los rivales directos.
—Ahora se trata de sumar puntos. Sería
absurdo que yo diría que no nos fijamos en los resultados de los demás.
Pero la realidad indica que dependemos de lo que hagamos nosotros, por
eso estamos focalizados en ganar nuestro partido.
—¿Tampoco cambia nada jugar después que el resto?
—No. Hay cosas que pueden ser positivas y otras negativas de acuerdo a los otros resultados, pero eso tampoco nos afecta.
—Por ahí sería lógico que empiecen a jugar los tres juntos.
—Hay muchas cosas en el fútbol, en el
país, en la vida que no se dan con esa lógica que pretendemos, por eso
lo mejor es adaptarse a las circunstancias que nos toca vivir. A veces
hemos jugado a la mañana, antes o después que el resto, pero nunca
pusimos eso como condición para tener un buen rendimiento. Por eso ahora
es lo mismo. No nos condiciona, independientemente de lo que suceda en
los otros partidos.
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