El Sabalero y la Academia
empataron en un gol en Avellaneda. Abrió el marcador Racing en el primer
tiempo con gol de Viola a los 11 minutos del primer tiempo. En el
segundo tiempo empató Higuaín cuando terminaba el partido.
Se volvió otra vez sin ganar fuera de casa, pero el empate logrado en
el final tiene sabor a victoria. Colón caía con Racing en el Juan
Domingo Perón, pero a los 44’ de la parte complementaria, Lucas Mugni
metió un bochón para que Federico Higuaín decrete la igualdad. En la
primera mitad, Valentín Viola, a los 11’, había puesto en ventaja al
dueño de casa.
Párrafo aparte merece otra marca de Esteban Fuertes, que llegó a los 300 partidos con la del Sabalero cuando le quedan dos encuentros para su despedida. Y como el Bichi se salvó de la quinta amarilla, el lunes que viene (si no hay cambios) jugará por última vez en el Brigadier Estanislao López.
El primer tiempo del Sabalero en Avellaneda fue una extención del complemento jugado ante Vélez hace una semana atrás, en el Brigadier López. Al equipo de Roberto Sensini le faltó ser preciso, profundo y tener un poco más la pelota. Y cada vez que la tuvo, no supo muy bien que hacer con ella.
Para colmo, justo como ante el Fortín pero teniendo en cuenta la diferencia de período, el gol llegó de entrada. Poco había pasado hasta que Gio Moreno frotó la lámpara, se tomó su tiempo y metió los enganches necesarios para poder habilitar a Viola, que sólo tuvo que definir tremenda jugada personal.
Con la ventaja a su favor, el dueño de casa se sintió mucho más comodo y no tuvo que hacer demasiado esfuerzo en mantener la ganacia. Claro que eso fue facilitado por un timorato Colón, que fue sin convicción a buscar el empate con un Mugni impreciso, con un Higuaín de escaso aporte y un Bichi Fuertes, en su partido 300 con la camiseta sangre y luto, demasiado solo. Apenas si se puede rescatar el empuje de Prediger.
Así, a la Academia, con cierto orden defensivo, le alcanzó para ser superior y para saber mantener la ventaja. Inclusive tuvo dos chances claras para estirar la diferencua. A los 31’ un tiro libre de Fariña pasó muy cerca del palo derecho de Pozo. Y sobre la hora, hubo dos por una. Un centro pasado llegó a la cabeza de Viola y de ahí derecho al poste mientras el uno Sabalero la seguía con la vista. En la segunda jugada, Prediger despejó mal y se la dejó servida a Fariña, que levantó mucho su disparo y perdonó a los santafesinos.
En el complemento, Colón mostró otra actitud y tuvo las chances en el inicio. La más clara fue a los 9’, tras un desborde de Caire que terminó en un disparo de Iván Moreno y Fabianesi que tapó Saja. Racing se retrasaba y permitía que el Sabalero se pueda adelantar y conseguir lo que no pudo en la primer parte: profundidad en ataque.
Aunque, a medida que pasaban los minutos la Academia se acomodó mejor y pudo cerrarle los caminos al elenco de Boquita Sensini. Inclusive, de contra, los de Avellaneda pudieron liquidarlo en algunas situaciones. Cerca de los 20’, Zuculini rompió por el medio y eludió a Pozo, pero se abrió demasiado y no llegó a definir la jugada. Sobre los 35’, Castro se perdió el segundo tras una buena combinación con Viola y Moreno. En la última clara, a los 43’ otra vez se lo perdió Castro.
Y como Racing perdonó a Colón, lo terminó pagando demasiado caro. Sobre los 39’, el Bichi intentó avisar con un disparo de media distancia, en lo más claro que generó el goleador. Pero la clave para destrabar el fondo local no estaba en sus pies.
Sino en los del Pipita, que a los 44’ se redimió de un flojo partido y picó muy bien para quedar mano a mano y poner el empate.
Colón debe mejorar porque retrocedió en los últimos partidos. El empate con el que se encontró en los últimos minutos no ocultar la deuda pendiente de que, cuando le falta un partido, aún no pudo ganar fuera de casa.
Párrafo aparte merece otra marca de Esteban Fuertes, que llegó a los 300 partidos con la del Sabalero cuando le quedan dos encuentros para su despedida. Y como el Bichi se salvó de la quinta amarilla, el lunes que viene (si no hay cambios) jugará por última vez en el Brigadier Estanislao López.
El primer tiempo del Sabalero en Avellaneda fue una extención del complemento jugado ante Vélez hace una semana atrás, en el Brigadier López. Al equipo de Roberto Sensini le faltó ser preciso, profundo y tener un poco más la pelota. Y cada vez que la tuvo, no supo muy bien que hacer con ella.
Para colmo, justo como ante el Fortín pero teniendo en cuenta la diferencia de período, el gol llegó de entrada. Poco había pasado hasta que Gio Moreno frotó la lámpara, se tomó su tiempo y metió los enganches necesarios para poder habilitar a Viola, que sólo tuvo que definir tremenda jugada personal.
Con la ventaja a su favor, el dueño de casa se sintió mucho más comodo y no tuvo que hacer demasiado esfuerzo en mantener la ganacia. Claro que eso fue facilitado por un timorato Colón, que fue sin convicción a buscar el empate con un Mugni impreciso, con un Higuaín de escaso aporte y un Bichi Fuertes, en su partido 300 con la camiseta sangre y luto, demasiado solo. Apenas si se puede rescatar el empuje de Prediger.
Así, a la Academia, con cierto orden defensivo, le alcanzó para ser superior y para saber mantener la ventaja. Inclusive tuvo dos chances claras para estirar la diferencua. A los 31’ un tiro libre de Fariña pasó muy cerca del palo derecho de Pozo. Y sobre la hora, hubo dos por una. Un centro pasado llegó a la cabeza de Viola y de ahí derecho al poste mientras el uno Sabalero la seguía con la vista. En la segunda jugada, Prediger despejó mal y se la dejó servida a Fariña, que levantó mucho su disparo y perdonó a los santafesinos.
En el complemento, Colón mostró otra actitud y tuvo las chances en el inicio. La más clara fue a los 9’, tras un desborde de Caire que terminó en un disparo de Iván Moreno y Fabianesi que tapó Saja. Racing se retrasaba y permitía que el Sabalero se pueda adelantar y conseguir lo que no pudo en la primer parte: profundidad en ataque.
Aunque, a medida que pasaban los minutos la Academia se acomodó mejor y pudo cerrarle los caminos al elenco de Boquita Sensini. Inclusive, de contra, los de Avellaneda pudieron liquidarlo en algunas situaciones. Cerca de los 20’, Zuculini rompió por el medio y eludió a Pozo, pero se abrió demasiado y no llegó a definir la jugada. Sobre los 35’, Castro se perdió el segundo tras una buena combinación con Viola y Moreno. En la última clara, a los 43’ otra vez se lo perdió Castro.
Y como Racing perdonó a Colón, lo terminó pagando demasiado caro. Sobre los 39’, el Bichi intentó avisar con un disparo de media distancia, en lo más claro que generó el goleador. Pero la clave para destrabar el fondo local no estaba en sus pies.
Sino en los del Pipita, que a los 44’ se redimió de un flojo partido y picó muy bien para quedar mano a mano y poner el empate.
Colón debe mejorar porque retrocedió en los últimos partidos. El empate con el que se encontró en los últimos minutos no ocultar la deuda pendiente de que, cuando le falta un partido, aún no pudo ganar fuera de casa.
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